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Qué es el Tea Party en diez puntos

Jordi Pérez Colomé.



ronto hará tres años de la aparición del Tea Party. Su peso en la política americana es aún notable. Además de impulsar a bastantes candidatos al Congreso en 2010, este año se verá si pueden llevar a su candidato a la Casa Blanca. Entre las elecciones de 2010 y las que empiezan ahora he visto bastantes actos de distintos Tea Party y he charlado con docenas de miembros en cuatro estados. Estos son los rasgos que coinciden:

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1. El Tea Party no existe. El Tea Party no es una organización jerárquica con una base y unos miembros. Son unos tres mil grupos repartidos por todo el país; es difícil calcular el número exacto porque no siempre es posible saber si están activos. Cada uno tiene su coordinador, que alguna vez ha podido ir a las reuniones nacionales para compartir experiencias que hacen los Tea Party Patriots, una especie de dirección global. Pero se gestionan por separado.
El Tea Party no tiene por tanto una opinión ni un objetivo unificado. Cada grupo tiene entre unas decenas y varios centenares o miles de miembros. Los seguidores también son distintos: coinciden en algunos asuntos básicos, pero no es raro que entre ellos discutan. Hay líneas rojas -poco gasto público, pocos impuestos, muchos derechos individuales-, pero también debates interesantes: los dos últimos que he oído eran sobre si legalizar las drogas y sobre si atacar a Irán.
La mayoría de miembros del Tea Party no estaban implicados en política “hasta que sintieron que el país se iba al garete”, que es una frase que oigo a menudo. La religión es una parte central de sus vidas, pero hay miembros del Tea Party -una minoría- que pueden ver asuntos clave como el aborto como inevitable; “son católicos”, me dijo uno. En el vídeo, cantan el himno americano en una reunión del Tri-County Tea Party.


Carta a Arcadi Espada 03.09.2011



Por la carta de don Arkaitz Mendia deduzco que la jornada laboral de los profesores es de 35 horas semanales y que se les ha bajado el sueldo un 5%. Sobre los días de vacaciones de los que goza un profesor me gustaría tener información adicional.

Las protestas, de algunos profesores y algunos de sus representantes, se centran en que ahora dedicarán dos horas más a la semana a impartir clases, lo que supone un incremento de un 11%, aproximadamente, aunque eso no incrementará las horas totales trabajadas.

Y con estos datos, y otros más, hay algunos que se plantean hacer huelga. Con un par.

Aquí dejo un interesante enlace. Es una propuesta de reforma educacional para Chile de José Piñera. Entre otros temas, habla sobre la productividad, que menciona don Arkaitz:

Las discusiones de remuneraciones se darían al interior de cada escuela entre los profesores y los dueños, y se hablaría de productividad, capacidades individuales bien evaluadas, y resultados docentes. Los mejores profesores ganarían más que los malos profesores, y sería ese un incentivo poderoso para mejorar la calidad de las clases y el perfeccionamiento docente. No habría paros nacionales que sólo dañan a los niños pobres. Los educadores que sean capaces de retener a los mejores profesores, pagándoles sueldos que reflejen su verdadero aporte y tratándolos con dignidad, tendrán las mejores escuelas”.


En su artículo, las próximas elecciones, da usted a entender que Zapatero es una marioneta y que Merkel es la presidenta de facto en España. No puedo estar más en desacuerdo. El señor Zapatero es el responsable máximo de todas las políticas que se han dado durante su mandato, para eso fue elegido. Si alguna de las políticas que ha tomado no son de su agrado, eso debe quedar para él, es su problema. La realidad es que ha apoyado medidas como esta última de la reforma constitucional, a las que previamente se había opuesto, y que incluso habían ridiculizado dentro de su propio partido.

Lógicamente hay presiones de todo tipo e intereses cruzados, que afectan a las decisiones de Zapatero, pero no en mayor medida que las que puedan afectar a sus artículos los intereses de la editorial de El Mundo o de su director Pedro J. Ramírez. Y no creo que usted se atreva a decir que sus propios artículos se los esté dictando don Pedro.

Puede usted argumentar que Zapatero está de salida, y usted es un peso pesado que está asentado en el periódico. Pero entonces le pongo el ejemplo de Factual. Su última comunicación con sus lectores fue ejemplar, y entiendo que usted tampoco se atrevería a decir que le fue dictada, ni que los últimos días que pasó en la redacción usted fuese un mandado.

Creo que el argumento de que Zapatero estuvo mandado por los mercados, Merkel, Sarkozy u otros, es un mantra, que sin duda se impondrá con los años. Pero que no se corresponde con la realidad. Tantos años ha estado usted escribiendo que la responsabilidad primera es del que firma, y ahora me viene con esto. ¡No me confunda Espada!


En su artículo, reaccionarios, compara usted al Tea Party y al 15-M. Me parece que la comparación está cogida por los pelos, bajo mi punto de vista hay diferencias abismales. Dos de ellas son la organización y la representatividad, el Tea Party ha ido a las urnas a comprobar que apoyo tenía y a defender sus ideas siguiendo los cauces marcados por la ley, y otra diferencia se refiere a la violencia, nadie en representación del Tea Party ha invadido el espacio público, nadie ha intentado evitar desahucios, ni detenciones por parte de la policía, etcétera. Aunque esta última diferencia podría llevarme a una tercera, porque hay gente que podría argumentar que todas las personas que han realizado estas acciones no son integrantes del 15-M. Es complicado saberlo, no han dado el paso al frente para poder identificarlos sin ninguna duda.

Saludos cordiales.