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Últimas declaraciones públicas de Laura Pollán. José Hugo Fernández


Las Damas de Blanco hemos sobrevivido con la ayuda económica que nos envían algunas organizaciones para nuestros presos. De ahí obtenemos recursos para confeccionar las jabas (alimentos, medicinas… ) de quienes están privados de su libertad, así como los viajes y el sostén de la familia. Estas organizaciones continúan brindándonos su apoyo, al igual que otras formadas por fundaciones norteamericanas, agrupaciones del exilio cubano y asociaciones de medios de divulgación masiva. Existen otras instituciones extranjeras no gubernamentales que se solidarizan con nuestra causa y alguna que otra vez nos hacen donaciones. Quiero destacar que entre estas últimas se encuentra España, país amigo nuestro que realizó una campaña de solidaridad humanitaria muy importante y jugó un papel primordial en el apadrinamiento al preso, acción que constituyó el sostén fundamental para muchos familiares en toda Cuba. A estas organizaciones que se ocuparon y preocuparon de nuestras familias en los momentos más críticos deseamos les llegue nuestro eterno agradecimiento.


Leer entrevista completa en Apuntes de una periodista.

La misteriosa muerte de un disidente en La Habana. Mary Anastasia O'Grady


Durante más de ocho años, el régimen de Castro hizo su mejor esfuerzo para silenciar a la líder de las Damas de blanco, Laura Pollán. Hace 10 días Pollán quedó en silencio. Falleció, luego de una breve enfermedad, en un hospital en La Habana.

Funcionarios del hospital inicialmente afirmaron que murió de un paro cardiorrespiratorio. Pero según Berta Soler, la vocera de las Damas de blanco en La Habana, el certificado de defunción dice que Pollán sucumbió a diabetes de tipo II, neumonía bronquial y un virus "sincicial".

Ya que no había atención médica independiente disponible para tratarla y no hubo autopsia, es improbable que alguna vez sepamos las causas reales de la muerte de Pollán. Sí sabemos que aunque era diabética con hipertensión, ambos cuadros estaban bajo control y no necesitaba inyecciones de insulina regulares. De hecho, estaba saludable sólo semanas antes de su muerte, según amigos y familiares. También sabemos que mientras más tiempo pasaba bajo cuidado médico estatal, más se enfermó.

No es sorprendente que la oposición cubana tenga sospechas sobre la muerte de Pollán, y sus preocupaciones merecen difusión aunque sólo sea por la naturaleza del régimen totalitario, que aprendió su oficio de la Europa del Este comunista, donde se refinó la práctica de eliminar enemigos mientras estaban bajo custodia estatal.


Leer texto completo en The Wall Street Journal.



Laura Pollán, Dama de Cuba. Mercedes Montero


La lucha de las Damas de Blanco, de Laura Pollán, es la lucha del también difunto Orlando Zapata; y la de Óscar Elías Biscet, Guillermo Fariñas y el propio esposo de Laura, Héctor Maseda, periodista independiente que recibió una condena de 20 años de cárcel en la denominada Primavera Negra, la oleada represiva que se cernió sobre los demócratas cubanos en el año 2003. Junto con otros once presos –todos ellos miembros del célebre Grupo de los 75–, Maseda rechazó el destierro o el exilio forzado a España.

Miles de cubanos han dejado sus vidas, o quedado en un estado físico deplorable, en los inmundos calabozos de las cárceles castristas.


Su protesta siempre fue pacífica. Las Damas visten de blanco, de ahí su nombre; asimismo, suelen llevar gladiolos blancos en las manos. Estas dignísimas mujeres han sido víctimas de incontables abusos y atropellos; han sido arrastradas, golpeadas, insultadas, no sólo por las fuerzas policiales, sino por turbas armadas con palos y piedras. Pues ni siquiera ante tal violencia las Damas de Blanco se han amilanado; al contrario: con la perseverancia de quienes saben que la razón les asiste han seguido luchando día tras día.


Leer completo en Libertad Digital.

Detienen a opositores tras muerte de Laura Pollán

Varios opositores y Damas de Blanco han sido detenidos por la policía política, para impedirles que asistan a los funerales de la líder de la organización, Laura Pollán, quien falleció el viernes por la noche de un paro cardíaco en el hospital Calixto García de La Habana.

El periodista independiente Luis Felipe Rojas declaró a Radio Martí que agentes de la policía se encuentran en los alrededores de su casa y de otros activistas de derechos humanos.

“La policía política rodeó las casas de varios opositores en varias provincias del oriente de Cuba, y específicamente en Holguín Caridad Caballero Batista e Isabel Peña Martínez fueron detenidas cuando decidieron salir de sus casas tras señalar que sus viviendas no eran calabozos”, señaló.

Felipe Rojas informó que también fueron detenidas en Banes, Marta Díaz Rondón y Mildred Sánchez Castilla.


El opositor Raumel Vinajera manifestó que también han sido detenidas en Santiago de Cuba las Damas de Blanco, Tania Montoya, Aimé Garcés Leiva y Belkis Cantillo Ramírez, y añadió que la casa del expreso político José Daniel Ferrer García se encuentra rodeada por agentes de la policía.


El expreso de conciencia José Daniel Ferrer García informó que todavía no han sido liberadas nueve de las once mujeres que fueran detenidas por la policía política, para impedirles que asistieran a los funerales de Pollán, en La Habana.




Laura Pollán 1948-2011


Laura Pollán, líder del grupo disidente de las Damas de Blanco y uno de los rostros más conocidos de la causa por los presos políticos cubanos de la Primavera Negra de Cuba, falleció este viernes en La Habana tras una semana en estado muy grave por una insuficiencia respiratoria y descompensación diabética.

Pollán, de 63 años, sufrió en la tarde del 14 de octubre un paro cardiaco que no logró superar después de haber permanecido ingresada desde el día 7 en el hospital “Calixto García” de la capital cubana.

Al parecer, la disidente cubana había contraído dengue de tipo cuatro que se combinó con otro virus identificado como “sincitial respiratorio“, que ataca principalmente a infantes, personas inmunodeprimidas y de la tercera edad.

Su cuadro se complicó por la diabetes crónica que padecía desde hacía años.


Fuentes:



Entrevista a Héctor Maseda

Cuando, en la primavera de 2003, Héctor, con una sustancial hoja de servicios como periodista independiente, a la vez que presidente del Partido Liberal Democrático de Cuba, fue condenado en juicio sumario a 20 años de cárcel, junto a otros 74 disidentes, Laura decidió abandonar su empleo como profesora de español para dedicarse por entero a la atención de su esposo y a reclamar justicia tanto para él como para los demás prisioneros políticos. Así se convertiría en cofundadora del movimiento Damas de Blanco, que aún hoy lidera. 

Al no aceptar la coyunda del destierro como requisito para su liberación, Héctor estuvo entre los últimos prisioneros de conciencia en salir de la cárcel. En tanto, Laura no dejaba de exigir justicia, aun en medio del proceso de excarcelaciones.

Hoy, Laura y Héctor están juntos al fin en su casa de La Habana. Pero no parecen dispuestos a contemplar el tan bien ganado derecho al reposo del guerrero.

Él no depone su vertical conducta como opositor. Ella continúa al frente de las Damas de Blanco, consciente de que si los atropellos, abusos e injusticias del régimen no cesaron con la excarcelación de los presos de la llamada Primavera Negra, no hay motivo para dejar de reclamar su fin protestando en las calles.



CUBANET: ¿No les tienta la idea de reiniciar la vida en otro país, restaurando la paz y la estabilidad hogareña que les ha faltado durante tantos años, y más aún sabiendo que es un proyecto que ahora está a su alcance con relativa facilidad?

H. MASEDA: No y mil veces no. En los años 80 tuve la posibilidad de salir del país y no regresar jamás. Lo pensé y me entusiasmó la idea. Tuve propuestas, primero de estudios de especialización y luego de trabajo que no admitían su rechazo, pero era único hijo, mis padres, ancianos, no gozaban de buena salud y requerían mi presencia. De modo que rechacé la idea. Algunos problemas laborales y sociales momentáneamente me la hicieron retomar en un par de ocasiones posteriores, pero no me convencieron los argumentos que analicé en aquellos momentos. Es cierto que en la actualidad abandonar el país definitivamente es un proyecto que con relativa facilidad está a nuestro alcance (de Laura y mío). Pero no me interesa. Ni ella ni yo dañamos a nuestro país y pueblo con la presencia de ambos en la tierra que nos vio nacer. ¡Qué se vayan los gobernantes actuantes que tanto tiranizan y afectan a su pueblo!