No conocía a Madina hasta aquel 19 de febrero de 2002 en el que una bomba lapa colocada debajo de su coche hizo explosión mientras se dirigía a su trabajo, causándole una grave mutilación. Sentí hacia él desde entonces la piedad que merece toda víctima del terrorismo, por más que su actitud me produjera alguna perplejidad: en sus declaraciones siempre mostraba más inquina contra sus adversarios políticos que la que le suscitan quienes atentaron contra él y asesinaron a 858 personas. Recuérdese su afirmación “Bush es un asesino” o su legendaria anotación sobre Ángel Acebes, por citar dos ejemplos:
La represión policial de la manifestación del 25-S contra el Congreso de los Diputados, ha merecido su opinión, que pueden oír en el vídeo que ilustra este comentario. No es su crítica a las cargas policiales, lo que ha llamado mi atención, sino la manera de argumentar, los términos de la comparación y su desmemoria:
“La contención de la manifestación también se les fue de las manos (a los del PP). Yo creo que las imágenes de las cargas policiales son claramente excesivas y si uno las compara con la gestión de manifestaciones de descontento de otro tiempo en el que estábamos gobernando nosotros creo que las diferencias hablan por sí solas, ¿no?”
Muy escuetamente:
Fecha: Hace cinco meses (5 de abril de 2012)
Lugar: Bilbao, capital de la circunscripción electoral por la que Madina es diputado, como cabeza de lista del PSE.
Hechos: Tras un partido de la Liga Europa que había enfrentado en San Mamés al Athletic con el Schalke 04, la Ertzaintza (Policía autonómica) realizó una carga en la zona en la que los aficionados celebraban la victoria del equipo local. Íñigo Cabacas, de 28 años, recibió un pelotazo de goma en la cabeza a consecuencia del cual murió pocos días más tarde.
Máximo responsable político de la Ertzaintza: Rodolfo Ares, consejero de Interior. Partido Socialista de Euskadi, del tiempo en el que gobernaba el ‘nosotros’ de Eduardo Madina.
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