Talento.

Desde hace tiempo me planteo el tema del talento innato de las personas para realizar ciertas tareas. La facilidad con la que ciertas personas se adaptan a la realización de una tarea.

Llevo jugando 22 años al baloncesto y he visto miles de partidos, muchos jugadores muy buenos en directo o por la televisión o incluso he jugado contra ellos. La incógnita es de dónde sale la facilidad para ser mejores que otros jugadores que han hecho un entrenamiento similar, la respuesta es evidente: Los genes.

En el debate nurture/nature (innato o adquirido) tengo varias cosas claras, una de ellas es que tenemos unos potenciales que podemos alcanzar pero nunca rebasar. La naturaleza (innato) nos ha dotado con una serie de mecanismos que el entorno (adquirido) se encarga de poner en funcionamiento para alcanzar nuestros límites. El ejemplo más claro que se me ocurre es la velocidad. Si competimos toda la humanidad en una carrera de 100 metros lisos el más veloz sería Usain Blolt y luego se irían sucediendo el resto de atletas de la especialidad y luego de otros deportes y así sucesivamente. Pero, ¿qué ha hecho a Usain Blot el más veloz? Seguro que ha tenido métodos de entrenamiento similares a otros corredores, pero él es el más rápido. Sin duda sus genes son determinantes, le han dotado de unos músculos, un esqueleto, un sistema nervioso, etc. que le hacen desarrollar una reacción y una velocidad que le convierten en la persona más rápida del planeta.

Todo esto también se aplica a actividades más intelectuales, como la música (Mozart), la ciencia (Newton, Einstein), la literatura (Borges) y otras. Es evidente que Borges tenía más talento que yo a la hora de escribir, sólo con leer uno de sus cuentos y leer este escrito se puede observar que él es un genio y yo un humilde mortal. A pesar de que nuestras educaciones fueron diferentes, apuesto lo que quieran a que él con mi educación y yo con la suya estaríamos en el mismo lugar. Él seguiría siendo un genio y yo uno más.
Me parece importante tener claros estos temas para evitar confusiones a la hora de educar y de tratar a la gente. El mito de la tabla rasa es una memez, desmantelado de forma precisa por Steven Pinker entre otros. Para empezar necesitamos unos mecanismos innatos que nos permitan aprender, si fuéramos una tabla rasa sería imposible aprender, no habría nada para poder realizar la tarea del aprendizaje. A la hora de educar se debe tratar de inculcar valores como el trabajo, el esfuerzo personal, la constancia, y otros similares que permitan a los alumnos alcanzar ese potencial del que disponen. Pero no se debe hacer creer que todo el mundo está capacitado para lo máximo. Por supuesto que casi todo el mundo puede llegar a escribir correctamente, sin faltas de ortografía, de una manera clara y precisa. Pero no se puede educar a alguien haciéndole creer que será el próximo Borges, porque eso no está en su mano. Por mucho que se eduque a alguien, por muchos medios que tenga a su alcance, si no lo llevas en los genes no será posible alcanzar esa cota. Es una pena, pero es la vida real.

Espero vuestras opiniones sobre el tema.

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