Si bien la figura no tiene mucha calidad, puede observarse perfectamente cómo el cierre de las centrales nucleares ha supuesto un incremento de casi el 10% en el precio del MWh en el mercado. El efecto es, en realidad, más grave porque este incremento ha sido en época de verano cuando la demanda eléctrica es menor. Estos aumentos en el precio supondrán pérdidas multimillonarias para la industria alemana, muy intensiva en consumo eléctrico. Obviamente, cuando el motor económico de un país reduce sus ingresos la conclusión es clara: pérdida de riqueza y aumento del desempleo. Pueden unir esto a un aumento de los impuestos para financiar la fantasiosa transición a las renovables. Los futuros sobre el precio de la electricidad en Alemania indican descensos para los próximos meses, pero no se confundan, no son las energías renovables las obradoras del milagro sino que los mercados ya están descontando el descenso en productividad de la industria alemana y los recortes en la demanda eléctrica porque no hay forma de salir de esta crisis. Alemania sigue siendo la locomotora de Europa, pero lo es a pesar de Merkel y sus políticas… y estos son los líderes que nos tienen que sacar de la crisis. En fin.
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