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Las penurias de Pueblo Nuevo. Augusto César San Martin

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) – El deterioro y las malas condiciones higiénicas caracterizan las zonas donde residen los cubanos de a pie.

El Consejo Popular de Pueblo Nuevo, en el municipio Centro Habana, con una extensión de 0.90 kilómetros cuadrados, cuenta con 28 mil habitantes. Las tres cuartas partes de sus viviendas están en mal estado. Las demás se encuentran en condiciones aceptables. Más del 7% de la población de Pueblo Nuevo vive en peligro de que sus viviendas se derrumben, y el 20% en solares o casas improvisadas.

Debido a los años de explotación, el deterioro de la red fluvial y alcantarillado provocan inundaciones que contagian las cisternas de la zona. Esta contaminación afecta la salud de la población. Las autoridades de Salud Pública del Consejo Popular han alertado de dicha situación. Según expresan, los servicios médicos de la localidad se encuentran prácticamente abandonados.

El estado de la policlínica, Nguyen Van-Troi, es deplorable tanto por la mala calidad de los servicios que presta, como por el deterioro del inmueble. Filtraciones en los consultorios, azulejos caídos, problemas en los laboratorios. Estas averías han sido generadas por la falta de mantenimiento, que se ha prolongado durante varios años.

No hay suficientes equipos de autoclave para la higienización de instrumental médico. Los directivos de la policlínica han reclamado al gobierno local la reparación de camillas, inutilizadas falta de tornillos. La falta de mantenimiento Ha provocado la suspensión de algunos servicios, como el de endoscopia.

Cada cierto tiempo, los delegados del Poder Popular deben rendir cuentas de su gestión ante los electores en reuniones públicas. La política gubernamental ofrece cobertura a estos comisarios para justificar la incapacidad del sistema. Cada cual se lava las manos y se justifica con la crisis económica y, por supuesto, el “bloqueo” del gobierno de los Estados Unidos.

Como si se tratara de otro país, las zonas residenciales donde se instalaron los funcionarios del régimen desde su ascenso al poder, muestran una realidad diferente. La buena conservación de sus residencias y la ejecución y mantenimiento de obras públicas de toda índole, definen a estos barrios.

En esas zonas de la ciudad los servicios médicos públicos funcionan bien, como si allí no hubiera llegado el “bloqueo”. Las clínicas para atención exclusiva de extranjeros y dirigentes, construidas con tecnología moderna, se encuentran en estos barrios.

Durante décadas Fidel Castro ha repetido que el socialismo era para beneficiar a los humildes. Quizás a Pueblo Nuevo, como a tantas otras barriadas donde residen los cubanos de a pie, no ha llegado el socialismo ese de que habla Castro, o tal vez sea que los que allí viven no merecen sus bondades.


Firma por la Libertad y los Derechos Humanos en Cuba.

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