Da en la diana.
Destaco:
O sea, el típico sesgo argumental de la discriminación nacionalista o racista: las personas son juzgadas por lo que son y no por la calidad de los argumentos que despliegan. Lo que a esta hora, sin embargo, más me extraña (esto es «retórica pura», que decía Virgilio) es el silencio del fatuo progresismo español. ¿A qué esperan para lanzarse en degüello sobre el juez que ha osado enmendarle la plana al pueblo? ¿Dónde está esa boca llena de demos (copia)? Hoy sólo la derecha aclama al pueblo. Nada más transversal que el infecto populismo.
Si un hombre no puede estar por encima de la ley, mucho menos va a estarlo el pueblo.
ARTÍCULO:
Miss Maggie Gallagher, dirigente de la National Organization for Marriage, ha dicho que la sentencia del juez Walker sobre la prohibición del matrimonio homosexual en California es la que podía esperarse de “un juez gay”. Y añade: «Ha sustituido el punto de vista de los estadounidenses por el suyo propio.» Ah, ah. ¡Cómo no ver en Miss Gallagher los argumentos del nacionalismo catalán! Unos jueces españoles (unos maricas, vaya, siguiendo la trastienda de Gallagher) usurparon la voluntad del pueblo. No sólo Miss Gallagher: a estas horas ése es el argumento central de la hez sociológica norteamericana: un marica contra el pueblo. Obsérvese, tanto en el caso de los maricas como en el de los españoles, una cuestión superior: cómo la opción sexual o la nacionalidad nubla el entendimiento e impide que la objetividad rija. O sea, el típico sesgo argumental de la discriminación nacionalista o racista: las personas son juzgadas por lo que son y no por la calidad de los argumentos que despliegan. Lo que a esta hora, sin embargo, más me extraña (esto es «retórica pura», que decía Virgilio) es el silencio del fatuo progresismo español. ¿A qué esperan para lanzarse en degüello sobre el juez que ha osado enmendarle la plana al pueblo? ¿Dónde está esa boca llena de demos (copia)? Hoy sólo la derecha aclama al pueblo. Nada más transversal que el infecto populismo.
El caso californiano, como el catalán, arrancan de lo que podría llamarse democracia mayorista, o mejor al por mayor, siguiendo a Julian Baggini, que acuña un concepto parecido en un capítulo de ¿Se creen que somos tontos? (Paidós). Y que añade, recordando que nuestra democracia es representativa para evitar así la tiranía del mayorista: «Si Gran Bretaña funcionase con criterios mayoritarios, la caza del zorro se habría prohibido hace mucho tiempo y jamas se habría abolido la pena capital. En otras palabras, en Gran Bretaña se mataría a más personas pero a menos animales». Una manera excelente de caracterizar las Iniciativas de Legislación Popular, cuya naturaleza perversa es la misma se aplique a zorros, toros, homosexuales o españoles.
Como era previsible, ya está en todos los titulares «la polémica decisión del juez Walker». El lugar del adjetivo es el primer paso de la manipulación. Polémica fue la decisión política que provocó la convocatoria de un referéndum sobre el matrimonio homosexual, descargando de su obligatoria responsabilidad a los gobernantes. Lo que luego ha hecho el juez Walker es cumplir con su función constitucional. Si un hombre no puede estar por encima de la ley, mucho menos va a estarlo el pueblo.
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