Una decisión de la fiscalía cubana de llevar a juicio a 11 disidentes y una amenaza de un blog progubernamental contra las Damas de Blanco podrían indicar que el gobierno ha perdido la paciencia tras la ola reciente de protestas, afirman activistas.
“La Seguridad del Estado nos ha dicho que prefieren pagar el costo político de tener nuevos prisioneros políticos y no permitir el crecimiento de nuestro movimiento”, declaró el disidente José Daniel Ferrer García, puesto en libertad esta primavera luego de ocho años en prisión.
Las autoridades cubanas prefieren generalmente detener a los disidentes por unas pocas horas para dar al traste con sus planes, en vez de arriesgarse a ser criticados por meterlos en la cárcel por largos períodos de tiempo. El año pasado, además, pusieron en libertad a los últimos 52 disidentes todavía en la cárcel después de los arrestos en masa del 2003.
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