El 18 de julio de 1980 la banda terrorista ETA asesina en Vergara (Guipúzcoa) al joven RAMÓN LEDO TABOADA, chapista de profesión. Dos encapuchados armados entraron en el taller de carrocería Aitor, donde trabajaba, y preguntaron por él. Ramón se identificó y los terroristas, sin cruzar palabra, le dispararon a bocajarro, dejándole gravemente herido. Trasladado urgentemente por sus compañeros al centro asistencial de Mondragón, falleció minutos después de ingresar con cinco impactos de bala en la cabeza, la yugular y el pecho. En la entrada del taller donde fue asesinado se recogieron nueve casquillos de bala del calibre 9 milímetros parabellum, marca SF.
Los etarras se dieron a la fuga en cuanto comprobaron que la víctima caía al suelo. Utilizaron para la huida un Seat 131 de color blanco, cuya sustracción fue denunciada por su propietario en la localidad vizcaína de Elorrio después de que se hubiese cometido el atentado. Por este motivo, el gobernador civil de Guipúzcoa ordenó su detención para investigar en qué circunstancias el vehículo había pasado a manos de ETA y la razón de que no se presentara denuncia hasta varias horas después. El automóvil fue localizado por la Policía poco antes de las nueve de la noche en el casco urbano de Vergara.
En 1981 la Audiencia Nacional condenó a José Ramón Bidaburu Otaduy, Pedro Juan Guridi Arocena y Félix Bengoa Unzurrunzaga a 25 años de prisión mayor por el asesinato de Ramón. La sentencia consideró probado que Bidaburu Otaduy y Guridi Arocena robaron en Elorrio un vehículo, dejando a su propietario atado en un pinar próximo, y se dirigieron a Vergara. Allí recogieron a Bengoa Unzurrunzaga que les condujo al taller donde trabajaba la víctima.
Ramón Ledo Taboada, de 23 años, era natural de Chantada (Lugo). Había regresado poco tiempo antes de su asesinato del servicio militar. Aunque trabajaba en Vergara desde seis meses antes, residía en Zumárraga. Se habíacasado recientemente y su mujer estaba a punto de dar a luz. El Ayuntamiento condenó el atentado en un pleno extraordinario convocado al día siguiente.
Poco antes de las once y media de la mañana del viernes 18 de julio de 1986, fallecía en la residencia sanitaria de La Paz el guardia civil JAVIER ESTEBAN PLAZA que había resultado gravemente herido cuatro días antes en el atentado cometido por la banda terrorista ETA en laplaza de la República Dominicana de Madrid. Javier había sufrido un traumatismo craneoencefálico por herida de metralla, con salida de masa encefálica en la región parietal derecha, y permanecía ingresado en la unidad de reanimación de cirugía desde que fue sometido a una intervención quirúrgica el lunes 14 de julio, día del atentado. Con su muerte eran ya diez los guardias civiles asesinados en dicho atentado.
Javier Esteban Plaza, de 26 años, era natural de Guadalajara. Ingresó en la Guardia Civil el 2 de mayo de 1985, en la academia de Úbeda. En el momento del atentado era alumno de la Escuela de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, igual que los otros nueve compañeros fallecidos el mismo día del atentado. Estaba soltero, pero tenía novia.
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