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Extractos:
Ahora bien, la pregunta es: ¿en qué sentido podríamos asegurar que los derechos y libertades de los ciudadanos estarían más seguros en esa situación que en la actual? La triste respuesta es: en ninguno, porque la llamada división de poderes no protege realmente al ciudadano. Los legisladores con un Poder Legislativo independiente también podrían violar la libertad con leyes antiliberales como las actuales; el Ejecutivo podría ser tan intervencionista como ahora o más; y los jueces podrían someternos como hacen ahora o más si fueran realmente independientes (confieso que una de mis pesadillas es vivir en una sociedad donde todos los jueces fueran como Garzón). Todo esto se haría, como ahora, en nombre de la “extensión de derechos”.
No existe en realidad la división de poderes, porque el poder no se divide, se ejerce o no. Y en realidad la libertad no tiene nada que ver con la forma del poder, sino solamente con sus límites.
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