Empieza graciosa la película, incluso entretenida con la Davis y la Turner, tan adoradas por mi. Incluso con el añadido de que el personaje de la Davis me recuerda a la prima de mi mujer, cosa muy buena.
Pero va apagándose, hasta convertirse en un coñazo de película. El final es lamentable. Es todo lo contrario a lo que decía Demille: "Las películas deben comenzar con un terremoto e ir creciendo en acción".
Para olvidar.
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