Abordando y rebatiendo los 7 principales mitos sobre la inmigración, por Álvaro Vargas Llosa.
Mito 1: Hay más inmigrantes que nunca y estos inmigrantes rompen el molde de las oleadas anteriores.
Entre 1860 y 1920, catorce por ciento de la población era de origen extranjero. El promedio para el siglo 20 es poco más del 10 por ciento. La proporción no es diferente hoy día—alrededor del 13 por ciento. Hasta la década de 1880, la inmigración se originaba en el norte y oeste de Europa pero en décadas posteriores los inmigrantes vinieron desde Europa del sur, central y oriental, la cual era cultural, política y económicamente distinta. Por no hablar de los asiáticos, que llegaron en números significativos.
Path dependence, por Manuel Bagues.
Hace unos días cayó por casualidad en mis manos un libro con información sobre la tasa de alfabetización en España a mediados del siglo XIX. He de confesar que contemplé con estupefacción lo poco que ha cambiado el mapa educativo en siglo y medio. España se caracterizaba ya por entonces por tener un nivel educativo en general pobre pero con una alta dispersión geográfica. En 1860, al poco de aprobarse la Ley Moyano de Instrucción Pública, únicamente el 24% de la población española sabía leer y escribir, una cifra muy inferior a la de los países de nuestro entorno. Esta baja media enmascara, sin embargo, una elevada varianza que oscila entre una tasa de alfabetización del 50% en Madrid y el 13% en Canarias. Curiosamente, la distribución geográfica de la tasa de alfabetización en 1860 es muy parecida al mapa de desempeño educativo que proporciona el último informe PISA: Madrid sigue presentando la mejor nota en lectura y Canarias la peor. Si tenemos en cuenta todas las regiones la correlación es sorprendentemente alta: ¡un 72%!
Nunca hubo nada de lo que preocuparse, por Virginia Heffernan. (English).
Así que construyamos un búnker. Enviemos dinero a la gente que no lo tiene. Hagamos una triple encriptación y un juicioso backup de cada email promocional de J. Crew que recibas, no vaya a ser que el terrorismo de internet nos alcance. Ordena a tus hijos que se aparten de internet, que coman comida orgánica o local, o ninguna. Toma estas medidas, o ninguna. Simplemente no te preocupes sobre ellas. No hay nada de qué preocuparse, y nunca lo hubo.
¡Hay que cambiar la fresa!, por Bru Rovira.
Uno de los primeros escollos con los que se encuentran las trabajadoras de la fresa en Marruecos es su propia inexistencia civil pues la mayoría de ellas ni siquiera tienen un papel que certifique su identidad y no constan en ningún registro. Si quieren presionar a los empresarios y obligarles a pagar la seguridad social, lo primero que deben hacer es procurarse su propia carta de identidad. El siguiente paso será un contrato laboral, acordar un salario mínimo y presionar al empresario para que las inscriba en la seguridad social, cosa que la mayoría prefiere no hacer para ahorrar dinero. Mejorar las condiciones de transporte se ha convertido también en objetivo prioritario de estas organizaciones que, desde hace dos años, organizan “caravanas de sensibilización” en Larache y Moulay Bousselham, para explicar a las chicas de los douars cuáles son sus derechos y ayudarlas a gestionar sus documentos. Desde que Intermón Oxfam empezó sus actividades en este sector, las altas de la seguridad social en Larache han aumentado un 52%.
John George Brown.
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