Podemos: ignorancia y mentiras

Podemos es la demagogia elevada a su grado máximo, las propuestas son disparatadas e insostenibles en lo económico.

Pero no se quedan ahí y mienten, se inventan cifras y las tergiversan. Pero siempre hay gente informada y sensata que se encarga de desmontar las mentiras, en este caso Juanma del Álamo.

Observen este gráfico de Podemos:

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El primer dato, rescate a las entidades financieras, es mentira. Como indica Juanma:
Nos damos de bruces con el primer dato, el del rescate a entidades financieras. Encontramos un número que es 1,4 veces el PIB de España y claramente una estupidez. No empezamos bien. Realmente el rescate a la banca nos ha costado a los españoles unos 100.000 millones de euros, según el Tribunal de Cuentas. A esta cifra habría que restarle diferentes partidas que el tribunal define como “de naturaleza muy diversa” además del dinero ingresado con la venta de las entidades rescatadas. De hecho, la Comisión Europea solamente contabiliza como déficit público aplicable a estos datos, desde 2010 hasta 2013, unos 50.000 millones En cualquier caso, ni por asomo el rescate a la banca nos ha costado 1,4 billones de euros.
No hay más que leer los datos del Banco de España y completar la información con un buen artículo de El Confidencial. El error es de más del 1300 %, ¡unas 14 veces mayor la cifra inventada que la real! Desde luego sutiles no son.

Una alternativa sería que recomendaran el bail-in para el rescate los bancos, es decir, que no hubiera rescates y que los costes los asumieran los acreedores no los contribuyentes. Pero claro, explicar esto implica un ejercicio intelectual y requiere tiempo de reflexión.

El segundo dato, fraude fiscal, es discutible pero, dándolo por cierto, hay cosas que señala Juanma que lo hacen inútil:
[N]o sé si tal vez Podemos intenta decirnos que ellos serían capaces de acabar con el 100% del fraude fiscal. Quiero pensar que no nos toman por tan idiotas. También resulta ridículo comparar un dato de fraude anual con un dato no anual, como el del rescate bancario.
Es decir, habría que reducir el fraude fiscal a cero para recaudar esos supuestos 71 000 millones de euros. Personalmente apoyo la medida, pero es mentira que lo harían, en ningún país del mundo sucede. Por otra parte, comparar datos anuales con cifras no anualizadas es una tergiversación, la que esperamos de un partido como Podemos.

El tercer dato, ayudas en educación, es otra prueba de que en Podemos se hacen las cosas sin pensar y sin saber. Juanma aclara:
Ese dato de 1.944 millones corresponde exactamente al presupuesto de 2013 del Ministerio de Educación. Educación, como saben, es una competencia transferida a las comunidades autónomas, y el ministerio tiene competencias ciertamente limitadas. En España gastamos anualmente en educación alrededor de 45.000 millones de euros, aproximadamente como en 2007, antes de la crisis.
En este informe (página 10) del Ministerio de Educación vienen indicadas las cifras. Vean el cuadro a continuación:


La cifra que da Podemos es unas 23 veces menor que la real. ¡23 veces! Asusta pensar cómo manejarían la economía estos genios.

Sobre el último dato, presupuesto sanitario, estamos en las mismas:
De nuevo una competencia transferida a las comunidades autónomas y de nuevo nos dan el presupuesto de un ministerio y no el del sistema sanitario. El gasto sanitario en España es en total de unos 70.000 millones de euros. Por cierto, es el doble que en 2001, cuando nos creíamos los reyes del mambo.
¡Hasta los de CCOO saben las cifras reales!

De las cuatro cifras, tres son mentira, y la otra es una manipulación basada en datos no contrastados. Como concluye Juanma:
Si hubieran hecho el gráfico con los datos reales, el resultado hubiera perdido mucha fuerza de cara al votante rabioso.
Lo que desprende Podemos es un olor rancio, olor a comunismo, a populismo, a miseria moral. Como aclara este artículo Jan-Werner Mueller:
Los populistas suelen adoptar un estilo de gobierno que refleja las propias acusaciones que ellos lanzan contra la clase política anterior. Se aferran al poder que consigan, desactivan los frenos y contrapesos, llenan todas las oficinas estatales con compinches suyos y recompensan a sus partidarios (y sólo a ellos) con ventajas a cambio de su lealtad: lo que los politólogos llaman “clientelismo de masas”.
Los ejemplos de Fidel Castro y Hugo Chávez encajan a la perfección con la afirmación anterior.