Felicidad: "Tengo para mí (sin mayor fundamento que los días vividos) que el camino más recto hacia la felicidad es aquel que se traza con los criterios de la sencillez. El fuego, que reúne a los hombres; el olor de las manzanas, o de la carne que se hornea; la visión de un tigre o de una rosa; un beso, o una caricia; el murmullo vivaracho y cálido de una cafetería en invierno; los relojes y el cuero viejo; el amanecer en el campo…; estos y otros (¿cien? ¿diez?) gestos, seres, máquinas, actos, o instantes son parcelas del universo con cuyo sencillo concurso los humanos encontramos la dicha".
Populismo: "Con una encomiable disciplina, cada uno de ellos adosó el estribillo a su promesa. "Nunca más un país sin su gente", destilación perfecta del populismo, que presupone que hasta el 13 de enero de 2016 las Cámaras legislativas de España estuvieron ocupadas por una especie invasora que no se puede clasificar dentro del genérico gente, que en realidad ya no es tan genérico pues por fin hemos identificado que sólo engloba al 20,66% de los españoles. En España gente, lo que se dice gente, son 5.189.333 personas. El resto, a ver si se aclara. Incluidos los de IU, que como mucho son gentecilla. Ahora que ya sabemos cuánta es la gente, les vamos a poner cuatro grupos parlamentarios para que no se diga que la gente no es plural".
La economía china: "La publicación del cierre macroeconómico de China de 2015, ha supuesto una inyección de confianza en torno a la segunda mayor economía del mundo tras semanas de dudas e inestabilidad en los mercados financieros a nivel mundial. La asociación errónea que se ha hecho entre el comportamiento de la Bolsa y la evolución económica de China, llevó a pensar en el temido "hard-landing" o cambio brusco en su estructura productiva. Solamente han bastado unos días para darse cuenta de que la Bolsa es una cosa y la economía, otra diferente".
Las matanzas en la Guerra Civil española: "Se sabe, y hay consenso a la hora de determinarlo, que las sacas de presos y su posterior fusilamiento fueron realizados hasta principios de noviembre por el Comité Provincial de Investigación Pública, que seguía órdenes de la Dirección General de Seguridad y el Ministerio de la Gobernación; a partir de esa fecha involucraron a las Milicias de Vigilancia de Retaguardia. Todos estos organismos eran oficiales, se hallaban representados miembros de todos los partidos y respondían primero a las directrices del Gobierno y, posteriormente, cuando éste se trasladó a Valencia la tarde del 6 de noviembre, a la Junta de Defensa de Madrid. También se sabe que las sacas y los asesinatos pararon cuando fue nombrado Inspector de Prisiones de Madrid el anarquista Melchor Rodríguez, y que continuaron cuando de nuevo fue relegado de su puesto, lo que evidencia que se tuvo potestad para detener las masacres".
El problema es la pobreza: "El problema es que mi hija tiene un centenar de coronas ahorradas, mientras que los 2.000 millones no tienen nada. El problema no es la desigualdad, sino la pobreza. Si distribuimos la riqueza de los más ricos entre la mitad más pobre, tocarían a unos 500 dólares per cápita. No es insignificante, pero sólo permitiría aumentar sus ingresos con un quinto durante sólo un año. La única manera sostenible de sacar a la gente de la pobreza es que el dinero sea invertido en la creación de más prosperidad. Curiosamente, esto sucede en los países que permiten a las personas, incluso a las de origen más modesto, que realicen sus ideas, aunque sea en un garaje, y se vuelvan muy, muy ricas si tienen éxito. En la década de 1970, antes de que Pekín permitiese que se hiciesen multimillonarios, 9 de cada 10 chinos vivían en la pobreza. Hoy están en esa situación menos de 1 de cada 10".
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