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Víctimas:
Basilio Altuna Fernández de Arroyabe, natural de Azua (Álava), tenía 57 años. Estaba casado conÁngela Urcelay y tenía cuatro hijos, tres hijos y una hija, el más pequeño de 10 años. El capitán Altuna estaba destinado en la compañía de la Reserva General de Miranda de Ebro, pero acudía todos los años a Erenchun, localidad de donde era natural su mujer, para pasar las fiestas. Anteriormente estuvo destinado en Leganés (Madrid).
Arturo Quintanilla Salas, de 44 años, era natural de Burgos, aunque había vivido en Hernani desde que era niño. Estaba casado y tenía tres hijos, una chica de 15 años, testigo del asesinato, y dos niños de 12 y 10 años. El pequeño estaba con sus abuelos el día del atentado y el mayor en Barcelona de vacaciones. Los tres estudiaban en la ikastola Urumea próxima al lugar del atentado.
Julián Alberdi Igartua, de 49 años de edad, casado y sin hijos, era representante de la firma Licores Goytisolo. Había nacido en Vergara (Guipúzcoa) y vivía en San Sebastián. Anteriormente trabajó como administrativo en el Ayuntamiento de Vergara, y desempeñó el cargo de gerente de la empresa Matzrreka, en la localidad de Antzuola.
"El Diario Vasco", en fechas 16-09-1983, 18-09-1984 y 05-11-1984, hacía referencia a este asesinato achacándolo a tres delincuentes comunes que pretendían arrebatar su vehículo a Don Julián Alberti Igartua para utilizarlo posteriormente en un atraco.
ResponderEliminarParece que de la entrada original (http://blogs.libertaddigital.com/in-memoriam/basilio-altuna-policia-nacional-y-arturo-quintanilla-salas-empresario-10253/) a desaparecido el asesinato de Julián Alberti. Esto se indicaba:
ResponderEliminarEse mismo día 6 de septiembre de 1983, sobre las siete y media de la tarde, la banda terrorista ETA asesinaba en el paseo de los Olmos de la urbanización donostiarra de Bidebieta al representante comercial JULIÁN ALBERDI IGARTUA mientras aparcaba su vehículo. Dos individuos armados con revólveres abrieron la puerta del conductor, forcejearon con la víctima y le dispararon tres tiros a bocajarro. Uno de los disparos impactó en el pecho de Julián, a la altura de la séptima costilla, y le alcanzó en el corazón, provocando su muerte en el acto. Personal sanitario de la Cruz Roja y de la DYA (asociación de ayuda en carretera Detente y Ayuda) se trasladó al lugar de los hechos, pero no pudieron hacer nada por salvar la vida de Julián.
Su esposa, que se encontraba trabajando en una panadería próxima al lugar del atentado, sufrió un ataque de nervios al conocer que su marido había sido asesinado. Tras el atentado, amigos de la víctima aseguraban que Julián Alberdi estaba afiliado al Partido Nacionalista Vasco, extremo que negó un hermano de la víctima, que sí que confirmó que era simpatizante del PNV, pero no afiliado.
Dos días después, el diario El País se hacía eco de las dudas sobre la atribución del asesinato a la banda terrorista ETA. Según este diario, la Policía contemplaba la posibilidad de que los asesinos fueran delincuentes comunes. El mismo diario señalaba que los disparos se realizaron con un revólver, arma no utilizada habitualmente por ETA militar, pero sí por los Comandos Autónomos Anticapitalistas. No obstante su familia negó que Julián hubiese recibido amenazas por parte de la banda terrorista.
Julián Alberdi Igartua, de 49 años de edad, casado y sin hijos, era representante de la firma Licores Goytisolo. Había nacido en Vergara (Guipúzcoa) y vivía en San Sebastián. Anteriormente trabajó como administrativo en el Ayuntamiento de Vergara, y desempeñó el cargo de gerente de la empresa Matzrreka, en la localidad de Antzuola.