Yris Tamara Pérez Aguilera, Donaida Pérez Paseiro y Yaimara Reyes Mesa desaparecidas. Angélica mora




Mi nombre es Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, esposo de la activista arrestada, golpeada y desaparecida Yris Tamara Pérez Aguilera. La última comunicación que sostuve con mi esposa fue en la mañana de este lunes 26 de septiembre de 2011 cuando, desde el Reparto Río Verde, en La Habana, me comunicaba que estaba en ese momento saliendo en una marcha con otros activistas a exigir la libertad de Sara Marta Fonseca Quevedo y el resto de los activistas que con ella habían sido arrestados.

Según testimonio de los que participaron en la marcha, las personas que presenciaron el hecho, como Julio León Fonseca, hijo de Sara Marta, dice que contra mi esposa Yris, contra Donaida Pérez Paseiro, contra Yaimara Reyes Mesa se desató una brutalidad muy fuerte. Fueron golpeadas, pateadas y demás.

Hasta el momento no hemos tenido noticias de ellas, sí hemos observado algo muy preocupante y es que, a raíz del arresto, mi vivienda ha sido sitiada y se mantiene un sitio muy fuerte contra ella. Numerosos efectivos de la policía política están muy cerca, a veinte o treinta metros de mi casa. Los teléfonos continúan interrumpidos, es decir con la señal típica de cuando están desactivados, en este caso presos.

Mi esposa, por ende, en el lugar que la tengan, si está viva, tiene que tener una situación de salud extremadamente crítica producto de sus serios padecimientos de diabetes, asma y epilepsia, y que tenemos por costumbre, por principios, en cada uno de estos arrestos mantener una huelga de hambre y sed contra la arbitrariedad de este arresto.

Estoy responsabilizando a la dictadura castrista de lo que pueda sucederle, y si en algún momento ha sido liberada de alguna unidad, eso no es cierto, estoy desmintiendo como esposo de ella cualquier versión que indique que mi esposa ha sido liberada de cualquier unidad, tanto mi esposa como Donaida como Yaimara.

Estoy responsabilizando al régimen castrista en las personas de los agentes de la policía política Bolodia, Camilo, altos oficiales de la Seguridad del Estado, así como a Idel González Morfi, alias Clavo de Línea, quien trató también de insinuar que mi esposa iba a ser liberada en horas de ayer y mi esposa aún no ha dado señales de vida.”





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