La película sobre Alan Turing es correcta. Para verla una vez y pasar un buen rato. Con demasiadas lágrimas y algo exagerados los actores, sobre todo el protagonista Benedict Cumberbatch. No entra en mi lista de películas preferidas.
Ya escribí algo relacionado con ella a raíz de un artículo de Arcadi Espada sobre la distinción entre ficción y realidad.
En la película se plantea el problema de sacrificar a unos pocos para no prolongar el sufrimiento de muchos, es decir, elegir a quién se sacrifica en función de un bien mayor. En el caso de la Segunda Guerra Mundial la elección implicaba la muerte de cientos de miles de personas para poder salvar la vida de millones. Decisión dura y difícil que debía basarse en datos. Algo similar a lo anterior sucede a la hora de resolver problemas a los que se enfrenta la humanidad. Por ejemplo, Bjørn Lomborg con el Copenhagen Consensus Center está buscando esas áreas de inversión que produzcan más beneficio en el futuro. No vamos a poder reducir la pobreza de manera inmediata y los recursos que se dediquen deben dar los mejores resultados, aunque en el camino mucha gente sufra. Tratar de abarcar todo garantizaría el fracaso.
Otro tema interesante tratado en la película es el de las relaciones personales. Da igual lo inteligente que seas, lo bien preparado que estés y lo claro que tengas tus objetivos porque si no eres capaz de conseguir un equipo que te apoye será muy difícil hacerlo solo. Si hablamos de tareas complejas es directamente imposible. Para conseguir un equipo que trabaje bien y que apoye el proyecto hay que trabajar las llamadas habilidades blandas. Ser capaz de llegar a la gente, de tratarla de manera respetuosa, de interesarse por sus ideas y problemas, de buscar ese objetivo común que les haga dar lo máximo, en definitiva, no ser visto como alguien que da órdenes y se aprovecha de los otros, sino alguien que está tirando del carro con todos y los trata de una manera correcta. De lo contrario te apoyaran porque eres el que manda o el que paga, pero en cuanto vengan las dificultadas y tengan que dar algo más te quedarás solo.
Un último comentario sobre tender puentes con enemigos en busca de un objetivo común. Es cierto que eso puede dar problemas a futuro, como sucedió con la alianza de Los Aliados con los terribles comunistas en la Segunda Guerra Mundial. Fue necesario para acabar con los nazis, sus hermanos de sangre, y las otras Potencias del Eje. Lo anterior sucedió también en España durante La Transición, cuando todos los españoles y las fuerzas políticas que los representaban fueron capaces de cambiar la dictadura por la democracia sin recurrir a la violencia.
Un último comentario sobre tender puentes con enemigos en busca de un objetivo común. Es cierto que eso puede dar problemas a futuro, como sucedió con la alianza de Los Aliados con los terribles comunistas en la Segunda Guerra Mundial. Fue necesario para acabar con los nazis, sus hermanos de sangre, y las otras Potencias del Eje. Lo anterior sucedió también en España durante La Transición, cuando todos los españoles y las fuerzas políticas que los representaban fueron capaces de cambiar la dictadura por la democracia sin recurrir a la violencia.
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