Entrada completa con audio incluido.
Extractos:
El peligro surge cuando calentamos agua es muy pura (no es recomendable poner agua destilada en el microondas), cuando utilizamos recipientes muy lisos, libres de imperfecciones (un vaso de vidrio o una taza de cerámica vitrificada nuevos), o bien cuando hemos calentado el agua una vez hasta hacerla hervir, por lo que muchas de las semillas han desaparecido, y posteriormente la volvemos a calentar de nuevo. En estos casos, hay pocas semillas en el líquido y el agua al no encontrar la forma de disipar su energía convirtiéndose en vapor puede alcanzar temperaturas muy por encima de los 100 grados, a presión normal. El agua estará sobrecalentada y lo malo es que desde fuera no hay forma de saberlo. El agua en esas condiciones es como una bomba dispuesta a estallar en cualquier momento.
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