Número Especial I, revista Desperta Ferro: La guerra de los Treinta años


Otro gran número de la revista de historia militar y política Desperta Ferro. Esta vez el número se centra en la edad moderna. De hecho la revista va a tener dos líneas, una la original, centrándose en las épocas antigua y medieval, y otra de la época moderna.

El número es muy interesante en su totalidad, pero destaco el artículo "Vivir y morir en el mar", por Magadalena de Pazzis Pi Corrales, del que transcribo estos dos párrafos sobre "La vida a bordo" (p.44):
"La falta de higiene no contribuía a 'animar' a embarcar, ya que el hedor que llegaban a desprender los fletados durante semanas y meses, lavados en el mejor de los casos con agua putrefacta, resultaba insoportable; además, viajaban a bordo todo tipo de 'inquilinos'; pulgas, piojos, chinches, cucarachas, ratas y otros roedores que deambulaban por doquier en las embarcaciones; a lo que se unía la particular circunstancia de los galeotes, hacinados y encadenados a su banco, siempre preparados para la eventualidad de la boga cuando las circunstancias lo requieran. 
Si nos detenemos a valorar las raciones de los embarcados, es obvio que no suponía el atractivo para la vida a bordo, pero era mucho en comparación con su vida de miseria y malnutrición. La falta de alimentos frescos se suplía con el elevado consumo de pan y vizcocho, hecho con harina de trigo más o menos entera al que se añadía levadura antes de inflarlo para introducirlo en el horno, asado después de nuevo a temperatura moderada para que se secase y durara más que el pan corriente. Junto a estos ingredientes  el vino, el agua y la cerveza -especia de fango verdoso porque decía que 'se mareaba' en el mar-, y el resto de lo que componían la dieta a bordo, como arroz, habas, garbanzos, tocino, pescado, queso y otras legumbres. Los forzados recibían una ración menor que los buenos boyas, aunque en la cena ingerían la 'mazamorra', una especie de sopa preparada con el vizcocho más estropeado y de menor contribución calórica, si cabe. Con todo, fue relativamente razonable el buen valor nutricional y el aporte vitamínico y de proteínas, aunque fue real igualmente la deficiencia de sales minerales por el desgaste elevado que se producía cuando entraban en combate".
También dejo un audio sobre el mismo tema: La Guerra de los Treinta Años en La Mecánica del Caracol.

Y aquí el resumen del número:


  •  Los orígenes de la guerra, por Alfredo Alvar (CSIC) El inicio de la Guerra de los Treinta Años en 1618 cogió a la Monarquía de España en mala situación política. Pero ni por sorpresa, ni con los brazos caídos. Aquella España era mucha España, aunque tuviera sus fisuras, como siempre han tenido todos los sistemas políticos, que parece que la Historia de España es un permanente devenir de incansables y recurrentes crisis y más crisis, que no paran de azotarla. Si hay tantas crisis, ¿cuándo se está en la cresta de la ola?, ¿nunca?; ¿se puede organizar un imperio planetario por gentes en permanente crisis? Imposible creerlo.





  •  La revolución militar, por Eduardo de Mesa (Universidad de Dublín) Los ejércitos de la casa de Austria durante el siglo XVII, a pesar del mito de la decadencia que aún hoy tiene adeptos, fueron una de las maquinas militares más importantes, eficaces y decisivas del Mundo Moderno. Su evolución desde el siglo XVI permitió que la Monarquía Hispánica lograse defender sus intereses por todo el globo en uno de los momentos más críticos de la historia de España.




  • • La batalla de Nördlingen, por Enrique Martínez Ruíz (UCM) Tras firmar con Richelieu el tratado de Bärwald, por el que recibe una fuerte ayuda económica y se compromete a respetar el catolicismo donde estuviera establecido en el Sacro Romano Imperio Germánico y a los aliados alemanes de Francia, Gustavo Adolfo de Suecia se decide en 1630 a intervenir más directamente en la guerra alemana, iniciando la fase que hoy conocemos como periodo sueco de la Guerra de los Treinta Años.




  • • Identidad nacional y religión en España durante la Guerra de los Treinta Años, por Mateo Ballester Rodríguez (UCM) La Guerra de los Treinta Años tuvo un poderoso efecto dinamizador en el desarrollo de algunas identidades nacionales en el continente europeo. Éste fue el caso de la identidad nacional española, que se convierte en la época en fundamento central de la lealtad política e instrumento de movilización militar, en convivencia con los sentimientos de lealtad a la figura del rey y a la ortodoxia católica.




  • • 1640: la guerra dels segadors, por Maria Ángeles Pérez Samper (UB La Guerra dels Segadors fue una guerra dentro de otra guerra, una guerra entre Cataluña y la Monarquía Española, dentro de la gran guerra europea de los Treinta Años y, más concretamente, dentro de su etapa culminante, la guerra por la hegemonía entre España y Francia. Las causas y consecuencias, las vicisitudes de una y otra interfirieron decisivamente en ambas.




  • La gran estrategia de los Habsburgo, por Friedrich Edelmayer (Universidad de Viena) Durante la primera mitad del siglo XVII la imagen de Europa cambiaba de una forma radical. Mientras que al inicio del siglo la Monarquía Hispánica bajo los Austrias (Habsburgo) de Madrid era la potencia hegemónica en Europa, España perdió esta posición desde mediados del siglo en favor de otras monarquías poderosas. Suecia y la monarquía de los Austrias de Viena se habían convertido en potencias regionales, lo que dio paso a un nuevo sistema político bastante complicado que ha venido a llamarse “equilibrio de las fuerzas”, aunque no bajo el liderazgo de la Monarquía Católica sino bajo el de Francia.




  • Wallenstein, por Friedrich Edelmayer (Universidad de Viena) Para muchos, Wallenstein sigue siendo uno de los generales más destacados y exitosos de la Edad Moderna, defensor de la fe católica contra los protestantes y, finalmente, victima inocente de la cruel política del emperador Fernando II, que ordenó su asesinato. Una vida tan brillante y tan misteriosa ha producido y sigue produciendo muchas narraciones fabulosas que están fuera de lo que se puede confirmar si ojeamos los documentos históricos.




  • Vivir y morir en el mar, por Magadalena de Pazzis Pi Corrales (UCM) A lo largo de los siglos modernos la Monarquía Hispánica, como potencia hegemónica, tuvo que hacer un extraordinario esfuerzo para proteger y mantener sus posesiones y no siempre con los resultados deseados. El carácter esencialmente marítimo de los territorios que la integraban y la necesidad de dominar el mar para sostenerlos forzó a sus gobernantes a una política de guerra naval ofensiva y defensiva, adecuada a las variadas circunstancias que se fueron presentando en la relación de amistad o enfrentamiento con el resto de las potencias europeas.


  • Reconstruyendo la Guerra de los Treinta Años, por Philippe Chabrand Hacer reconstrucción histórica no es fácil: se debe escoger bien la época que queremos reconstruir, definir el tipo de personaje, su atavío, su equipo y su armamento, si es que el personaje es militar. Por lo que mi respecta, yo reconstruyo la época medieval y, especialmente, el siglo XVI, desde hace 17 años y, a buen seguro, sigo aprendiendo y experimento cada día, porque la reconstrucción es ciertamente una búsqueda continua.

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