Un clásico sobre la historia de España, entre los años 1469 y 1716. Lo incluyo entre mis libros.
El libro se centra en su primer tercio en Los Reyes Católicos, para continuar con un repaso de la historia de España hasta el año 1716. Carlos V y Felipe II son los otros dos reyes cuyas épocas son analizadas en profundidad. Los gobiernos y administraciones de estos reyes tienen un lugar destacado en la obra. El abarcar un periodo de tiempo enorme implica que haya temas que necesariamente se quedan en meras pinceladas.
La conquista de América es un tema en el que no entra a fondo. El libro se centra en el Imperio visto desde la península, y más concretamente desde Castilla. El tema económico está tratado ampliamente, con un muy interesante análisis del autor.
El libro me ha resultado muy ameno y fácil de leer, sin las notas habituales en muchos libros que hacen que la lectura sea poco ágil. Cuando las hay van al pie de página, cosa que me parece lógica, ya que al incluirlas al final hace la lectura muy incómoda. Hablo del papel evidentemente, ahora con los lectores electrónicos todo es más sencillo.
Ya en el prólogo, página 8, el autor se pregunta:
¿Cómo pudo ocurrir todo esto, y en tan corto espacio de tiempo? He aquí un problema con el que se han enfrentado varias generaciones de historiadores, ya que plantea en forma muy viva una de las más complejas y difíciles cuestiones históricas: ¿qué es lo que dinamiza de repente a una sociedad, despierta sus energías y la lanza a la vida? Esto sugiere a su vez un corolario, no menos importante en el caso de España: ¿cómo pudo esa misma sociedad perder su ímpetu y su dinamismo creador, a veces en un período de tiempo tan corto como el que necesitó para adquirirlos? ¿Se perdió realmente algo vital o la misma realización inicial no fue sino un engaño, como empezaton a pensar los españoles del siglo XVII?A lo largo de la obra trata de aclarar todas esas preguntas, y nos ayuda a entender mejor la historia de España.
Hay muchos datos interesantes en la obra, como éste que analiza la variación de la población:
Los 430.000 habitantes de 1365 se vieron reducidos a 350.000 hacia 1378 y a 278.000 hacia 1497 y la población no volvió ni siquiera a aproximarse a las cifras de antes de la Peste Negra hasta la segunda mitad del siglo XVI. (P. 33).También trata el tema judío:
Durante la Edad Media la comunidad judía había desempeñado un papel de primer orden en la vida cultural y económica, tanto de Castilla como de la Corona de Aragón. Mientras otros Estados de la Europa occidental habían expulsado a sus judíos, éstos seguían siendo tolerados en España, en parte porque eran imprescindibles y en parte porque la existencia en suelo español de un tolerante reino moro hubiese reducido la efectividad de cualquier medida general de expulsión. Durante la epidemia y los años críticos de mediados del siglo XIV, sin embargo, su situación empezó a hacerse cada vez más inestable: Los predicadores alimentaban contra ellos el odio popular, que llegó a su punto álgido con los motines antijudíos que se extendieron por Castilla, Cataluña y Aragón en 1391. Para salvar sus vidas muchos aceptaron el bautismo /, hacia el final del siglo XV, estos judíos convertidos, conocidos con el nombre de conversos o marranos, igualaban y quizá superaban en número a aquellos de sus hermanos que habían sobrevivido a las matanzas y seguían fieles a la fe de sus antepasados. (P. 109).Demostrando que el holocausto no fue más que la culminación de una persecución y odio ancestrales. Un buen libro sobre el tema es Aly Herscovitz. Cenizas en la vida europea de Josep Pla.
Hay apuntes interesantes sobre los metales preciosos traídos de América:
[D]e 1503 a 1660 llegaron a Sevilla unos 16 millones de kilos de plata -casi el triple de reservas europeas- frente a 185 000 kilos de oro, cantidad que venía a aumentar en una quinta parte las existencias de oro de Europa. (P. 194).La anexión de Portugal es analizada:
[L]a anexión de Portugal había creado nuevas dificultades a España, también había traído oportunidades inmejorables. Había dado a España un nuevo poderío naval, haciendo de la combinación de las flotas mercantes española y portuguesa Ia mayor del mundo: de 250.000 a 300.000 toneladas, frente a las 232.000 toneladas de los Países Bajos, y las 42.000 de Inglaterra. (P. 299).Echa por tierra mitos sobre la derrota de la Armada Invencible:
Los efectos materiales de la derrota de la Armada fueron, sin embargo, mucho menos terribles. De un total de 130 naves, por lo menos dos tercios consiguieron volver a España. Además, la flota española no sólo repuso sus bajas con notable rapidez, sino que incluso se convirtió en una fuerza más poderosa aún de lo que había sido. (P. 313).Las anteriores son sólo pinceladas de una obra que trata muchos temas y los analiza eficaz y humildemente. Les recomiendo el libro, merece la pena.
Autor: John Elliott.
Título: Imperial Spain (La España imperial).
RBA Coleccionables. 2006.
454 páginas.
Como hispanoamericana estoy gratamente sorprendida de este hallazgo, el autor del blog, un ciudadano español de estos días, orgulloso de su tradición monárquica simplemente como hecho histórico. Es frustrante toparse con españoles aturdidos y hasta abochornados por la épica monárquica y clerical.Pónganse estupendos estos indignados españoles desapareciendo a reyes y catedrales y les quedará sólo una cancha de football culé. Gracias por tu recoendación Manu, que ya somos dos los orondos por nuestra estirpe castellana.
ResponderEliminarYvonne Lollett
Jajajaja, no estoy orgulloso, es de dónde venimos. Debemos conocer nuestra historia.
EliminarUn abrazo castellana.