Entrevista a Peter Schiff

Entrevista de Daniel Luna a Peter Schiff.

El resumen es que hay que basar la economía en el ahorro y la inversión, y no en la deuda y el consumo como hasta ahora. De cajón de madera de pino gallego.

Destaco:

P: Muchas personas piensan que el libre mercado tiene la culpa de la actual crisis.

R: No saben de lo que hablan. Los que dicen eso son los mismos que en 2007 decían que la economía iba de maravilla. Muy pocos fueron capaces entonces de pronosticar lo que iba a ocurrir en EE.UU. Yo fui uno de ellos, y lo hice con mucho detalle, como puede ver en una conferenciaque di en 2006, y en mi libro Crash Proof[del 2007].

Yo sí entendí lo que estaba pasando, avisé de que la economía de EE.UU. era un castillo de naipes a punto de desmoronarse y señalé al Gobierno como el origen del problema.

A quienes entendimos el daño que estaban creando las políticas del Gobierno, el Congreso y la Reserva Federal no nos sorprendió lo que ocurrió en 2008. Quienes no lo entendieron se vieron sorprendidos por lo que pasó, y ahora dicen que la culpa es del mercado.

P: ¿Por qué tantos analistas decían en 2007 que la economía iba bien?

R: Porque no entienden los principios de la economía. Creen que ésta se debe basar en el gasto, que mientras haya consumidores gastando todo irá bien. Quieren que el Gobierno estimule la economía, no se dan cuenta de que la economía está enferma precisamente por los estímulos gubernamentales del pasado

P: ¿Qué efectos tendrán los planes de estímulo actuales?

R: Agravar los problemas existentes. Hasta que el Gobierno abandone esos planes no se recuperará la economía. Hay que reconstruirla desde los cimientos, que ahora son la deuda y el consumo. Eso es insostenible. Una economía sana se basa en el ahorro, la inversión de capital y la producción. Así se genera el crecimiento. Pero en lugar de eso lo que hacemos es tomar prestado más dinero y gastarlo. Es una economía falsa, un engaño.

P: ¿Una regulación más estricta sobre el mercado de hipotecas no habría evitado la creación de la burbuja inmobiliaria que desencadenó la crisis?

R: Sí, claro. Se podría haber impuesto una entrada mínima del 20 por ciento para cualquier hipoteca, o prohibir las de tipo variable. No se hizo para no molestar a los votantes, que estaban encantados pensando que se iban a hacer ricos. No iban a ser los políticos quienes aguasen la fiesta.

Lo que hay que preguntarse es: ¿Por qué se pidieron tantas hipotecas de tipo variable? Porque estaban garantizadas por el Gobierno, mediante su respaldo a Fannie Mae y Freddy Mac [agencias patrocinadas por el Gobierno para financiar la compra de viviendas], y porque la Reserva Federal bajó mucho los tipos de interés. Sin estas regulaciones la burbuja simplemente no habría existido. No se habrían solicitado tantas hipotecas, y no se habrían concedido las destinadas a gente que no podía pagarlas.

Cuando el Gobierno aprueba cinco normas y después se necesitan otras cinco para arreglar los problemas que han causado las primeras el problema no es que falte regulación sino que hay demasiada.



ENTREVISTA:

Corría el año 2006, en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, con Wall Street por las nubes y el desempleo olvidado como un mal de tiempos pasados, cuando un desconocido inversor de Connecticut lanzó la voz de alarma: se avecina un colapso financiero y económico.

Ante el estupor, la indignación e, incluso, la burla de los demás comentaristas, Peter Schiff repitió sus predicciones durante meses en las principales cadenas de televisión. Cuando llegó la crisis los "expertos" dejaron de reírse, y el vídeo de Youtube Peter Schiff tenía razón, que en sus diferentes versiones supera los dos millones de visitas, lo convirtió en uno de los personajes más populares del mundo financiero.



Casi dos años después de la quiebra de Lehman Brothers el Gobierno de Obama habla de recuperación económica, pero la Cassandra de Connecticut no se lo cree. Peter Schiff, candidato para las elecciones al Senado en noviembre, es el presidente de Euro Pacific Capital, una compañía de inversión que se prepara "para el colapso del dólar y de la economía nacional".

Pregunta: (P): ¿Cuál es la situación actual de la economía estadounidense?

Respuesta (R): Extremadamente precaria. Gastamos mucho más de lo que ahorramos y pedimos cada vez más dinero prestado. Los servicios financieros ocupan una gran parte de la economía, pero no hay suficiente industria ni producción. En lugar de corregir estos desequilibrios, la política del actual Gobierno los agrava. Nos estamos endeudando cada vez más para mantener esta economía ficticia basada en el consumo y la deuda. La economía de Estados Unidos es un desastre.

Para empeorar las cosas, el Gobierno multiplica las regulaciones y cada vez recauda un porcentaje mayor del PIB. Estamos pasando de una economía basada en el mercado a una planificación central, donde los recursos se asignan con criterios políticos, no económicos. Hemos emprendido un camino muy peligroso.

P: ¿Se puede comparar la situación de EE.UU. a la de otros países altamente endeudados como Grecia y España?

R: Nuestra deuda es mucho mayor que la de esos países, y un porcentaje muy alto de ella es con extranjeros. Lamentablemente, en lugar de invertir todo el dinero que nos han prestado lo hemos gastado, así que ya no podemos devolverlo.

P: ¿Llegados a este punto, de dónde puede venir la recuperación económica?

R: Es que no va a haber una recuperación.

P: ¿Y qué va a ocurrir entonces?

R: Nuestra economía seguirá deteriorándose. Estados Unidos se encuentra en los primeros pasos de una depresión inflacionaria.

P: Desde hace años usted dice que el dólar va a colapsar. ¿Por qué no ha sido así?

R: Avisé de la burbuja del Nasdaq, de la de Internet y de la inmobiliaria, pero pasó un tiempo hasta que los precios de esos activos cayeron. Esta burbuja es más grande y la gente va tardar más tiempo en reconocerla. Pero explotará, como todas las burbujas. Los compradores desaparecerán, los vendedores inundarán el mercado con dólares y su valor se desplomará. No tengo ni la más mínima duda de que va a ser así.

P: ¿En qué plazo?

R: Pronto. No sé si en dos meses, en seis o en un par de años, no se puede saber la fecha exacta. Pero estamos cerca.

P: Muchas personas piensan que el libre mercado tiene la culpa de la actual crisis.

R: No saben de lo que hablan. Los que dicen eso son los mismos que en 2007 decían que la economía iba de maravilla. Muy pocos fueron capaces entonces de pronosticar lo que iba a ocurrir en EE.UU. Yo fui uno de ellos, y lo hice con mucho detalle, como puede ver en una conferencia que di en 2006, y en mi libro Crash Proof [del 2007].


Yo sí entendí lo que estaba pasando, avisé de que la economía de EE.UU. era un castillo de naipes a punto de desmoronarse y señalé al Gobierno como el origen del problema.

A quienes entendimos el daño que estaban creando las políticas del Gobierno, el Congreso y la Reserva Federal no nos sorprendió lo que ocurrió en 2008. Quienes no lo entendieron se vieron sorprendidos por lo que pasó, y ahora dicen que la culpa es del mercado.

P: ¿Por qué tantos analistas decían en 2007 que la economía iba bien?

R: Porque no entienden los principios de la economía. Creen que ésta se debe basar en el gasto, que mientras haya consumidores gastando todo irá bien. Quieren que el Gobierno estimule la economía, no se dan cuenta de que la economía está enferma precisamente por los estímulos gubernamentales del pasado

P: ¿Qué efectos tendrán los planes de estímulo actuales?

R: Agravar los problemas existentes. Hasta que el Gobierno abandone esos planes no se recuperará la economía. Hay que reconstruirla desde los cimientos, que ahora son la deuda y el consumo. Eso es insostenible. Una economía sana se basa en el ahorro, la inversión de capital y la producción. Así se genera el crecimiento. Pero en lugar de eso lo que hacemos es tomar prestado más dinero y gastarlo. Es una economía falsa, un engaño.

P: ¿Una regulación más estricta sobre el mercado de hipotecas no habría evitado la creación de la burbuja inmobiliaria que desencadenó la crisis?

R: Sí, claro. Se podría haber impuesto una entrada mínima del 20 por ciento para cualquier hipoteca, o prohibir las de tipo variable. No se hizo para no molestar a los votantes, que estaban encantados pensando que se iban a hacer ricos. No iban a ser los políticos quienes aguasen la fiesta.

Lo que hay que preguntarse es: ¿Por qué se pidieron tantas hipotecas de tipo variable? Porque estaban garantizadas por el Gobierno, mediante su respaldo a Fannie Mae y Freddy Mac [agencias patrocinadas por el Gobierno para financiar la compra de viviendas], y porque la Reserva Federal bajó mucho los tipos de interés. Sin estas regulaciones la burbuja simplemente no habría existido. No se habrían solicitado tantas hipotecas, y no se habrían concedido las destinadas a gente que no podía pagarlas.

Cuando el Gobierno aprueba cinco normas y después se necesitan otras cinco para arreglar los problemas que han causado las primeras el problema no es que falte regulación sino que hay demasiada.

P: ¿Cómo afectará su falta de experiencia política a su candidatura al Senado?

R: Es una virtud. Yo no estaba allí creando los problemas que tenemos ahora sino en el sector privado, avisando de lo que iba a ocurrir. Si resulto elegido seré el primer senador que desafía el status quo, y trataré de que se recuperen los principios del mercado libre.

P: El Tea Party apoya su candidatura. ¿Qué significado tiene este movimiento popular?

R: Es la expresión de que los americanos están hartos de la dirección que lleva Washington. No quieren más despilfarro ni más intervención del Gobierno en sus vidas y en la economía.

P: ¿Cuál es la estrategia inversora de Euro Pacific Capital?

R: La diversificación global y la preservación del poder adquisitivo. Nos preparamos para el colapso de nuestra moneda y nuestra economía. Intentamos proteger nuestros activos mediante la diversificación internacional: metales preciosos, materias primas y diferentes monedas, además de acciones en países asiáticos, entre otros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario