Casi un año después de que se publicara en el periódico que dos abogados de Barcelona habían estafado a un marroquí condenado por error, aprovechándose de que no sabía leer, el Ilustre Colegio de Abogados ha resuelto archivar el caso. “Se acuerda el archivo, sin más trámites”, se lee en la resolución que el ICAB ha comunicado a Ahmed Tommouhi.
Mi noticia de Público se hacía eco de lo ya publicado en un capítulo de Justicia poética: Jorge Claret y Pedro J. Pardo, abogados a los que Tommouhi había pagado casi siete millones de pesetas en 2001, hincharon la minuta con procedimientos que no habían llevado ellos. En concreto: el caso de Terrassa, que llevó Desiderio Fernández; el de Cornellà, del que se encargó de oficio Pere Ramells, e incluso le cobraron al condenado el recurso que en su contra presentó el fiscal de este último caso. Todo está detallado aquí.
El Colegio de Abogados de Barcelona abrió hace un año un expediente informativo. La resolución, firmada por la presidenta de su Comisión de Deontología*, ha comunicado ahora el archivo en base a las dos razones que los propios letrados alegaron en su descargo el pasado 9 de mayo: que los hechos habrían prescrito y que Tommouhi firmó la minuta, dando su consentimiento.
Pero la presidenta Esther Cánovas Artigas matiza su resolución con un comentario original: que el Colegio (“esta Corporación”, dice) no puede entrar a valorar ”las circunstancias personales e intelectuales del Sr. Tommouhi” a la hora en que dio su consentimiento. Una originalidad frente a la que merece la pena repetir algunas obviedades.
Leer entrada completa en La doble hélice.
En el libro de Braulio García Jaén se explica el caso más extensamente.
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