Disidentes y activistas que esta semana, durante la visita del papa Benedicto XVI a la Isla, sufrieron arrestos, cortes del servicio telefónico y desvíos de sus líneas a oficinas del MININT, consideran que el régimen aprovechó el acontecimiento para realizar el "ensayo" de una estrategia represiva a gran escala, destinada a enfrentar un momento de crisis como el que podrían generar una protesta masiva y la muerte de Castro.
De acuerdo con la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, fueron "centenares" los afectados en todo el país por los operativos de la Seguridad del Estado, la Policía y el Ministerio del Interior.
"Nos dijeron que ellos sabían que había un complot organizado desde el exterior para sabotear la visita del Papa", declaró a DIARIO DE CUBA el escritor y bloguero Orlando Luis Pardo Lazo, quien estuvo detenido desde el martes por la mañana, hasta la tarde del miércoles, último día de estancia del Papa en la Isla.
Pardo, afirmó que durante su traslado a una estación de la policía en el municipio habanero de Regla vio una ciudad "tomada". Muchas de las avenidas principales de La Habana "estaban cerradas", dijo. "Nunca había visto algo así, la ciudad completamente maniatada".
"No tenían nada contra mí. Era un arresto para entrenar (…) el posible holocausto que se está tramando en este país", opinó Pardo. "En un momento determinado, que se muera Fidel Castro, por ejemplo, ellos van a hacer esto mismo".
"El mecanismo está listo. No vamos a poder avisar, no vamos a poder coordinar entre nosotros ni con las personas de afuera", alertó refiriéndose a los cortes telefónicos, que afectaron además a familiares y amigos de activistas y disidentes.
"En 12 horas ellos lo van a lograr, por lo menos 500 personas pueden recoger, tienen el personal y tienen los medios para hacerlo", agregó el escritor, colaborador de este diario.
En el mismo sentido, se expresó el periodista independiente y escritor Luis Felipe Rojas, también colaborador de DIARIO DE CUBA, quien estuvo detenido y en huelga de hambre durante cinco días y calificó el operativo del régimen de "ensayo en seco" para una situación de crisis.
Con 'tranquilidad' y 'desfachatez'
El ex prisionero político José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), coincidió con esta opinión y añadió que el régimen teme a la fuerza que han tomado los grupos opositores dentro de la Isla.
"Ensayaron con la visita del Papa por el miedo que tenían a que allí (en la misas campales) se alzaran voces críticas que dieran gritos de libertad, de democracia, de respeto a los derechos humanos", dijo Ferrer.
"Les salió muy bien", admitió el opositor. "Tenemos que reconocer la ventaja de ellos sobre nosotros, primero, en recursos, ellos tienen todo lo que necesitan a su disposición (…) y luego en preparación".
"El entrenamiento es vital y tenemos ese punto débil, que no entrenamos a nuestra gente lo suficiente para burlar a la policía política", señaló.
Ferrer indicó que solo dos miembros de la UNPACU lograron asistir a la misa que celebró Benedicto XVI en Santiago de Cuba el pasado lunes.
Un simpatizante del grupo opositor, Andrés Carrión Álvarez, de 40 años, consiguió acercarse al altar y gritar "abajo el comunismo", por lo que fue arrestado y golpeado.
El activista continúa detenido en la sede de la Seguridad del Estado en Santiago de Cuba, donde su esposa pudo visitarle, según Ferrer. Las autoridades dicen que no darán información sobre su caso hasta la semana próxima.
Reportes de periodistas independientes alertaron de otras medidas del régimen durante la visita del Papa, como el desvío de líneas telefónicas de opositores, Damas de Blanco y otros activistas a oficinas del Ministerio del Interior.
La agencia Hablemos Press dijo haber comprobado que la línea telefónica de la Dama de Blanco Rosario Morales la Rosa "fue transferida para un teléfono que pertenece a una oficina" de ese organismo.
"Mi hijo se puso a revisar el teléfono, y encontró que decía Desvío: Todas. A: +72041234", dijo La Rosa.
Otra Dama de Blanco, Zaira Castro Casal, y Roberto de Jesús Guerra Pérez, director de Hablemos Press, dijeron que sus teléfonos móviles también fueron desviados al mismo número, que aparece en la Guía Digital cubana con los siguientes datos: "Número: 2041234, Cliente: MININT 9456-3, Dirección: Línea y Paseo, Vedado CP 10400".
Los activistas consultados por DIARIO DE CUBA resaltaron la "desfachatez" y "tranquilidad" con que el régimen hizo su "ensayo" represivo, pese a la presencia del Papa, su comitiva y centenares de peregrinos extranjeros en la Isla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario