Estimado Sr. Embajador:
Han pasado siete meses desde que comenzaran las protestas populares en favor de reformas políticas, protestas en su mayoría pacíficas. Sin embargo, las autoridades sirias han tratado de reprimirlas de la manera más brutal. Más de 2.000 personas han fallecido o han sido asesinadas desde mediados de marzo y miles han sido detenidas, muchas de ellas en régimen de incomunicación, en lugares desconocidos y expuestas a tortura y otros malos tratos.
Pero parece ser que la represión de las autoridades sirias no se reduce a Siria, sino que en al menos 8 países –Canadá, Chile, Francia, Alemania, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos– varios activistas afirman haber sufrido intimidación por parte de funcionarios diplomáticos y que sus familias en Siria han sufrido hostigamiento, detención e incluso tortura. Según un informe de Amnistía Internacional, en varios casos, los manifestantes han sido filmados o fotografiados por personal de las embajadas. En otros, se han producido llamadas telefónicas, correos electrónicos o mensajes a través de redes sociales en los que se insta a los activistas a cesar en sus actividades.
Quiero recordarle que la sociedad siria debe poder disfrutar y ejercer sin trabas su derecho a la libertad de expresión y reunión donde quiera que esté. Para ello, es imprescindible que se ponga fin al hostigamiento de sirios que viven en el extranjero, así como de sus familias en Siria.
Atentamente,
Spas(gracias) Manuel.
ResponderEliminarGracias a vosotros por vuestra labor.
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