Dos visiones de la crisis financiera

Carlos Rodríguez Braun.



Para que ponderase el papel de la libertad en la crisis, mi amigo José Carlos Diez me recomendó este estudio de la Reserva Federal de Nueva York: Z. Pozsar, T. Adrian, A. Ashcraft y H. Boesky, “Shadow Banking”, Staff Report Nº 458, julio 2010, http://goo.gl/5usiz.
Los autores alaban, por un lado, el intervencionismo, y afirman que se han acabado las carreras bancarias gracias al seguro de depósito de la FDIC, pero a continuación admiten que el sistema es frágil en su esencia, al tener pasivos a corto y activos a largo. Y por eso la intervención da lugar a la necesidad de...
intervención. Dicen que la banca en la sombra fue pensada como algo seguro y no necesitaba ayuda, pero a la vez afirman que cualquier sistema como el actual necesitará ayuda siempre: “prívate sector balance sheets will always fail at internalizing systemic risk. The oficial sector will always have to step in to help”. Más aún: “shadow banks will always exist”. Y no se trató de un ejemplo de liberalismo y desregulación: el esquema en el que sobresalían Fannie Mae y Freddie Mac, con garantía pública implícita, no fue paradigma del mercado libre.
En suma, el lío fue creado o propiciado por los reguladores, la banca en la sombra creció legalmente ante sus narices y se abrió camino gracias a la expansión monetaria orquestada por las autoridades.
Por otro lado, John A. Allison, que trabajó durante 40 años en banca, llegó a ser presidente de BB&T y fue incluido entre los 100 CEO más exitosos del mundo por la Harvard Business Review, escribe sobre “The Real Causes of the Financial Crisis”, Cato's Leter, invierno 2012, http://goo.gl/lF5sW.
Allison subraya que en la banca no se trabaja para los accionistas realmente, sino para los reguladores, que padecen “la fatal arrogancia” conforme a la cual un grupo de sabios puede organizar la economía, la sociedad y, por supuesto, las finanzas. Su conjetura es que la crisis, la recesión y la lenta recuperación se deben al intervencionismo. Refuta la vieja ficción conforme a la cual el seguro de depósitos justifica la regulación porque garantiza la calma generalizada; para él, el FDIC contribuyó a todas las crisis, aunque la actual fue principalmente debida a los errores del intervencionismo en la política monetaria y la actividad de las entidades cuasiestatales Fannie Mae y Freddie Mac.
El FDIC destruye la disciplina: las entidades que quebraron partieron del FDIC y emprendieron estrategias inconcebibles si ese seguro fuera privado, mientras que la regulación presionó para aumentar el crédito a partir de entidades como Fannie Mae y Freddie Mac, que no existirían en un mercado libre. El intervencionismo creó los préstamos subprime, y además lo hizo con orgullo, para lograr la igualdad, la cohesión y la justicia social.
Allison constata que los reguladores salen de las turbulencias con más dinero y poder que antes, y sin escarmiento por sus responsabilidades en la gestación y agravamiento de la crisis.

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