A continuación mi comentario al artículo de Carlos Parodi "Desaceleración y política monetaria expansiva":
Estimado Carlos,
Para mí el problema es la sensación que se crea con estas
medidas de que el Gobierno de turno tiene la capacidad de voltear todas las situaciones
negativas que se presentan. Esto hace que cuando las cosas van mal la gente se enfade porque cree
que el gobierno tiene una varita mágica, y cedan a opciones populistas, como en
Argentina o Venezuela, que son muy dañinas tanto a nivel económico como social.
Cuando hablamos de la crisis que empezó en 2007 no debemos
olvidar que el grado de intervención en la economía era muy alto, aún lo es.
Los tipos de interés no deberían estar fijados por los bancos centrales,
quienes, en muchos casos, los han reducido a un valor casi nulo. Los Gobiernos
son los responsables de la creación de moneda, y hacen y deshacen a su antojo.
Estados Unidos ha creado una masa monetaria tremenda. ¿Alguien piensa que estas
distorsiones no van a traer consecuencias?
Creo que se debería ser más rígido, por ejemplo, fijar una
tasa de encaje fija y que no variase bajo ninguna circunstancia. Eso
disciplinaría a los mercados y no distorsionaría las decisiones de las
personas. Muchas veces, con tanta ingeniería financiera, se mandan señales equivocadas
a las personas, por ejemplo, bajando la tasa de encaje se puede hacer creer a
las personas que endeudarse ahora es bueno, ¿lo es?
Un problema que veo es la aversión a las crisis. Yo las veo
como algo inevitable y con la misión de sanear el sistema. Son una
señal de que las cosas se están haciendo mal. Si en lugar de sufrirlas y
aprender de ellas nos limitamos a jugar con ciertas variables para evitarlas,
corremos el riesgo de gestar una crisis aún mayor. Esto sucedió cuando estalló la burbuja de las puntocom en 2000 y se abarató el
dinero bajando las tasas de interés, lo que ayudó a generar una crisis mucho
mayor en 2007.
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