Arcadi Espada sobre el atropello de "un grupo de jóvenes inmigrantes".
A destacar este párrafo:
Otra cosa, que se dice en este artículo y en otros muchos artículos. El legítimo derecho al ejercicio de la soberanía individual, es decir, a cruzar vías. En absoluto. El mismo caso que el del cinturón de seguridad. Mi libertad de no llevarlo. En absoluto. Porque es muy probable que su tetraplejia deba pagársela yo.
COMENTARIO:
El hecho de que los 12 muertos de Castelldefels fueran inmigrantes ha provocado un gran malestar en aquellos que habrían preferido que fueran de la tierra, y así evitarse problemas. Que sean inmigrantes resulta de lo más natural.
Para empezar porque los inmigrantes son numerosos.
Para seguir porque van más en tren que en limousine.
Para acabar porque cumplen menos las normas.
Este punto es mucho más especulativo que los otros dos. Pero se puede atemperar su carácter de alguna manera.
Sí se dice, por ejemplo, que los jóvenes cumplen menos las normas.
Sí se dice, por ejemplo, que en el norte de Europa se cumplen más las normas que en el sur.
Sí se dice, por ejemplo, que los ricos cumplen más las normas que las pobres.
O quizá todo esto lo empeore. En fin, me da lo mismo.
8 de los 12 muertos (a falta de saber la edad de uno de ellos) no pasaban de los 25 años.
9 de los 12 muertos eran varones.
12 de los 12 eran inmigrantes.
A esos datos se ha de añadir otro. Esencial. Se trataba de un grupo. La dinámica de grupos, exactamente.
Veamos algo interesante sobre la dinámica de grupos en el grupo de los heridos.
Hay 10 heridos hospitalizados.
Las edades no presentan variación respecto de los muertos.
Tampoco las nacionalidades.
Pero en el sexo hay una variación llamativa.
De los 10 heridos 7 son mujeres.
Es decir la inversión casi calcada de los muertos, 9 de 12 eran varones. Es fácil ver a las mujeres un paso atrás. (Aunque debo advertir que a día de hoy es imposible dar por indiscutibles el sexo y el número de los heridos, tal la multiplicidad de fuentes. El periodismo sigue prefiriendo los adjetivos a las cifras.)
Desconozco el número de los ilesos (es decir el grupo de los que consiguieron atravesar la vía): entre 30 y 40 dice hoy el periódico. Pero me jugaría una pinta a que había más hombres que mujeres.
Otra cosa, que se dice en este artículo y en otros muchos artículos. El legítimo derecho al ejercicio de la soberanía individual, es decir, a cruzar vías. En absoluto. El mismo caso que el del cinturón de seguridad. Mi libertad de no llevarlo. En absoluto. Porque es muy probable que su tetraplejia deba pagársela yo.
En fin. A lo que íbamos.
Doce muertos, al atropellar un tren a un grupo de jóvenes inmigrantes.
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