“Ningún poder en la tierra podrá arrancarte lo que has vivido.” Viktor Frankl
Círculos del infierno. Angélica Mora
Angélica Mora
Nueva York
Apuntes de una Periodista
No hay nada más alucinante que asomarse a los Círculos del Infierno que son las cárceles cubanas.
En su Divina Comedia, Dante Alighiere no se le pasó por la imaginación narrar la desesperación que se vive en una prisión como las que existen en la Isla, donde el hambre, los maltratos y la impotencia conducen a muchos reos a huelgas de hambre y suicidios.
Me han llegado muchas cartas de presos y familiares sobre la situación en que se vive en las prisiones cubanasy me han pedido que escriba sobre estos infiernos
Las familias de los privados de libertad hacen lo imposible por llevarles alimentación extra, pero muchas veces no pueden entregar los paquetes, que son requisados por las autoridades carcelarias.
Muchos visitantes descubren que el preso ha sido enviado a otra prisión, lejos del lugar de origen, sin que se haya notificado a los familiares.
Los presos, en su mayoría, quedan así a su suerte.
Solamente hay que pensar en la carencia de alimentos de la población cubana en general, para imaginar las terribles privaciones que sufren los reclusos.
En el Tercer Congreso por la Libertad, La Democracia y la Soberanía de Cuba al que asistí recientemente en Miami, se habló de los horrores vividos en las cárceles cubanas.
Algunos de los participantes - ex presos políticos- hablaron de la alimentación en las prisiones y uno específicamente dijo que un día se puso a contar las habichuelas que contenía su plato de comida: Fueron 13, y no pasaron nunca en otras raciones, más allá de esa cifra.
Otras comidas eran cáscaras de plátanos o un poco de arroz podrido.
Los presos vegetan tras las rejas . En la mayoría de los casos los años de las condenas en vez de disminuir aumentan, ya que al cumplirse, se enjuicia de nuevo al preso y se le añaden nuevos cargos y más años que agregar tras las rejas.
En las prisiones no hay medicamentos, doctores ni dentistas. Los reos , viven hacinados y sin la ventilación necesaria. Los presos políticos conviven junto a los delincuentes, que por congraciarse con los carceleros, amenazan, hostigan y maltratan a los opositores.
Las necesidades fisiológicas se realizan en un hueco pestilente ,foco de infecciones, donde pululan las ratas, cucarachas y alacranes.
A los Círculos del Infierno hay que agregar la humedad, el hacinamiento, los castigos físicos y psíquicos, que minan la razón de muchos que terminan locos, mutilados, asesinados o suicidándose, para poner fin así a las torturas.
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