Para que ponderase el papel de la libertad en la crisis, mi amigo José Carlos Diez me recomendó este estudio de la Reserva Federal de Nueva York: Z. Pozsar, T. Adrian, A. Ashcraft y H. Boesky, “Shadow Banking”, Staff Report Nº 458, julio 2010, http://goo.gl/5usiz.
Los autores alaban, por un lado, el intervencionismo, y afirman que se han acabado las carreras bancarias gracias al seguro de depósito de la FDIC, pero a continuación admiten que el sistema es frágil en su esencia, al tener pasivos a corto y activos a largo. Y por eso la intervención da lugar a la necesidad de...
intervención. Dicen que la banca en la sombra fue pensada como algo seguro y no necesitaba ayuda, pero a la vez afirman que cualquier sistema como el actual necesitará ayuda siempre: “prívate sector balance sheets will always fail at internalizing systemic risk. The oficial sector will always have to step in to help”. Más aún: “shadow banks will always exist”. Y no se trató de un ejemplo de liberalismo y desregulación: el esquema en el que sobresalían Fannie Mae y Freddie Mac, con garantía pública implícita, no fue paradigma del mercado libre.
En suma, el lío fue creado o propiciado por los reguladores, la banca en la sombra creció legalmente ante sus narices y se abrió camino gracias a la expansión monetaria orquestada por las autoridades.
Por otro lado, John A. Allison, que trabajó durante 40 años en banca, llegó a ser presidente de BB&T y fue incluido entre los 100 CEO más exitosos del mundo por la Harvard Business Review, escribe sobre “The Real Causes of the Financial Crisis”, Cato's Leter, invierno 2012, http://goo.gl/lF5sW.
Allison subraya que en la banca no se trabaja para los accionistas realmente, sino para los reguladores, que padecen “la fatal arrogancia” conforme a la cual un grupo de sabios puede organizar la economía, la sociedad y, por supuesto, las finanzas. Su conjetura es que la crisis, la recesión y la lenta recuperación se deben al intervencionismo. Refuta la vieja ficción conforme a la cual el seguro de depósitos justifica la regulación porque garantiza la calma generalizada; para él, el FDIC contribuyó a todas las crisis, aunque la actual fue principalmente debida a los errores del intervencionismo en la política monetaria y la actividad de las entidades cuasiestatales Fannie Mae y Freddie Mac.
El FDIC destruye la disciplina: las entidades que quebraron partieron del FDIC y emprendieron estrategias inconcebibles si ese seguro fuera privado, mientras que la regulación presionó para aumentar el crédito a partir de entidades como Fannie Mae y Freddie Mac, que no existirían en un mercado libre. El intervencionismo creó los préstamos subprime, y además lo hizo con orgullo, para lograr la igualdad, la cohesión y la justicia social.
Allison constata que los reguladores salen de las turbulencias con más dinero y poder que antes, y sin escarmiento por sus responsabilidades en la gestación y agravamiento de la crisis.
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