Daniel Villar Enciso, primera víctima mortal después del asesinato de Miguel Ángel Blanco

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Extractos:

Varios testigos presenciales contaron que Daniel pedía auxilio desde el interior del vehículo mientras se quemaba vivo. “Cuando nos acercamos al coche movía el brazo como pidiendo auxilio. Entonces abrimos la puerta y, al verle consciente, le preguntamos si estaba bien. Al darnos cuenta de que no podía hablar, le dijimos que nos hiciera un gesto y él nos guiñó el ojo (…) Entonces le sacamos del coche en llamas tirándole de los brazos” contó una de las personas que acudió a socorrerle. Una de ellas resultó herida con quemaduras de diversa consideración al intentar sacar al agente del vehículo. Finalmente consiguieron rescatarlo del amasijo de hierros. La víctima, agonizante, fue trasladada al Hospital de Cruces en una ambulancia de la Cruz Roja, donde ingresó en estado crítico a las 21:40 horas. Durante treinta y cinco minutos los médicos intentaron reanimarlo, pero fue inútil. Falleció a las 22:15 horas.


Víctima:

Daniel Villar Enciso, de 39 años, era natural de Madrid, aunque llevaba varios años residiendo en Basauri. Estaba casado con Socorro López Zarra y tenía dos hijos de 11 y 10 años. En varias ocasiones sus superiores le habían propuesto trasladarse a otras zonas de España, pero el agente declinó estos ofrecimientos pues estaba muy integrado en el País Vasco. Pertenecía a la Escala Básica del Cuerpo Nacional de Policía y estaba destinado en el Servicio de Seguridad del cuartel de la Policía de Basauri. Daniel Villar fue enterrado en Orgaz (Toledo), de donde era natural su viuda y donde la familia solía pasar las vacaciones. Una calle de la localidad lleva el nombre del agente asesinado.

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