The four feathers (Las cuatro plumas) - 1939

Película maravillosa, un clásico del cine de aventuras.
La fotografía es sobresaliente, al igual que la música de Miklós Rózsa. La historia es muy simple, con el desarrollo clásico de una historia de este tipo, planteamiento del problema, nudo y desenlace. Pero es magistral el desarrollo de la misma. Las escenas en exteriores son perfectas, con cientos de extras perfectamente caracterizados. Para gozar del cine.
Soy un fanático de este tipo de películas.

Las Damas de Apoyo hablan: Maura J. Barrera, Niurkis Rivero, Xiomara Duquesne y Sonia Garro

Vía La revolución de los gladiolos.






Pedro Luis Boitel

En la emanaciones de Abreu, una entevista con la madre de Pedro Luis Boitel.

La indiferencia ante el atropello de la dictadura castrista es vergonzosa. Ahora y antes.


Pedro Luis Boitel. Hace treinta y nueve años. La madre. Esta llamada telefónica. Guillermo Cabrera Infante la recoge en Vista del amanecer en el trópico. Habla la madre de Boitel:
YO NO PUEDO ESCRIBIR… qué va, si estoy deshecha. Más adelante. Le dices que hay que soportar esta pena, pero que lo que le han hecho no tiene nombre. Óyeme… y fuimos al cementerio anteayer y nos corrieron atrás perseguidoras y todo, y fuimos decentemente, y nos salieron al paso cerca de trescientas milicianas y doscientas perseguidoras -le tienen miedo hasta después de muerto, hijita. Se lo dices al mundo libre, si es que existe algo… ¡porque no existe nada! Fíjate bien… porque yo llamé y les dije que mi hijo se me estaba muriendo por la Patria, ¡coño! ¿Dónde están los derechos humanos? ¡Eso es lo más grande que hay! Tu sabes lo que es que me lo entierren y a los tres días me lo vienen a avisar… no chica, no… no … no … ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡Eso no tiene nombre! Por salvar a mi hijo estuve doce años luchando para que se me muera como un perro, que no sabía ni dónde estaba… si no me querían decir ni dónde estaba, chica, dónde estaba enterrado. Estuve presa para que lo sepas… ocho horas, cuando me dijeron: Su hijo está muerto, ya lo hemos enterrado, y estuve presa, me tuvieron ahí... me hicieron atrocidades, coño. Ésta es la vida… ésta es la libertad en este país… ¡que no hubiera ni una voz que se levantara ni dijera nada!, no hubo una voz que dijera algo, para que le dieran asistencia médica, coño, que no se le puede negar a ninguno… ¡Ah, se sabía todo! ... ¡Pero no se hacía nada! Hasta el Papa… ¿de qué me ha valido a mi ser tan católica?... Y tener un hijo de una dignidad tan grande como ese, porque no hay un cubano, la verdad, no es por nada, pero es la verdad, que se ha inmolado por este pueblo tan… Lo que han hecho no tiene nombre… Tú sabes lo que es, después que me lo entierran, me dieron veinte vueltas para decírmelo. ¡Yo no pensaba que fueran tan cobardes… porque éstos son cobardes! ... Esto es lo más cobarde que hay… Tú sabes que anteayer fuimos doce mujeres a llevarle unas coronas… y nos salían detrás de las tumbas más de trescientas turbas, nos salieron allí... para que tú sepas lo que es una madre desesperada como yo, sola en este mundo, coño, que no me escuchaba nadie… me cansaba de llamarles y decirle a la humanidad: ¡Por Humanidad, hagan algo! ... Pero nadie… ¿Dónde?... ¿Allá o aquí? Porque me decían a mí no tiene asistencia médica… Y yo subía esas escaleras del Castillo del Príncipe ya que era una perra. Coño, eso no se le hace a nadie… He estado hasta presa… Me han traído tres médicos después que mataron a mi hijo… porque eso fue terrible lo que yo he pasado con eso… ¡Me han dado hasta golpes, coño! Que las penas nuestras no tienen nombre… ¡Que él ha sido todo un hombre! Ay, yo creo que ahí no se hizo nada por mi hijo… ¡Cuarenta y cinco días sin asistencia médica! Quemaron los colchones, quemaron las camas, quemaron todo pidiendo auxilio sus compañeros presos, coño, y nadie les prestó auxilio… ¡Ah! ... Lo saben, ¿no? ... ¿Qué grandes organizaciones, la Cruz Roja? ... Pero, ¿hicieron algo? ¡Murió como todo un hombre! ¡Murió por Cuba! ¡Murió por sus compañeros presos! ... Que nadie hace por ellos casi nada … porque esto es lo más grande que he perdido yo … que se le hagan misas … que se lo hagan saber al mundo lo que es esto … ¿Tú sabes lo que es no entregarle a una madre un cadáver?... Tú sabes lo que es no saber cómo murió. Tú sabes cómo persiguen. Fui a llevarle unas flores… Al hacerlo me salieron como doscientas mujeres de turba. Sin hacer nada. Sin moverse nada. Vinieron aquí a requerir, los tuve que botar de esta casa… Estoy pidiéndome paredón yo, que me den paredón. ¡Han matado a mi hijo! Óyeme me lo han llevado… Me lo han matado… me lo han matado ellos… Ay, ese hombre le dio un ejemplo al mundo. Y yo no sé ni cómo murió mi hijo… Tú sabes lo que es, ayer, anteayer fuimos doce mujeres, tristes mujeres familiares de presos… Porque ellos no lo dieron por miedo, porque tenían miedo a que se fuera a levantar el pueblo. No lo dieron por miedo, porque le tuvieron miedo hasta después de muerto. Porque quiero que lo sepas… La orden era de arriba… La orden era que había que eliminarlo. ¡No hay nada que hacer! ¡No hay nada que hacer! Tienen que hablar, tienen que hacerle ver a esos Derechos Humanos que todavía quedan muchos presos que están tapiados, que hay que ver lo que se hace por ellos, coño… ¡Porque se están muriendo, coño! ¡Porque se están muriendo, coño! Hay que moverse para eso, sabes, porque aquí hay muchos… ¡Yo voy a seguir luchando! Porque esos presos eran sus hermanos… Lo agradezco mucho pero que hagan por los demás que quedan, porque él murió por sus hermanos presos… Los Derechos Humanos… Esa Cruz Roja Internacional… Esa O.E.A… Esas figuras decorativas… ¡Mientras que estos infelices se están muriendo en las cárceles, coño! ¡Hay que ver a ese Boniato cómo está! ... Hay que ver cómo salían de ese Boniato. Porque yo me enfermaba cada vez que veía salir a uno de ellos… Y he de estar aquí, no me moveré de aquí porque ellos están luchando igual que mi hijo… No, mi hijo no me necesita. Que se alegre no haber estado aquí porque ya hubiera estado preso… No, no, qué va, si no me dan la llamada… Si ya no sé cómo tú la cogiste. Hasta ahora no han dado la voz de que ha muerto y ya lleva ocho días… Dile que se ha muerto como un macho… porque ha muerto por sus hermanos que están presos y ha muerto por esta Cuba, ¡coño! Sí... ve a la misa… den misa y sigan hablando y sigan hablando y sigan luchando por los que quedan, porque aquí hay miles todavía presos… Ahora lo suavizan un poco porque ha muerto todo un hombre, pero dentro de poco les vuelven a echar mano otra vez. Se están muriendo tapiados en Boniato, coño, sin que se haga nada por ellos. Nada… Óyeme y aquí estaré yo al pie con ellos para morirme aquí junto con ellos y poderme encontrar con mi hijo… Lo que tengo aquí algunas personas que vienen, porque no hacen más que estar vigilando y chivando y cuando no es una perseguidora es otra cosa. Esa noche vinieron más de ocho perseguidoras sin tener a mi hijo a mi lado… Al otro día me avisaron que mi hijo estaba muerto, coño. Qué va a hacerse si ése es el asesino más grande que ha dado Cuba. Le dices que me moriré aquí... Junto a los presos… Cuando me dijeron Pedro Luis Boitel está enterrado, ya está enterrado… Decirle eso a una madre… Y me cogieron presa y me metían golpes ahí y todo… No. .. No… ¡No, fíjate que ellos mismos confiesan que han cometido el error más grande de su vida! ¡Pero él ha muerto! ¡Pero él ha muerto ya! Sus compañeros de celda quemaron colchones, desbarataron las camas y todo protestando para que le dieran, para que le dieran asistencia médica, coño…
(Aquí cortan la conversación.)

Arcadi Espada sobre el atentado contra la casa cuartel de Vic

Escribe Espada sobre el atentado, hace 20 años, contra la casa cuartel de Vic.

Destaco:

Nadie en Vic salió a la calle para llamarles a los asesinos por su nombre de pila. Ni aquella tarde ni al día siguiente ni nunca. (...) Apenas dos años después de la matanza sí salió Vic en manifestación airada. Para protestar por que fueran a reconstruir el cuartel cerca de una escuela. A ver si al final van a darnos a nosotros. Lo que a mí siempre me ha fascinado del pueblo, más que su sentido ético, es el estético.


Hace 20 años, situaos por Arcadi Espada.

Hace 20 años, exactamente la tarde del 29 de mayo de 1991, ETA mataba a diez personas, algunas muy pequeñas, haciendo estallar un coche bomba contra la casa cuartel de la guardia civil en Vic. La imagen del atentado, obra de Pere Tordera, fue la del guardia civil que llevaba entre sus brazos a una niña herida, sin pie. Hoy le hubieran cortado el pie otra vez para no herir la sensibilidad. Es una foto inmensa, un orgullo del periodismo y de la vida. Vuelvo a verla, y al guardia, en el reportaje de David Fontseca que dio el domingo Antena 3. En ese trabajo hay una escena que me quita el sentido. Un hombre que dice: «Yo era el guardia de la puerta». Y que se culpa, suavemente, sin estridencias, profundamente, porque por esa puerta pasó el coche asesino. «Era mi servicio». Todo lo que dice, y también su forma de mirar adentro, es de una gran nobleza desolada. «Yo era el guardia». Es muy grande, pero la nobleza del caso se acaba en esos guardias triturados.
Nadie en Vic salió a la calle para llamarles a los asesinos por su nombre de pila. Ni aquella tarde ni al día siguiente ni nunca. Eso se apreciaba mejor en el exquisito reportaje que sobre el caso dio hace algunas semanas TV3. Hace dos años, dos, se avinieron a poner un placa en el lugar de los hechos: «A todas las víctimas del terrorismo». Otra exquisitez. Todas. Un disparo por elevación. La solidaridad con las víctimas remotas cubre nuestra indiferencia hacia las próximas. En cualquier caso en la lengua está todo. Nunca hubo el atentado de Vic. Como, al contrario, sí hubo el atentado de Hipercor. El atentado contra la casa cuartel de Vic: eso es lo justo y necesario. Apenas dos años después de la matanza sí salió Vic en manifestación airada. Para protestar por que fueran a reconstruir el cuartel cerca de una escuela. A ver si al final van a darnos a nosotros. Lo que a mí siempre me ha fascinado del pueblo, más que su sentido ético, es el estético.
El atentado de Vic fue muy importante desde el punto de vista de la nobleza de los hombres y de las cosas. Dos días después de la bomba el entonces portavoz de Esquerra Republicana escribió aquella frase inolvidable en carta abierta y franca a ETA: «Sólo me atrevo a pediros que, cuando queráis atentar contra España, os situéis, previamente, en el mapa». Ya sé que Carod ha sido muy criticado por esta frase. Por la enjundia moral, deduzco. Pero lo peor es el aparato intelectual. La frase es una bobada técnica. ETA se había situado muy bien, y previamente, en el mapa. Aquel cuartel ni era Vic ni era Catalunya. Lo prueban estos 20 años. Lo prueban hasta ayer, cuando este Mas presidente no asistió al acto de aniversario. Cuando queráis llorar a España, me atrevo a pediros.

Entrevista a Carlos Belmonte Martínez


Destaco:

¿Cuál es su actitud vital ante el dolor?

Quitarlo. El dolor simplemente nos informa de una lesión o una posible lesión. Una vez que se ha leído el telegrama, se rompe y se tira. Lo que hay que hacer es intentar quitar el dolor por todos los medios. No tiene nada de positivo una vez que ha cubierto su papel, que es informar de que hay algo que funciona mal. Nada más. Todo lo demás es completamente innecesario. Son mecanismos adaptativos que se han desarrollado durante la evolución pero pensar que la naturaleza es inteligente es bastante estúpido. La naturaleza es la naturaleza y tiene unos patrones de funcionamiento que no encierran ningún tipo de racionalidad. El dolor es un mecanismo adaptativo útil y que nos ha permitido sobrevivir, pero en el momento que empieza a molestar, fuera.


Usted ha criticado que el excesivo igualitarismo en la Universidad haya frenado los intentos por crear élites intelectuales y científicas. ¿Realmente cree que España adolece de esas élites?

Es una de mis frustraciones personales porque he luchado mucho por mejorar la calidad de la Universidad y digo siempre en broma una frase de Marguerite Yourcenar en Opus nigrum que decía: "todo constructor a la larga sólo edifica un derrumbamiento". Muchas de las cosas que he hecho al final me he limitado a ver cómo se caen.


¿Cómo se cayó la de la Universidad?

El extrapolar a la Universidad valores como la democracia y la decisión por consenso es una estupidez. Se ha cometido un gran error. En la Universidad las decisiones no se deben adoptar por mayoría. Es el conocimiento el que tiene que prevalecer, y reconocer que hay gente mejor que otra para eso. No quiere decir que sean mejores; quiere decir que son mejores para eso. Entonces, reconozcamos que son mejores científicos y démosles las condiciones para que desarrollen idealmente su trabajo. Si el interés de la colectividad es que se haga buena ciencia, elíjase al señor que está haciendo mejor ciencia y déjesele hacer como él considere que deba hacerse.