Entrevista a Xavier Sala i Martín

David Leonor.

P.- Las perspectivas de diferentes organismos internacionales y nacionales apuntan a un nuevo periodo de recesión de la economía española, ¿su análisis de la situación económica coincide con estos pronósticos? ¿Cuáles son los males de la economía española?

Xavier Sala i Martin.- 
El trabajo de los economistas no es pronosticar el futuro sino, como los médicos, diagnosticar los problemas. Y el problema de España es que el boom inmobiliario generó una bonanza que permitió esconder los problemas estructurales que padecía. En particular, permitió esconder una falta patológica de competitividad. Una vez desaparecido el sector inmobiliario-construcción, ¿exactamente con qué productos es capaz de competir España a nivel internacional? ¿De qué ventajas disfruta España respecto de los demás países del mundo? La respuesta es: ¡casi ninguna! Ese es el problema y eso es lo que hay que solucionar.


P.- ¿Cuándo cree que comenzaremos a ver la salida de la crisis y qué fórmulas cree que pueden sacarnos de ella?

Xavier Sala i Martin.-
 El cuándo, no lo sé. Ya lo he dicho. Sobre las fórmulas, pues lógicamente si el diagnóstico es que no hay competitividad, la solución es aumentar la competitividad, es decir, hay que conseguir que los trabajadores y las empresas españoles sean mucho más productivos. Para ello hay que hacer muchas cosas. Una de ellas es reformar (“revolucionar”, diría yo) el sistema educativo. Claramente, con un 46% de paro juvenil, no estamos dando a nuestros jóvenes lo que se necesita para competir en un mundo globalizado y tecnificado. Otra cosa que hay que hacer es modernizar las empresas para adoptar lo que ya son realidades tecnológicas utilizadas por las empresas líderes en el mundo en todos los sectores: tecnologías informáticas, de comunicación, de gestión inteligente de datos, redes sociales, inteligencia empresarial, etc. No estoy hablando de inventar. ¡Todo eso ya está inventado! Estoy hablando de adaptar todas esas tecnologías que ya existen al negocio de cada uno, por más tradicional que el negocio de uno sea. 


Tercero, hay que entender que para sobrevivir en un mundo globalizado, ¡no se puede competir haciendo las cosas más baratas que las demás! Ningún restaurante se va a hacer rico haciendo menús más baratos que los demás. Los que tengan éxito van a tener que hacer cosas distintas a los demás. Y distintas quiere decir nuevas, es decir, hay que innovar en todas las empresas, todos los sectores y todos los países. Para ello, también se requieren cambios profundos a todos los niveles. Desde la concepción de la empresa, hasta la facilidad de implementar nuevas ideas (en España hay un exceso de regulación), hasta poder financiar nuevas ideas (el sistema financiero español se dedica demasiado a las hipotecas y al sector inmobiliario y demasiado poco a la financiación de ideas nuevas en todos los sectores). Resumiendo, se necesita hacer un cambio radical en todos los ámbitos, en todos los sectores, en todos los aspectos de la economía española.


UTILIZAR LAS TECNOLOGÍAS DE MANERA EFICIENTE
P.- ¿Considera, como así reivindica el sector asegurador, que España tiene un problema de falta de ahorro a largo plazo? ¿Esta es, hoy día, una prioridad para nuestra economía? ¿Qué se puede hace para impulsar el ahorro de cara a la jubilación?

Xavier Sala i Martin.-
 La cantidad de dinero que ahorren las familias no es una variable que controle ni el Gobierno ni las empresas aseguradoras. El negocio de las aseguradoras no va a venir de intentar pensar cómo se puede hacer que la gente ahorre más sino de cómo gestionar mejor los ahorros que deciden libremente las familias. 


Para ello, el sector tendrá que hacer cosas nuevas (innovar) como los demás sectores y tendrá que utilizar las tecnologías existentes de manera más eficiente. Por ejemplo, tendrá que gestionar mejor los datos existentes sobre manejo de riesgos o gestión de activos; tendrá que inventar modelos de evaluación más sofisticados y más acordes con la realidad informática y tecnológica del siglo XXI; tendrá que aprender a vivir en un mundo donde los ciudadanos se pasan horas en Facebook, se comunican por Twitter o buscan información en Google (y tendrá que aprender a hacer negocios en ese entorno); tendrá que aprender a segmentar mercados utilizando inteligentemente la información del mismo modo que Google segmenta mercados publicitarios utilizando brillantemente los rastros que los clientes dejan al hacer búsquedas por internet; tendrá que aprender a adaptarse a los rápidos cambios en la biotecnología a medida que esos cambios implican variaciones radicales en la evaluación y la valuación de riesgos a todos los niveles. 
En definitiva, el mundo de los seguros no es distinto a los otros sectores de la economía: para sobrevivir hay que innovar adaptándose al entorno cambiante y hay que adaptar las mejores tecnologías disponibles a las particularidades de cada sector.  


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