Escrito junto a Jackie MacMullan, cuenta la historia de dos de los jugadores más importantes de la historia del baloncesto. Ambos ayudaron a las NBA a dar un cambio radical en la década de los 1980. La idea del libro es explicar cómo sus vidas quedaron entrelazadas para siempre.
Aunque no es un gran libro, sí cuenta algunas cosas interesantes; por ejemplo que alguien escribió que Magic no iba ser un buen jugador profesional por su mal tiro, porque sus pases sin mirar al jugador al que iba dirigida la pelota no funcionarían en la NBA, y por sus malas capacidades defensivas; además muchos ponían en duda que pudiera jugar de base por la rapidez y la fuerza física que exigía la NBA.
El doctor Jerry Buss estaba apunto de comprar los Lakers en 1979 y sabía que Magic podría atraer a mucha gente al campo. Antes de la llegada de Magic, los partidos de los Lakers de las ligas de verano solían congregar a alrededor de 3500 personas. Al primero de Magic acudieron más de 10 000 aficionados.
Larry Bird consideraba que Kareem Abdul-Jabbar era el mejor jugador de la liga. Aunque no era un gran aficionado a ver partidos de baloncesto.
M. L. Carr, compañero de Bird en los Celtics, decía que Larry Bird era incansable. El típico que llegaba primero a los entrenamientos y que se iba después de todos los demás. Una vez le dijo a Kevin McHale que por qué no hacía lo mismo y éste le respondió: "oye, tío, yo tengo una vida."
En 1981 los jugadores cobraban el 60% de los ingresos brutos de la liga que ascendía a 108 millones de dólares. Los clubs tenían serios problemas de liquidez. En 1983 la NBA y la asociación de jugadores presidida por Bob Lanier firmaron un acuerdo para el reparto de ingresos de la liga. El pacto incluía un límite salarial que otorgaba los jugadores el 53% de los ingresos brutos definidos por la liga. David Stern, futuro comisionado de la liga, ya estaba entre bambalinas. El concepto de reparto de ingresos acabo convirtiéndose en un modelo a seguir para las ligas de otros deportes.
Para los Boston Celtics la temporada 1982-83 supuso la última de Bill Fitch como entrenador; con él habían ganado el título en 1981. Muchos de los jugadores le perdieron el respeto por las continuas broncas. Habían fichado a Buckner para intentar parar a Magic en unas posibles finales y eso mando a Nate Archibald al banquillo; de hecho Archibald no acabó la temporada. Jugadores como McHale no estaban contentos, otros como Cedric Maxwell y Robert Parish no escuchaban y todo esto generó un ambiente raro. Fueron eliminados en segunda ronda de playoffs por el equipo de Milwaukee, Bucks, por 4 a 0.
Ese verano de 1983 Bird estuvo practicando como todos los veranos y añadió a su repertorio un tiro con paso hacia atrás. Además los Celtics ficharon a Dennis Johnson, quien era amigo de Magic; durante los veranos solían entrenar juntos e incluso salían a cenar con sus mujeres. Cuando D. J. fichó por los Celtics la relación se volvió fría y dejaron de ser amigos. La rivalidad entre Lakers y Celtics era intensa desde la década de 1960 cuando los Celtics les ganaron todas y cada una de las finales que disputaron ambos equipos.
En las finales de 1984 el ambiente estaba cargado. Por ejemplo, las maletas de los jugadores de los Lakers al llegar a la a la cinta transportadora en el aeropuerto de Boston estaban todas abiertas aunque no se había robado nada. En esas mismas finales el entrenador K. C. Jones puso a Gerald Henderson a defender a Magic. Henderson medía 188 cm por 205 cm de Magic. D. J. no dijo nada para evitar que se le volviese a tildar de jugador problemático (algo que sucedió en su etapa en los SuperSonics de Seattle). A partir del cuarto partido se encargó del marcaje de Magic, incluido ese cuarto partido. Jones dijo que si se lo hubiera dicho antes D. J. se hubiera encargado antes de Magic. En esas finales de 1984, Magic nunca se recuperó de los errores cometidos en el segundo partido y él mismo aseguró que nunca logró quitarse de la cabeza eso y le pesó durante toda la serie.
Ese verano de 1984 Pat Riley apretó bastante a Magic y le dijo que quería que llegase en forma a la pretemporada; Magic se presentó con solo 96 kg. Además Magic y los Lakers, se esforzaron por ser más duros. Pat Riley creó un clima de tensión y competitividad dentro del equipo; se alegraba cada vez que los jugadores acaban los entrenamientos cabreados. En la temporada 1984-85 el entrenador de los Lakers inauguró su programa piloto llamado "máximo esfuerzo de mi carrera". El entrenador de los Lakers controlaba las estadísticas del equipo y exigió a cada uno de sus jugadores una mejora estadística global durante la temporada. Según el sistema de Riley los jugadores llegaban a unas determinadas puntuaciones y siempre las comparaba con los mejores de la liga (Bird y Jordan). Esto impulsaba a Magic a ser aún mejor.
Después del primer partido de las finales de 1985 que ganaron los Celtics, el entrenador de los Lakers criticó a sus máximas estrellas. Por ejemplo a su pívot Kareem Abdul-Jabbar, quien consiguió 12 puntos y tres rebotes, le dijo que si con eso pensaba que iba entrar el Salón de la Fama. A Magic, quien hizo 19 puntos y 12 asistencias, pero cogió solo un rebote, le preguntó si eso era suficiente contra este equipo, y contra su amigo Larry, y que dónde estaba su puto liderazgo. A James Worthy también lo critico porque falló 11 de sus 19 tiros de campo. A Magic el tema de liderazgo le dolió mucho pero no dijo nada y se la guardo. Antes del siguiente entrenamiento de los Lakers, Riley preparó un vídeo donde se vieron todos los defectos; hizo especial hincapié la pobre actuación de Kareem. Éste asumió la crítica y dijo que no volvería pasar. En el libro hablan de que Bird tuvo un problema en el codo durante las finales; la historia oficiosa (no contada en el libro) es que en una pelea en un bar se dañó la mano con lo cual no podía tirar bien. Para evitar lo que les pasó con el calor en Boston en el quinto partido de la temporada anterior (1983-84) el entrador de los Lakers pidió ventiladores potentes para su vestuario.
Larry Bird descubrió años después de su retirada que sus problemas de espalda se debieron a una enfermedad congénita. El canal por el que pasaban los nervios en su columna era demasiado estrecho, lo que causaba aquellos dolores insufribles. Era un milagro, le dijo un cirujano después de saber que jugó al baloncesto, que todavía siguiera jugando. El verano de 1985 sufrió mucho y tuvo muchísimos dolores.
Parece que en el verano de 1986 los Lakers negociaron con los Mavericks de Dallas el traspaso de James Worthy por Roy Tarpley y Mark Aguirre pero Jerry West y Magic impidieron el acuerdo.
En las finales de 1987 en el primer partido Magic hizo 29 puntos, 13 asistencias, 8 rebotes y no perdió ningún balón. Quizá fue la temporada pico en su carrera. Ese año ganó su primer MVP de la temporada regular y también fue MVP de las Finales. En el tercer partido de esas finales el pívot reserva de los Celtics, Greg Kite, realizó un partidazo sin anotar un solo punto y superó físicamente a todos los pívots de los Lakers.
Cuando el entrenador de los Lakers tuvo que dejar el banquillo al final de la temporada 1989-90 se reunió con Magic. Hablaron sobre la temporada que acaba de terminar de mala manera (eliminados en segunda ronda de playoffs por los Phoenix Suns [4-1]) y de otros muchos temas. Se rieron de las veladas técnicas de motivación de Riley y de cómo sus vidas giraban alrededor de Bird y los Boston Celtics.
Los partidos resultaban una mera formalidad en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 para el Dream Team. En Barcelona solo entrenaron una vez y, por ejemplo, Jordan tenía la rutina de jugar 36 hoyos de golf diarios y alguna veces llegaba 10 minutos antes de que autobús del equipo saliese del hotel. Evidentemente eso sería inviable hoy si quisieran ganar. Larry tenía la sensación de que la presión defensiva de Jordan era la causa principal del dominio de Estados Unidos y no se sorprendió cuando en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 el entrenador del equipo olímpico, Mike Krzyzewski, ayudante en el Dream Team en 1992, empleó la misma táctica con Kobe Bryant.
Magic dejó de jugar en la NBA tras su anuncio de ser portador del virus del SIDA por la corriente de opinión que se creó sobre el riesgo de infectar a otros jugadores en caso de un golpe con él; la ignorancia en este caso hizo que nos perdiéramos varios años de calidad de uno de los mejores jugadores de la historia. Aunque Karl Malone fue uno de los que hizo público su miedo no era el único que pensaba eso. Por su parte el comisionado David Stern siempre apoyo a Magic.
La experiencia de Magic como entrenador fue desastrosa; con jugadores que estaban desmotivados y que no atendía ni respondieron al nivel de exigencia que exigió Magic. Bird no se complicó; dijo que ibas a estar tres años y así lo hizo con los Indiana Pacers; tenía tres exigencias sencillas: estar en forma, ser respetuoso y ser puntual. Llevó a los Pacers a jugar las finales de la NBA en el año 2000.
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