Coincido donde Herrera con un Barroso que se proclama comunista. Espero unos minutos. Pero sigue manejándose en la tertulia con total comodidad. Le digo algo, claro. Y es que me vienen a la cabeza los pobrecitos nazis o pederastas que llevan sus vicios en secreto, tal vez con orgullo, pero sin exhibición pública. Se sorprende y hasta se molesta el comunista. Sí que lo siento. Y le agradece a Herrera que le dé la voz que otros le niegan. Luego dice, con mucha gracia, que los cubanos no pasan hambre, solo apetito.
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