El debate sobre la deseabilidad económica de la independencia está teniendo lugar. Y eso, de por sí, ya es muy importante. Hace solo unos meses ese debate era tabú. Nembé.
Hoy voy a comentar uno de los argumentos que más utilizan los analistas contrarios a la independencia de Catalunya es el de la deuda española: “si Catalunya se independentiza”, amenazan, “tendrá que asumir el 20% de la deuda española (que es del 80% del PIB o 800.000 millones de euros) y eso, sumado al 21% del PIB que tiene la Generalitat, pondrá la deuda Catalana por encima del 100% del PIB y eso la convertirá en financieramente inviable y perderá acceso a los mercados financieros internacionales”. Esta misma frase ha sido pronunciada o escrita por economistas, catedráticos de economía, profesores de contabilidad y políticos de diferentes colores. Sólo tiene un pequeño problema: carece de sentido. Y carece de sentido por cinco razones.
Primera, a pesar de que esos datos de los 200.000 millones y el 100% del PIB se van repitiendo una y otra vez, resulta que son... (no sé como decirlos para que no se sientan insultados),... mmmm: ¿mentira? Según el Banco de España ni la administración central del Estado tiene una deuda del 80% del PIB, ni ésta es de 800.000 millones, ni la población catalana es el 20% del total de la Española (es el 16%). El dato del 80% del PIB (o los 800.000 millones) corresponde a la deuda TOTAL que INCLUYE la de las comunidades autónomas. Por tanto, los que utilizan el argumento de la deuda contra la independencia exageran porque contabilizan la deuda autonómica dos veces. La deuda de la administración central del Estado es, en realidad, de 617.731 millones de euros. El 16% de esa deuda que “correspondería” a Catalunya serían 98.800 millones que es menos de la mitad de los 200.000 de los que se habla con tanta alegría. Si a esos 98.800 millones les sumamos los 42.000 de deuda que tiene ahora la Generalitat, salen 141.000 millones. La deuda Catalana, pues, sería del 70% del PIB, una deuda perfectamente asumible entre otras cosas porque está muy por debajo de lo que tiene el Estado Español en su conjunto en la actualidad y muy por debajo de la deuda media de la Unión Europea. Por lo tanto, si queremos tener un debate serio, empecemos por no exagerar los datos.
Segunda, y pasando al terreno de los argumentos, es curioso que los mismos que dicen que, en caso de independizarse, Catalunya debería asumir una parte proporcional de la deuda Española dicen que la independencia es inconstitucional y que no hay ninguna ley que tenga previsto un proceso de secesión. Eso es realmente curioso porque, si no hay leyes que prevean el proceso de independencia,¿cómo saben que la ley va a obligar a Catalunya a asumir el 20% de la deuda española? La realidad es que la deuda española fue asumida en su día por el gobierno de España y los mercados se la van a reclamar al gobierno de España. Si luego España le pasa una factura a Catalunya por la parte proporcional de esa deuda, ya se verá si la asume. Eso dependerá del proceso de negociación política y de las contrapartidas que haya. Por ejemplo, los catalanes argumentaremos que nosotros hemos pagado unos 300.000 millones de más desde que entró en vigor la democracia (un 8% del PIB anual, cada año en promedio). Si España se ha gastado esa cantidad y además ha aumentado la deuda, ese es un problema del que los catalanes no son responsables (e incluso se podría argumentar que España le tiene que devolver a Catalunya los 300.000 millones!). En cualquier caso, lo que está claro es que, de momento, la deuda la ha pedido y firmado gobierno de España y los mercados se la van a reclamar a ese gobierno. Punto final.
Tercero, curiosamente el argumento expuesto arriba solo habla de que Catalunya sería corresponsable de las deudas o los pasivos de España... pero no habla de los activos. En caso de división, supongo que la misma ley imaginaria que dice que Catalunya debe hacerse responsable de su cuota de deuda también dirá que tiene derecho a su cuota de los activos! Entre esos activos, por ejemplo, hay empresas públicas como AENA o Loterías del Estado o propiedades como el hipódromo de la Zarzuela, el museo del Prado o el Coto de Doñana. Lógicamente también están los bienes públicos que el Estado tiene en Catalunya. Finalmente, están los fondos de la Seguridad Social, el oro que reside en las arcas del Banco de España, el Fondo Monetario Internacional o las acciones que España tiene en el Banco Central Europeo (por cierto, si Catalunya es propietaria del 16% de las acciones españolas del BCE, Catalunya automáticamente forma parte del sistema del BCE que incluye el Euro). Si España le pasa el 16% de la deuda a Catalunya, también le debería pasar el 16% de todos esos activos con lo que Catalunya podría venderlos inmediatamente y recuperar una parte del dinero para reducir todavía más su deuda.
Cuarta, si bien no sabemos si Catalunya va a tener que asumir una parte de la deuda española si se independiza, lo que sí sabemos es que va a tener que asumir esa deuda si forma parte de España. Fijaos con el detalle del esperpéntico argumento: “si Catalunya se va, pagará el 20% de la deuda española y si se queda no. Por lo tanto, si se va, pierde mucho dinero”. ¡Menuda falacia! Es posible que si Catalunya se va, tenga que asumir una parte de la deuda. Pero es que si se queda también!!! Si Catalunya sigue en España, va a pagar los mismos impuestos que paga y una parte de ellos van a ir a pagar la deuda del gobierno español. Por lo tanto, en el peor de los casos, estaría igual tanto si se independentiza como si no por lo que utilizar el argumento de la deuda es una auténtica bobada. Digo que en el peor de los casos, Catalunya estaría igual. En el mejor, siendo independiente se independizaría de la deuda española y, además, se ahorrará el 40% de los impuestos que pagan los catalanes y que ahora desaparece por los fondos de solidaridad.
Y quinta, es curioso que se diga que si Catalunya se independentiza será financieramente inviable y perderá el acceso a los mercados financieros. Celebro que haya tanta gente capaz de ver el futuro. Yo como no sé predecir el futuro me limito a observar la realidad de la actualidad. Y realidad actual es que una Catalunya dentro de esta España y con este sistema de financiación autonómico, sí que es financieramente inviable y no tiene acceso a los mercados internacionales. Por lo tanto, si el argumento es que lo que hay que evitar es perder el acceso al mercado financiero a toda costa, Catalunya debe dejar de pertenecer a Espanya a toda costa!
Resumiendo, celebro que el argumento de la deuda heredada de España esté teniendo tanto impacto entre analistas y opinadores. Lo celebro porque si la decisión de si Catalunya debe independizarse o no, dependiera de la deuda, la decisión racional sería claramente la de independizarse: es decir, desde el punto de vista de la deuda y del acceso a los mercados financieros, Catalunya, sin España, estaría mejor.
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