Cuanto más CO2 emite una nación per cápita, más limpio está el aire de sus ciudades. Más o menos es así, por mucho que el dato escandalice a tantos y crean lo contrario. El CO2 es progreso y el progreso es limpieza.
La Organización Mundial de la Salud acaba de publicar un estudio referido a 1.081 ciudades repartidas por todo el globo sobre la limpieza del aire urbano. El parámetro escogido es el de las partículas en suspensión que tienen un diámetro de 10 micrómetros o menos (PM10), las que suelen formar la "boina" de contaminación urbana.
Las ciudades más sucias son las de los países subdesarrollados y gana la capital de Mongolia, Ulan Bator. Las ciudades de aire más limpio son las de Estados Unidos y Australia, que son las naciones que más CO2 per cápita emiten, 20 toneladas por habitante y año (y en Mongolia solamente 4). La mayor parte del CO2 emitido en los países ricos proviene de las centrales térmicas de producción de electricidad que abastecen a las ciudades. El consumo urbano de esta electricidad no emite partículas contaminantes. En Estados Unidos las centrales térmicas de carbón y gas producen más del 60 % de su electricidad y en Australia más del 80 %.
Fuente: Antón Uriarte.