Arcadi Espada da en la diana:
El libro de Lehrer, Proust y la neurociencia. Muy desigual. Su capítulo sobre Stravinski y la música, esta madrugada. Formidable. Pero ayer su irritante coda, casi pueril. Por lo demás, perfectamente expuesto este camelo metafísico que he visto otras veces.
Estas frases soporíferas:
«Nunca sabremos cómo la mente convierte el agua de nuestras células en el vino de nuestra conciencia».
«Hoy día sabemos lo suficiente como para saber que nunca lo sabremos todo».
La paráfrasis bíblica muestra casi con obscenidad. Hay un tipo de laicos que no atreviéndose a proclamar la existencia de Dios se refugian en la imposibilidad de saber. Se trata de idéntica metafísica.
Decir no sabremos es decir Dios.
Esa es la clave, la frase final.
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