El problema es que la transición se cierra en falso, sin consenso, y Egipto volverá a vivir turbulencias. El principal grupo de la oposición, coordinado por Mohamed ElBaradei, debe decidir aún si boicotear la Constitución o votar que no.
Los rebeldes sirios avanzan, pero el fin del régimen aún es un misterio, por Jordi Pérez Colomé.
Los rebeldes sirios avanzan: controlan buena parte del norte y este del país, y de Alepo, la segunda ciudad siria. En los últimos días la batalla se centra en los alrededores de Damasco y el ejército de Asad usa cada vez más recursos desesperados. Pero aún es difícil imaginar qué tipo de final tendrá el régimen.
El asilo de Petrinja, por Arturo Pérez-Reverte.
Y en ésas, al pasar ante un inmueble grande, oímos un ruido dentro. Como un gemido. Entramos a curiosear, encendimos las linternas, y en el sótano encontramos a una docena de personas tumbadas en camillas y en el suelo. Era el asilo de ancianos; y los cuidadores, al huir de los serbios, habían abandonado allí a los inválidos. Los pobres viejos llevaban tres días sin agua ni comida, entre el zumbido de las moscas y el hedor de sus propios excrementos. Un par de ellos estaban muertos; y el resto, cerca de estarlo. Gemían y lloraban aterrorizados, y cuando sonaba alguna bomba cerca chillaban enloquecidos de terror. Suplicándonos. Nada podíamos hacer por ellos, así que encendimos el flash y los grabamos a todos para el telediario de las nueve, para que el siempre sonriente Javier Solana, fino negociador comunitario, pudiera salir luego diciendo en Bruselas que todo estaba controlado en los Balcanes, que en el fondo los serbios eran buenos chicos y que las negociaciones de paz iban de puta madre. Trabajamos así durante diez minutos, sin hablar ni mirarnos el uno al otro. Luego dejamos en las camillas toda la comida y el agua que teníamos y nos largamos de allí sin hacer comentarios.
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Sudan: Civilians Describe Toll of Attacks, by Human Rights Watch.
The 39-page report, “Under Siege,” is based on five research missions to the hard-to-access rebel-held areas in the two states and to refugee camps in South Sudan. It documents the government’s indiscriminate bombing and other attacks on civilians since conflict between the government of Sudan and the rebel Sudan People’s Liberation Army-North (SPLA-N) broke out in June 2011 in Southern Kordofan following disputed state elections. The report also describes the effect of Sudan’s refusal to allow humanitarian assistance into rebel-held areas. Hundreds of thousands of people are displaced inside the two states, surviving on very little, while more than 200,000 have fled to refugee camps in South Sudan and Ethiopia.
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