Encuentro en Twitter un texto de Isaac Asimov, The relativity of wrong (La relatividad del error), donde explica que no es el mismo grado de error considerar que la tierra es plana a considerarla una esfera. Aunque ahora nos parece estúpido, hubo razones poderosas para pensar que la tierra era plana, la principal es que la curvatura de la tierra es inapreciable para pequeñas distancias. Respecto a su forma esférica indicar que debido a la rotación de la tierra los polos están achatados y el diámetro medido en el ecuador, 12 755 kilómetros, es 44 kilómetros mayor que el diámetro más corto medido de Polo Sur a Polo Norte, 12 711 kilómetros. Además, el volumen de la tierra al sur del ecuador es mayor que el de la zona norte, por lo tanto la tierra tiene forma de pera, aunque si la diferencia entre diámetros se mide en kilómetros, esta segunda desviación se mide en metros. De todo lo anterior deducimos que, si bien igualar la tierra a una esfera es un error, no se puede equiparar ese error a considerar que la tierra es plana.
En otro orden de cosas, son habituales los ataques a las democracias liberales, las cuales han demostrado su beneficio para la mayoría de las personas que viven en ellas. Muchos denigran a países como España, intentando explicarnos a los demás el desastre de corrupción, nepotismo e inoperancia en que se ha convertido el país. Evidentemente eso no es así, no es que estemos ante países en los que todo funciona a la perfección, pero sí estamos ante los países más prósperos y respetuosos con su ciudadanos del planeta tierra. Se respetan las libertades, la pobreza extrema está erradicada, las epidemias y enfermedades contagiosas controladas, se defienden los derechos de mujeres y minorías étnicas, no se suelen admitir expresiones xenófobas o racista (aunque en España muchos españoles que viven en Cataluña sí lo son y lo expresan), el nivel de educación, sanidad y justicia son los mejores del mundo. Podríamos seguir resaltando virtudes pero el resumen es que esos países están pasando la mejor época de su historia.
Muchos de los que critican a los países con democracias liberales tienen como ejemplo a Venezuela o Cuba. Ejemplos de lo dañinos que son esos regímenes sobran, aunque el más evidente es que nadie quiere ir a vivir a esos países, excepto algún privilegiado por esos mismos regímenes. Esos países son lo peor, no permiten la libre expresión, ni la oposición política, sus clases dirigentes han empobrecido el país, la violencia contra cualquier disidente es brutal, entre muchas otras cosas deplorables. Equiparar este tipo de regímenes con las democracias liberales, y pretender convencernos, es equivalente al error que implica considerar la tierra como plana o como esférica.
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