Moratinos y Cuba por Jorge Trías Sagnier

Artículo de Jorge Trías en el que defiende la postura de Moratinos, oponiéndose a otras opiniones.

Estoy de acuerdo con esto que escribe Trías: A veces se obtienen mejores resultados a través del diálogo y la flexibilidad que manteniendo posturas maximalistas. Pero habrá que exigir cada vez más, porque sino sólo serán gestos simbólicos, aunque estos gestos sean muy importantes para la vida de las personas afectadas.


ARTÍCULO:

La fructífera colaboración entre los obispos cubanos y el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos ha hecho posible lo que parecía imposible: la excarcelación de presos políticos de la isla hispana, condenados por la dictadura castrista en aplicación de la denominada «ley mordaza». Podrá minimizarse el extraordinario papel desempeñado por Moratinos, pero a nadie con independencia de criterio o, simplemente, con buenos sentimientos, se le escapa el éxito de su misión. A veces se obtienen mejores resultados a través del diálogo y la flexibilidad que manteniendo posturas maximalistas. Los obispos lo vieron también muy claro y fueron de la mano con el ministro.

Mientras tanto podemos enzarzarnos en la discusión sobre si sigue teniendo sentido o no la denominada Posición Común que desde 1996 condiciona las relaciones entre la Unión Europea y el Gobierno cubano. Creo más efectiva la pragmática postura del ministro español que la de aquellos otros cancilleres europeos que ven en el endurecimiento un buen medio para el cambio del régimen caribeño. Que Cuba ha avanzado algo en libertad parece un hecho evidente. Ahí está la Iglesia católica que ya se mueve con cierta normalidad y que constituye un factor de pacificación, lo que reconoce todo el mundo, como han hecho las mismas Damas de Blanco.

No debemos olvidar la absurda situación que vive la isla desde hace decenios. Si la revolución pudo tener un sentido político geoestratégico a lo largo de los años de la Guerra Fría, desde la caída del Muro sólo se comprende por la inercia del propio régimen. Un país con la calidad de recursos humanos de Cuba, muchos de ellos en el exilio, podría ser una de las naciones más prósperas del mundo, y no vivir, como ahora viven sus ciudadanos, sumidos en la miseria económica y en la carencia de libertades. Moratinos y los obispos cubanos han ayudado a dar, pues, un nuevo salto hacia la liberación en la isla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario