Las cosas claras. Alicia Delibes

Primero trabajé en colegios privados; después, como contratada (profesora no numeraria, PNN, hoy interina) en institutos de enseñanza media y, desde que –en 1977– saqué las oposiciones de agregado, como funcionaria en institutos de diferentes provincias españolas.

He dado clase en Alemania a hijos de emigrantes y en Luxemburgo a hijos de funcionarios comunitarios de distintas nacionalidades. Jamás me cuestioné, entonces ningún profesor lo hacía, que mi forma de enseñar o el nivel de exigencia hacia mis alumnos hubiera de depender, como suele decirse ahora, del "contexto socieconómico" de sus familias.

Desde 1987 y hasta 1994 trabajé en la Escuela Europea de Luxemburgo como profesora contratada o interina. Las escuelas europeas son establecimientos que imparten enseñanza a hijos de funcionarios de la UE. Son los países miembros los que seleccionan a los profesores, pero cada año el ajuste de los horarios exige que se contrate profesores a tiempo parcial, y las propias escuelas son competentes para hacerlo. Este sistema de contratación en centros públicos es corriente en Europa, y a nadie se le ocurre pensar que el hecho de haber conseguido impartir diez horas de clase un año suponga un derecho adquirido a ser contratado en años sucesivos.

Cuando me incorporé de nuevo al sistema educativo español lo hice en un instituto que había adelantado la Logse. Entonces supe lo que era dar clase en la Enseñanza Secundaria Obligatoria, única e idéntica para todos los adolescentes. En nada se parecía a lo que yo había dejado siete años antes. Quizás el haber estado ausente justo cuando se produjo el gran cambio en la enseñanza española me permita calibrar mejor que otros el deterioro de las aulas y de los centros de enseñanza pública. Las clases de 3º y 4º de la ESO resultaban, a veces, un auténtico martirio. Los profesores se daban por satisfechos si conseguían mantener mínimamente el orden y la disciplina, pero enseñar, lo que se dice enseñar, no sé realmente si habría muchos que pudieran hacerlo.





No hay comentarios:

Publicar un comentario