El lunes 12 de febrero de 1979, en torno a las 21:20 horas, la banda terrorista asesinaba al jefe de la Policía Municipal de Munguía (Vizcaya) CÉSAR PINILLA SANZ. Se dirigía vestido de uniforme a su domicilio en Bermeo, tras haber terminado su jornada laboral, cuando varios terroristas, que habían robado a punta de pistola un coche en Guecho, se le acercaron por la espalda y le dispararon un tiro en la nuca.
Al día siguiente, 13 de febrero, el Comando de Apoyo a ETA Andoni Campillo reivindicaba por medio de una llamada telefónica a diversos medios informativos de Bilbao el asesinato. En aquellos años, conocidos como "los años de plomo", junto a ETA militar y ETA político-militar, aparecieron otros grupos en la órbita etarra, como los Comandos Autónomos Anticapitalistas e Iraultza, además de células locales que tenían los mismos fines que ETA. Estos comandos eran una rama más de ETA, que nacieron impulsados por elementos separados o escindidos de las dos facciones oficiales y por miembros del movimiento asambleario.
El Comando o Comité de Apoyo a ETA Andoni Campillo nació en la comarca de Bermeo y Guernica por inciativa de un antiguo miembro de ETA. El primer atentado de este grupo fue el ametrallamiento de las dependencias de la Policía Municipal de Bermeo, el 3 de enero de 1979. Un mes más tarde asesinaron a César Pinilla Sanz.
En febrero de 1986 se desarticuló el comando Andoni Campillo en Vizcaya. Se detuvo a Francisco José Barlomé Francisco, 31 años, Juan Tomás Marguregui, 29 años, Ángel Ugarte Menaca, 36 años, José Luis Bengoa García, 26 años y Fernando Bengoa Garcia 32 años. Los primeros eran naturales y vecinos de Bermeo, mientras los hermanos Bengoa eran naturales de Guernica. Por su implicación en el asesinato de César fue condenado José Luis Bengoa García.
César Pinilla Sanz tenía 48 años y era guardia civil retirado. Estaba casado y tenía una hija. Nacido en Segovia, llevaba seis años en Munguía como jefe de la Policía Municipal. Fue enterrado en Gibraleón (Huelva) de donde era su mujer.
El 12 de febrero de 1983, en torno a las 21:30 horas, PATRICIA LLANILLO BORBOLLA es ametrallada en Tolosa. Era una noche muy concurrida por celebrarse en esos momentos los Carnavales de la localidad, como ocurrió 14 años después con Patxi Arratibel, mediador en el pago del rescate de Emiliano Revilla.
Patricia y su marido, José Luis Alonso Álvarez, fueron ametrallados en su coche poco después de las nueve de la noche en una calle del centro de Tolosa. Estaba a punto de celebrarse la Tamborrada del Carnaval y el matrimonio no se dio cuenta de que varios terroristas (dos o tres según el testimonio de José Luis) se habían colocado junto a la parte frontal del vehículo y el lateral izquierdo, el del asiento contiguo al conductor. Patricia fue alcanzada de lleno y murió en el acto, mientras que José Luis resultó herido grave con dos impactos en el tórax y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
El atentado contra José Luis y Patricia se debió, probablemente, a uno de esos "errores" que cometía la banda asesina de vez en cuando. José Luis era detective privado, especializado en investigaciones laborales, empleado de la agencia Detectives Ortiz a principios de enero, tras haber permanecido cuatro años en paro. Anteriormente, fue delegado de la firma farmaceútica Delagrange, trabajo que abandonó para fundar, junto con varios amigos, una empresa de litografía que fracasó económicamente. En los cuatro años que estuvo en el paro, José Luis Alonso desempeñó de forma esporádica algunos trabajos, como la venta de miniordenadores.
Como empleado de la agencia de detectives, llevaba dos días en Tolosa vigilando desde su vehículo y preparando un informe sobre lo que parecía ser un caso de absentismo laboral. Al parecer ETA le confundió con un miembro de las Fuerzas de Seguridad. Su mujer estaba con él en el coche pues había ido a hacerle compañía un rato tras tomar unos bocadillos en un bar.
Sin embargo, y pese al supuesto error, ETA asumió la autoría del atentado, aunque propagó la idea de que el matrimonio colaboraba con la policía, quizá como forma de justificar la equivocación cometida. Incluso algunas personas extendieron la noche del sábado en Tolosa el rumor de que el herido era un guardia civil, "de los que torturan".
Un Pleno extraordinario del Ayuntamiento acordó suspender los actos oficiales previos a la fiesta, pero ésta se celebró por decisión de las sociedades populares. "A mí personalmente", dijo el alcalde, "me produce sonrojo y vergüenza que ahora estén sonando los tambores".
Uno de los supuestos asesinos de Patricia, José Miguel Bustinza Yurrebaso, alias Ivan, no pudo ser juzgado, pues murió en un enfrentamiento con la Guardia Civil en Bilbao en septiembre de 1997.
Patricia Llanillo Borbolla, de 32 años y ama de casa, era natural de Santander. Estaba embarazada,casada con José Luis Alonso, de 44 años. El matrimonio tenía dos hijos adolescentes, Patricia y Roger, de quince y catorce años respectivamente. José Luis y Patricia eran políticamente de izquierdas y votantes de Euskadiko Ezkerra.
Patricia Llanillo Borbolla, de 32 años y ama de casa, era natural de Santander. Estaba embarazada,casada con José Luis Alonso, de 44 años. El matrimonio tenía dos hijos adolescentes, Patricia y Roger, de quince y catorce años respectivamente. José Luis y Patricia eran políticamente de izquierdas y votantes de Euskadiko Ezkerra.
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