José María Aznar ha descrito la realidad de las relaciones de occidente con Gadafi, sin hipocresías. Ha dicho lo que todos pensaban hasta hace dos días. Podemos estar o no de acuerdo con esa actitud, pero es lo que sucedió. Negar la realidad no la elimina.
Esperamos la respuesta a la pregunta de por qué España vendía armas a Gadafi si no era un "buen tipo".
Santiago González lo explica muy claramente:
Algo pasa con Aznar. Decir su nombre y alborotarse el gallinero es todo uno. El ex presidente del Gobierno impartió una conferencia en la Universidad de Columbia tras la cual, durante el coloquio con los alumnos habló de la actitud de Occidente para con Gadafi. Y dijo esto:
“Gadafi es un hombre muy extraño, muy extravagante, pero no es estúpido. Está en el poder desde 1969. Cuando yo era un bebé él estaba en el poder. Pero él ayuda a los terroristas, pone bombas, es una calamidad, ¿verdad? Pero en 2003, pensó, ‘bueno, esta gente cambia el régimen en Irak y después viene aquí y a lo mejor cambia el régimen en Libia. Me cambian a mí. No me gusta’. Y dice ‘Desde este momento apoyo todos los esfuerzos de Occidente contra el terrorismo, y respeto y abandono todos mis programas de armas biológicas, químicas y nucleares’. Y él eliminó por completo estos programas”.
La prensa lo redujo a “Aznar califica a Gadafi de amigo extravagante“. El gran Pepiño Blanco lo puso a limpio para el más incapaz de sus votantes:
“Que diga cómo el señor Aznar es el único líder europeo que no apoya lo que estamos haciendo en Libia. No sabemos la razón de estas declaraciones, por qué dice que es amigo suyo, si es porque es amigo de su familia o porque apoya a una persona que masacra a los que defienden la libertad y la democracia”.
Aznar razona correctamente al replicar: Si Gadafi no era el amigo de occidente, ¿cómo es posible que el Gobierno de Zapatero le vendiera bombas de racimo en 2008?¿Por que no
Imaginemos que Franklin Delano Roosevelt hubiera sido español, O que, en su defecto, hubiera sido republicano. Recordemos que el único presidente estadounidense que lo fue durante tres mandatos, calificó así al dictador nicaragüense Somoza:
“Somoza es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.
Qué vergüenza, todo un presidente de Estados Unidos admitiendo sin más que “somos unas putas y que mandamos a nuestros hijos de dictadores a Nicaragua”. Aplíquesele el tratamiento Miriam Tey.
Por cierto, ¿Alguien del Gobierno dará alguna explicación de por qué le vendían bombas de racimo a un hijo de puta, aunque fuera amigo?
¿Explicaciones?. Cuando un socialista dice algo podemos estar seguros de que miente; o miente o se ha equivocado y no era eso lo que quería decir. Si no aceptamos esto no podemos declararnos ateos, tenemos que creer que hay un Dios, militante del PP, reorganizando los acontecimientos para contradecir las afirmaciones de Zapatero. No soy creyente, pero reconoco que sería interesante tener a Dios en la oposición; la prueba máxima de democracia.
ResponderEliminarLo que Zapatro le vendió a Ghadafi fueron racimos para celebrar la Nochevieja, nada de bombas. Como mucho serían bombas humanitarias que es verdad que matan, pero sintiendolo mucho.
Zapatero ya dijo en su momento que las armas españolas no matan.
ResponderEliminarAquí el vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=VdOt_jV4D4M