Leer texto completo en el blog de Miguel Galbán.
Extracto:
La libertad de palabra y expresión consiste esencialmente, no sólo en la libertad del ciudadano para decir y escribir lo que quiere, sino también en la libertad de la población para oír y leer lo que necesita.
Ser periodista es una profesión de alto riesgo en Cuba. El régimen mantiene una despiadada estructura legal, burocrática y administrativa, engrasada por años de uso, para silenciar a los opositores, categoría en la cual se encuentran las personas que intentan exponer sobre la realidad cubana.
La Constitución cubana limita la propiedad privada de los medios de comunicación; para todos los periodistas en activo es requisito unirse a la Unión de Periodistas Cubanos, que de hecho se encuentra bajo el control del Partido Comunista; en el gobierno, un poder judicial que no es independiente ni imparcial , permite que se entablen causas penales para prevenir, evitar o castigar la expresión de opiniones discrepantes; una serie de preceptos ambiguos en la Constitución y en el Código Penal se prestan a abusos de funcionarios del Estado, tales como la policía y el poder jurídico, para impedir la libertad de expresión.
El precepto de que nadie sea enrejado por expresar pacíficamente sus opiniones es una de las normas del derecho internacional para los derechos humanos. Sin embargo, durante años, cientos de opositores han sido encarcelados en Cuba por expresar pacíficamente sus criterios.
Ser periodista es una profesión de alto riesgo en Cuba. El régimen mantiene una despiadada estructura legal, burocrática y administrativa, engrasada por años de uso, para silenciar a los opositores, categoría en la cual se encuentran las personas que intentan exponer sobre la realidad cubana.
La Constitución cubana limita la propiedad privada de los medios de comunicación; para todos los periodistas en activo es requisito unirse a la Unión de Periodistas Cubanos, que de hecho se encuentra bajo el control del Partido Comunista; en el gobierno, un poder judicial que no es independiente ni imparcial , permite que se entablen causas penales para prevenir, evitar o castigar la expresión de opiniones discrepantes; una serie de preceptos ambiguos en la Constitución y en el Código Penal se prestan a abusos de funcionarios del Estado, tales como la policía y el poder jurídico, para impedir la libertad de expresión.
El precepto de que nadie sea enrejado por expresar pacíficamente sus opiniones es una de las normas del derecho internacional para los derechos humanos. Sin embargo, durante años, cientos de opositores han sido encarcelados en Cuba por expresar pacíficamente sus criterios.
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