Amnistía Internacional (Firmar petición).
Unos mensajes escritos en Twitter sobre el profeta Mahoma han provocado una cadena de desdichas para el joven twittero Hamza Kashgari. Los mensajes, considerados ofensivos, han herido muchas susceptibilidades en Arabia Saudí: destacados clérigos lo han acusado de apostasía (renegar de su fe) e incluso el propio Rey ha pedido al Ministro del Interior que detenga a Hamza y se le exijan responsabilidades.
Hamza empezó a recibir amenazas de muerte y huyó del país, pero su vuelo a Nueva Zelanda hacía escala en el aeropuerto de Kuala Lumpur. Allí fue detenido y devuelto a Arabia Saudí, acto que convierte a las a las autoridades malasias en cómplices de lo que le suceda.
Hamza Kashgari está detenido y en peligro inminente de ser condenado a muerte. Existen precedentes de personas condenadas a muerte en Arabia Saudí por comentarios considerados contrarios al islam y por lo tanto, apóstatas. La apostasía es uno de los muchos delitos por los que se aplica la pena de muerte en Arabia Saudí, país con el triste honor de ser uno de los máximos ejecutores del mundo.
Por otro lado, es poco probable que Hamza reciba un juicio justo. En Arabia Saudí rara vez se permite a los acusados contar formalmente con un abogado, en muchos casos no son informados de la marcha de los procedimientos judiciales contra ellos y pueden ser declarados culpables sin más pruebas que confesiones obtenidas con coacción o engaño.
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