Uno de los roles esenciales de los gobiernos es el de proteger la propiedad privada y proporcionar un ambiente de seguridad y orden en el que puedan llevarse a cabo las actividades económicas. Ambas funciones son esenciales para la creación de riqueza: en un entorno de elevada criminalidad, donde las propiedades y las personas no están seguras, es muy difícil que se generen actividades productivas.
Carlos Alberto Montaner sobre el terror y su recuerdo en Alemania:
Hay una sección especial dedicada a las víctimas. En primer lugar, claro, están las razas enemigas, encabezadas por los judíos. Los nazis los odiaban y los responsabilizaban de casi todos los males que aquejaban a la sociedad. Mataron a seis millones. No los exterminaron a todos porque los aliados lo impidieron, pero ese era el propósito. Borrarlos de la faz de la tierra. Los gitanos eran la otra raza destinada a la extinción. Más que odiarlos, los despreciaban como seres subhumanos. Varios cientos de miles fueron asesinados en los campos de la muerte.
Fernado Díaz Villanueva sobre los austrias y su mala gestión económica:
La dinastía terminó con un Carlos y empezó con otro, los dos mandibulones, contrahechos y feos como diablos. El debut corrió a cargo de Carlos I, holandés de nacimiento y alemán de vocación que, aunque se decía muy enamorado de España, hizo todo lo posible para hundirla en la miseria. Se metió en todas las guerras que pudo, se compró la corona del Sacro Imperio y dejó la hacienda hecha unos zorros; la hacienda castellana, se entiende, que fue quien soportó los delirios imperiales de esta advenediza familia.
Damien Cave sobre la reducción de la migración de Méjico a Estados Unidos:
The extraordinary Mexican migration that delivered millions of illegal immigrants to the United States over the past 30 years has sputtered to a trickle, and research points to a surprising cause: unheralded changes in Mexico that have made staying home more attractive.
Andreas Bergh y Magnus Henrekson sobre la economía americana y la sueca (en español):
Fifty years ago, Sweden and America spent about the same on their government, a bit under 30% of GDP. This is no longer true. In the years leading up to Sweden's financial crisis in the early 1990s, government spending went as high as 60% of GDP. In America it barely budged, increasing only to about 33%.
While America was maintaining its standing as one of the world's wealthiest nations, Sweden's standing fell. In 1970, Sweden was the fourth richest country in the world on a per capita basis. By 1993, it had fallen to 17th.
Para estos economistas, hace cincuenta años, en 1960, los gobiernos de Suecia y los Estados Unidos gastaban aproximadamente lo mismo, algo menos del 30% del PIB. Esto ya no es así. En los años previos a la crisis financiera de Suecia en la década de 1990, el gasto gubernamental llegó al 60% del PIB. En Estados Unidos prácticamente no se había movido, aumentando sólo hasta un 33%. Mientras que Estados Unidos mantenía su posición como uno de los países más ricos del mundo, Suecia cayó. En 1970, Suecia era el cuarto país más rico del mundo en renta per cápita. En 1993, había bajado al 17.
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