Culto a la personalidad

Lean y piensen en qué significativo e importante sería este paso:
“Las obras públicas son del país, y no de un gobierno o funcionario en particular”, dijo Solís después de firmar el decreto. “El culto a la imagen del presidente se acabó, por lo menos durante mi gobierno”.
El ministro de la Presidencia de Costa Rica, Melvin Jiménez, me dijo que la decisión fue parte de la plataforma de la campaña de Solís. 
Hay ideas y declaraciones, como las anteriores, que parecerían obvias e incluso estúpidas si no fuera por lo que conocemos de la historia pasada o actual.

La excusa de siempre es que les obligan, que no han podido resistirse, que fue tanta la insistencia, y similares. Pero me parece una falta de respeto el personalizar las obras en una persona o en un grupo, cuando el coste se asume por millones.

Cuanto más demagogo y dictador es un régimen más se inclina al culto a la personalidad, sólo hay que ver los regímenes de Cuba, Corea del Norte, Argentina y Venezuela.

Comentarios a: ¿Cómo impacta el crecimiento sobre la distribución de ingresos?

Continúo con mis comentarios de la asignatura de Análisis del entorno económico, impartida por Carlos Parodi, del MBA de la Universidad del Pacífico, en Lima.

A continuación les dejo mis comentarios sobre el artículo "¿Cómo impacta el crecimiento sobre la distribución de ingresos?" escrito por Carlos Parodi.

Estimado Carlos,

Cuando abordamos este problema no debemos dejar de lado lo que le importa a la gente. Como indica Enzo Defilippi: “¿Debería preocuparnos a los peruanos la desigualdad? Algunos analistas señalan que no. Que si el crecimiento económico es capaz de sacar compatriotas de la pobreza, qué importa si los ricos son más ricos. En principio tienen razón. El problema es que a la gente le importa lo que le importa, no lo que le debería importar, y diversos experimentos de economía conductual confirman lo que la observación nos permite intuir: que el bienestar de las personas no solo depende de su riqueza absoluta (cuán ricos son) sino también de la relativa (cuán ricos son en relación con los demás)”. Por lo tanto en el debate sobre la distribución de ingresos nos debería de importar lo anterior.

Haciendo hincapié en lo anterior, David Brooks (enlace) escribió sobre las desigualdades aceptadas y no aceptadas socialmente. Algunas entre las aceptadas eran la desigualdad académica, la debida a las condiciones físicas de las personas, la deportiva, la de ingresos, la tecnológica, la del estatus del profesorado en las universidades, la de billetes en medios de transporte, y la de vocación. Entre las no aceptadas estaban la desigualdad por motivos familiares, la debida a aptitudes morales, la religiosa, en el gasto, la cultural, y la del estatus del profesorado en las los colegios. Seguro que cada uno tiene su visión, pero lo importante es darnos cuenta de cómo el entorno puede condicionar la percepción de las desigualdades.

Creo que es fundamental el cómo se ha logrado la riqueza, y en esto tiene mucho que ver la acción del Estado. Si el Estado fomenta monopolios o favorece a determinadas empresas las personas no aceptarán con facilidad esas desigualdades, pero si se logra dentro de una economía libre y sin facilidades para nadie se tenderá a valorar y respetar más. Además de que esto último atraerá más inversiones y facilitará que las personas puedan desarrollar sus negocios.

Una condición necesaria que mencionas en el artículo es “que exista un crecimiento económico sostenido”, es decir, si queremos favorecer a los más pobres tendremos que generar crecimiento. Cualquier medida que incida de manera negativa en el crecimiento irá en contra de la igualdad e incrementará la pobreza.

Cuando se mide la igualdad hay un factor que no se tiene en cuenta, y es la variación en los ingresos de las personas, es decir, como los distintos niveles de riqueza no son compartimentos estancos, las distintas personas se van situando en diferentes niveles de renta a lo largo de su vida. En este enlace se pueden ver estadísticas para los Estados Unidos (más aquí).

Hay muchos factores que afectan a la desigualdad, por ejemplo (enlace) para hogares en Estados Unidos en 2011 hay factores demográficos que explican la desigualdad. Entre los que más ganan las condiciones son: hay más miembros trabajando en la familia, hay más matrimonios que familias monoparentales, personas entre 35 y 64 años, personas con educación superior, y personas con trabajo a tiempo completo. Creo que se puede hacer una analogía con Perú y el resto de los países, y estaremos de acuerdo en que se cumplirá lo anterior. Lo bueno es que esos factores no están fijados por lo que se pueden variar a lo largo del tiempo, por ejemplo, las personas más jóvenes que empiezan a trabajar estarán en sectores de ingreso bajos, pero a medida que mejoren sus condiciones laborales y que se casen podrán ir alcanzando cotas más altas, para volver a caer el día que se jubilen.

Incidiendo en lo anterior (enlace) hay tres factores importantes para la desigualdad: el mencionado de la educación, la tendencia al matrimonio entre personas del mismo nivel socioeconómico, y la incorporación de la mujer al trabajo, si en una casa hay ingresos por el trabajo de la mujer se fomentará la desigualdad respecto de hogares sin ese extra.

Disponer de herramientas que permitan a la gente preparase mejor será clave para hacer una sociedad más próspera. No necesariamente con más intervención del Estado, sino fomentando la competitividad y la entrada de inversores que harán que crezca la economía.

Tal y como mencionas “lo que está probado es que a mayor educación y salud de calidad, entonces mayores ingresos”, por lo tanto si hay un acceso universal a ambos campos se podrán mejorar las oportunidades de millones de personas. No necesariamente tienen que estar controlados por el estado, pueden ser sistemas mixtos o privados, que sean subvencionados por el Estado en caso de necesidad.

Saludos.

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Discrepo en que Perú no haya aprovechado la época de bonanza, lo ha hecho, aunque siempre se puede pedir más. Quienes no lo han aprovechado son Argentina, Venezuela y Ecuador.

Lo que escribes sobre el déficit de personas cualificadas es una realidad, por ejemplo en mi compañía para el proyecto en desarrollo se está contando con apoyo de personas de otros países, pero la mayoría son peruanos. Hay gente buena en Perú, diría que muy buena, pero es necesario incorporar a más. Creo que se está logrando poco a poco, pero antes de que esos profesionales alcancen el nivel exigido hay que potenciar el atractivo del país para que los buenos trabajadores extranjeros vengan, se queden y aporten.


Respecto del control de la educación universitaria por parte del estado, no estoy de acuerdo. Creo que el estado no debe meterse en el tema universitario. Cada persona debe asumir el riesgo y para qué le va a servir su título. Evidentemente no es lo mismo un título en la Universidad del Pacífico que en otra Universidad más modesta y de menor nivel, pero quizá el que estudie en la segunda no persigue lo mismo y se adapta más a su nivel y expectativas.

¿Ayudas por parte del Estado a empresas privadas?

Leo esta noticia en El Confidencial sobre una ayuda en forma de préstamo concedida a la empresa Gowex, famosa por su reciente descalabro.

La duda que tengo es qué hace el Estado dando ayudas a empresas. Si las empresas son tan buenas encontrarán financiamiento en el sector privado, y si son malas, ayudarlas sólo perjudicará al conjunto de la sociedad. Además sin las ayudas se evitarán suspicacias con políticos que luego se convierten en integrantes de esas empresas.

¿Por qué el Estado tiene que financiar empresas o cualquier otro tipo de institución privada? No sería mejor que cada uno busque en el mercado sus mejores fuentes de financiamiento, y que el Estado baje los impuestos y reduzca la burocracia en lugar de buscar a quién ayudar.

Manifiesto de los libres e iguales

España vive un momento crítico.

El secesionismo catalán pretende romper la convivencia entre los españoles y destruir su más valioso patrimonio: la condición de ciudadanos libres e iguales. El nacionalismo antepone la identidad a la ciudadanía, los derechos míticos de un territorio a los derechos fundamentales de las personas, el egoísmo a la solidaridad. Desprecia el pluralismo social y político, y cuando trata de establecer fronteras interiores arrincona como extranjeros en su propio país a un abrumador número de ciudadanos.
El secesionismo catalán se hermana con el populismo antieuropeo y promueve la derrota de la democracia española. Evitar esa derrota es responsabilidad de todos y la primera obligación de los partidos políticos.
Hasta ahora el desafío secesionista no ha recibido la respuesta que merece. España es hoy un Estado a la defensiva y en sus élites prevalecen el tacticismo y la resignación. No existe un auténtico debate público sobre el fondo gravemente reaccionario del nacionalismo ni sobre las consecuencias de su proyecto para la libertad, la igualdad y la seguridad de los ciudadanos. En cambio proliferan maniobras opacas para ofrecer nuevos privilegios al nacionalismo a costa de la soberanía de los españoles.
En estas circunstancias, los abajofirmantes, ciudadanos radicalmente comprometidos con los principios constitucionales de la libertad y la igualdad, entendemos que es imprescindible abrir un debate público que informe y comprometa al conjunto de los españoles. Nosotros asumimos la responsabilidad y pasamos a la acción.
Reclamamos al Estado que aplique toda la ley y advierta con claridad de las consecuencias de violarla. Ninguna infracción debe quedar impune y ninguna sentencia puede ser desacatada.
Pedimos a los partidos políticos que se identifican con los principios de libertad, igualdad, justicia y solidaridad que demuestren su compromiso con hechos. El Partido Popular, el Partido Socialista, Unión Progreso y Democracia, Ciudadanos, y cuantas formaciones quieran preservar las bases de nuestra convivencia democrática, deben:
1. Reivindicar la Constitución como consigna de ciudadanía y convivencia, sin renunciar a las reformas cíclicas que permitan que España sea una nación cada vez más integradora y de mayor calidad democrática.
2. Rechazar cualquier negociación que con el pretexto de evitar el conflicto que plantea el secesionismo catalán limite la soberanía del conjunto de los ciudadanos y el ejercicio de sus derechos.
3. Alcanzar un pacto público, solemne y conciso que establezca un compromiso transversal de unidad de acción frente al secesionismo y garantice la decisión de someter al referendo común cualquier alteración de las bases constitucionales.
Finalmente, nos dirigimos a todos los ciudadanos españoles.
Les pedimos que trabajen organizadamente por la deslegitimación intelectual y política del nacionalismo y que se movilicen con nosotros en defensa de la comunidad de libres e iguales que es responsable de la época más justa y fértil de la historia de España.
En Madrid, a 15 de julio de 2014

Comentarios a: Acostumbrándonos a crecer 5% anual

Continúo con mis comentarios de la asignatura de Análisis del entorno económico, impartida por Carlos Parodi, del MBA de la Universidad del Pacífico, en Lima.

A continuación les dejo mis comentarios sobre el artículo "Acostumbrándonos a crecer 5% anual" escrito por Carlos Parodi.

Estimado Carlos,

Para entender lo que supone crecer al 5 %, que es muchísimo, veamos el crecimiento acumulado en el tiempo:

Años
%
1
5%
5
28%
15
108%
25
239%
35
452%
45
799%
50
1047%

Una tasa de crecimiento del 5 % provoca que en 15 años el PBI se duplique, en 35 años se multiplica por más de cuatro, y en cincuenta por más de 10. Estos valores no tienen en cuenta la inflación, pero a pesar de eso el crecimiento seguiría siendo espectacular.

Si Perú logra mantener un 5 % de crecimiento medio anual se convertirá en una economía puntera a nivel mundial. Pero lo normal es que ese nivel de crecimiento medio sea incluso menor a medida que vaya mejorando la situación económica, y que no sea un crecimiento regular, alternando las tasas de crecimiento a lo largo de los años.

Perú y la economía mundial se enfrenta a unos años de incertidumbres y en los que los cambios tecnológicos pueden afectar gravemente a alguna de las industrias actuales, por ejemplo, ¿qué pasaría si el grafeno sustituyese al cobre?

Si el Estado se dedica a hacer ingeniería financiera el desastre está garantizado, una desaceleración económica es causada porque el país en su conjunto está ajustándose y tiene que hacer las mejoras necesarias. No se va a parar una desaceleración con más gasto, creando deudas enormes. El ejemplo actual de las economías más desarrolladas debe ayudar a ser cautos en este aspecto. Con unas deudas públicas enormes (cercanas o mayores al 100 % del PBI), que lastran el crecimiento y condenan a los ciudadanos al pago de las mismas durante muchos años.

Mi conclusión es clara, Perú debe disponer un marco institucional, social y económico atractivo para los inversores, del país y de fuera. Estos inversores decidirán en qué invierten, quizá no sea en una industrialización del país pero sí en un desarrollo potente del sector turístico, eso no lo sabemos.

Saludos.

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Si un país crece 30 años al 5 % no es que acabará con la pobreza, es que será una de la economías más desarrolladas del mundo, ya que multiplicará su PBI por 3.32, sin tener en cuenta la inflación.

Totalmente de acuerdo en que debe haber un buen manejo de la economía, entendiendo por ello principalmente un control del gasto público. Miren los números de España durante la gestación de la crisis y la crisis, se subió el gasto un 48 % de 2004 a 2009, ¡una locura!

Yo creo que no hay que ser exigente con los inversores nunca, por el contrario hay que eliminar trabas, disponer un sistema muy poco burocrático, unas leyes claras y justas, y dejar que actúe el mercado. Si Perú es capaz de hacer esto, su éxito está asegurado. Los capitales actualmente son muy móviles, y si un país no ofrece el marco adecuado se irán a otros lugares.

Sobre el último comentario mi oposición es total, la población debe crecer si así lo desean las personas de manera libre y voluntaria. Cada persona que nace es un nuevo cerebro que ayudará al desarrollo y crecimiento mundial, lo que hace falta es un marco adecuado en el que desarrollar esas ideas que generarán las futuras generaciones. Malthus se equivocó gravemente en este tipo de predicciones. Por ejemplo, desde el año 1804 en el que se alcanzaron los 1000 millones de habitantes se ha ido incrementando la población mundial hasta los 7000 millones actuales. Siempre consiguiendo alimentar a una gran mayoría de la población (extraído del libro El optimista racional de Matt Ridley, p. 205).

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En el primer punto sí estamos de acuerdo, la pobreza se acabaría totalmente, tal y como la entendemos ahora. Se hablaría de otro tipo de pobreza no de una pobreza de subsistencia.

Para demostrar lo anterior nada mejor que los datos. José de Gregorio en su libro Macroeconomía, Teoría y Políticas, muestra en el cuadro 10.5 el crecimiento medio de las naciones más desarrolladas entre 1950 y 2000. La media es del 3 %, Alemania creció al 2.1 %, Inglaterra 2.2 %, Estados Unidos 2.3 %, el máximo fue Japón con el 4.9 %. Estamos hablando, en muchos casos, de naciones devastadas tras la Segunda Guerra Mundial que ahora son las naciones más desarrolladas del mundo. Lo anterior nos da una idea de lo que pasaría en Perú si lograse crecer al 5 % anual de media durante 30 años.

En el segundo punto mi opinión es que hay que dejar poco margen para la negociación, porque sino el político de turno podrá presionar en uno u otro sentido para sacar un beneficio para él mismo o para parte de la población o algunos grupos de presión. Mi opinión es que se cree un clima favorable a esas inversiones con unas leyes simples, claras y justas. El que venga con dinero que pueda invertir de manera automática, que Perú se convierta en el país más atractivo del mundo para los inversores.

Los Gates explican mejor que yo el tercer punto. El resumen es que tener más o menos hijos no es el problema, el problema es la pobreza. Según van siendo más prósperas las personas menos hijos tienen. Evidentemente una familia que deba alimentar a más hijos necesitará más recursos o tiene menos para gastar por cada hijo, pero controlar esto es peligroso e injusto. En  el futuro ese esfuerzo se puede ver recompensado por un buen desarrollo de los hijos que ayuden a crear riqueza para la familia*. El problema es la pobreza y no el número de hijos. Las personas deben ser libres de tener los hijos que deseen asumiendo las consecuencias, positivas y negativas.

*Julian Simon defendió que el ser humano es el mejor recurso que tenemos para progresar en su libro: El último recurso.

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Estimados,

Ante los planteamientos que muchos de ustedes hacen de que debe ser el Estado el que promueva las inversiones en campos distintos a los que actualmente hacen crecer al país, tengo dos preguntas:
¿Cómo sabe el gobierno cuáles son los campos que más interesan al país para invertir?

Una vez identificados esos campos, ¿qué debe hacer en concreto para promover la inversión en esos sectores?

Ya saben que soy reacio a que el Estado haga esto que muchos de ustedes defienden, pero sí estoy interesado en lo que piensan sobre estas dos cuestiones.

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Hay que tener cuidado con los estímulos porque pueden equivocar a muchos y que las inversiones no sólo perjudiquen a esos inversores sino al país. Por ejemplo, hubo un estímulo en Estados Unidos para que la gente se endeudase, los tipos de interés cayeron hasta el 1 % en 2004 para luego subir hasta 2007 y volver a bajar hasta los valores actuales menores al 1 %. ¿Es bueno eso? Parece que estos valores están llevando al alza de nuevo los precios de las viviendas en Estados Unidos. Los estímulos pueden provocar daños enormes. Soy enemigo de ellos, creo que los países deberían ir a la causa no actuar sobre el síntoma; que haya poca actividad económica refleja que no hay incentivos y crearlos artificialmente sólo hará que cuando se retiren los estímulos se vuelva a caer. Japón está siendo el paradigma de esta política, están intentando reactivar su economía con más gasto y lo único que están haciendo es aumentar su deuda sin el crecimiento esperado del PBI.

Hablas de diferentes sectores que hay que potenciar, y no dudo que pueda ser acertado hacerlo, pero haciendo de abogado del diablo comentaré cada uno de ellos:

- Metalmecánica. Entiendo que te refieres a potenciar la industria. ¿Hay trabajadores preparados en Perú y en número suficiente para esa industria? ¿Se podrá competir con el resto del mundo?

- Infraestructura. ¿Quién pagará el costo de hacerlo y el mantenimiento? Para esto sería partidario de hacer vías de peaje y que las pague quien las use. Creo que en este aspecto Proinversión está haciendo un buen trabajo con las obras por impuestos y las asociaciones público-privadas.

- Hospitales. ¿Públicos? ¿Quién los paga y los mantiene? Hay mercado suficiente para crear una red de hospitales públicos. Recordemos que hay mucha gente que no paga impuestos, ¿deberían de tener acceso a una sanidad universal?

- Colegios. ¿Hay un déficit de colegios o hay un déficit de buenos profesores y alumnos?

- Energía. ¿Qué tipo de energía va a ser la más rentable de aquí a 10 años? ¿Y de aquí a 20 años? ¿Debe el estado ser el promotor y dueño de esas inversiones?

En la segunda parte estoy de acuerdo en que se debe transparentar el proceso y dar facilidades. Insisto en que Proinversión está haciendo un buen trabajo.

Escribes que “la gente de los lugares más alejados podría gozar de hospitales y colegios que actualmente no los tiene”. No los tiene ni los tendrá porque ese tipo de inversiones, con el grado de desarrollo actual en Perú, y diría que en el mundo, es inviable. No podemos pretender que cada pueblo de la selva o de la sierra tenga su hospital o su colegio, al menos no al mismo nivel que los existentes en grandes núcleos urbanos. Por eso la gente tiende a concentrarse en las ciudades, porque ese tipo de servicios se pueden pagar entre muchos y son rentables, o al menos no tan deficitarios como un hospital o colegio que atienda a un pueblo de 100 personas, por ejemplo. Digamos que es una economía de escala. En España hemos tenido muy mala experiencia con este tema, por ejemplo se han hecho aeropuertos como el de Ciudad Real, a unos 200 km al sur de Madrid, que costó 1100 millones de euros (mil cien millones) y que está cerrado.

El final de tu reflexión me parece acertada pero algo contradictoria, ¿cómo pedir más intervención por parte del Estado si los dirigentes son poco honestos y están mal preparados? ¿No sería mejor que dejasen de intervenir y que sólo se dedicasen a algunas tareas que afectasen lo menos posible al desarrollo económico del país? Que hagan bien lo que tienen que hacer: recaudar impuestos, administrar justicia, proporcionar seguridad, y que dejen la iniciativa a la gente.

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No creo que Perú sea un ejemplo especialmente negativo en ese aspecto [desestabilización política], al menos en los últimos 20 años. El grado de confianza de cara al exterior es razonable, y seguirá así siempre y cuando no se hagan cosas raras.

Chile es una economía más estable y fuerte, y políticamente también lo parece, veamos qué pasa con las reformas que quieren emprender ahora. Colombia ha sufrido un terrorismo brutal y parece que sale a flote. En Brasil sus dirigentes han apoyado de manera más o menos directa a Venezuela, Cuba, Argentina y Ecuador, que son regímenes dictatoriales unos y desastrosos otros. Lo que pasa es que Brasil mueve mucho dinero y se puede ganar mucho.

Veamos que pasa en estos años, aunque mi pronóstico es positivo, creo que la región crecerá y que todos saldremos beneficiados.

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Totalmente de acuerdo cuando escribes: “¿los últimos años de bonanza y gran crecimiento se debieron a la intervención del estado? Aquí la respuesta es clara NO, los principales impulsos de dicho crecimiento fueron el incremento del precio de los metales y la inversión privada interna”. Los estados no crean riqueza, simplemente se apropian de ella y la gestionan, pero son muy importantes para dar estabilidad y credibilidad a un país.

En el capítulo IX del libro de Carlos Parodi “Perú 1960-2000: Políticas Económica y Sociales en Entornos Cambiantes”, en el acápite 2 “El entorno internacional: las crisis externas” se analizan las crisis en Sudamérica y en el sudeste asiático. Hay muchos aspectos que competen directamente a los estados y que hicieron que hubiera un bajón en esas economías, dos de los más importantes fueron el control del tipo de cambio y la falta de respaldo de la deuda con reservas. En esos dos puntos podrían haber intervenido antes los gobiernos, pero significaba ralentizar el crecimiento. También se indica en el libro que hay otros factores importantantes a tener en cuenta, y que tener unos buenos datos macroeconómicos no es condición suficiente, pero sí necesaria. Hacer bien las cosas suele ayudarte más que no hacerlas.

Por otra parte, en el libro mencionado, en el acápite 1.3 del capítulo VIII, podemos leer lo siguiente: “la sinceridad de Vargas Llosa con respecto a la necesidad de aplicar un programa de ajuste drástico de la economía (conocido como shock), en contraposición a Fujimori, quien prometió durante la campaña un ajuste gradual, pese a que aplicaría el shock”. Evidentemente hubo más factores, explicados en el libro, que influyeron en la victoria de Fujimori, pero éste en concreto me parece muy significativo de cómo funciona parte del electorado, que prefiere el wishful thinking a la realidad, es decir, prefieren pensar en lo que quieren en lugar de en lo que hay.

Por mucho que los políticos quieran vender una idea y que los votantes quieran algo, no va a suceder por eso. Las fuerzas que hay en juego son mucho más poderosas que los deseos, incluso que las maniobras que pueda hacer un gobierno. Por eso es tan peligroso jugar con las variables macroeconómicas, porque cualquier pequeño ajuste si se retrasa y se agranda puede dar lugar a un estallido violento que desencadene una crisis más profunda.

Después de lo visto en clase creo que lo peor que está haciendo Perú desde el punto de vista macroeconómico es no dejar que la tasa de cambio se ajuste y bajar la tasa de encaje de los bancos.

Los países van creciendo y decreciendo dependiendo de muchos factores, y con la globalización cada día esos factores dependen más del entorno, por lo que es mejor dejar que las cosas se ajusten de manera natural, y mejorar para volver a crecer, que tratar de engañarse y crear la ilusión de crecimiento.

P.D.: Les recomiendo este documental “Bancarota” en la cual se explica la crisis de España, desde un punto de vista liberal, como la conjunción de tres burbujas: la financiera, la económica y la estatal.

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Los datos que das son muy interesantes (1 y 2), y me hacen recalacar el mensaje positivo que hay que dar cuando se analiza la situación en Perú. La economía en el final de los años ochenta era un desastre total y absoluto y enderezarla durante la década posterior fue muy costoso. Ahora hay una estabilidad en casi todos los datos macroeconómicos y un crecimiento razonable. Hay inversiones en grandes y pequeños proyectos, y la economía mundial ve a Perú como un buen lugar para invertir.

Pero hay que tener cuidado con el tema de los gobiernos regionales, si Perú da la impresión de ser un país donde las inversiones dependen de quién gobierne en la región y donde los proyectos gestionados por el gobierno central son los más beneficiosos, se creará un desequilibrio por parte de la inversión privada. Además la población abandonará esas regiones más pobres y se agudizará el problema.

Se acercan las elecciones y será clave el resultado para definir qué desea la gente de cada región.

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No has entendido lo que he querido decir, lo que indica que mi explicación no ha sido buena. Quise decir que lo peor que está haciendo Perú desde el punto de vista macroeconómico es:

1. No dejar que la tasa de cambio se ajuste
2. Bajar la tasa de encaje de los bancos

Evidentemente pensamos muy diferente en cuanto a que es bueno que se meta más dinero al sistema para que no se enfríe la economía, ya que lo único que hará será retrasar los ajustes y que éstos sean más dramáticos cuando se den. Quizá estén esperando una buena coyuntura externa que les permita volver a crecer a mayores tasas y entonces la economía se recuperará y con ella los fundamentals. Pero el riesgo es el antes mencionado, que cada vez sean peores los número macroeconómicos y que a la hora de enfrentar una crisis no haya una buena base.

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No cabe duda que generar empleo es algo positivo y es la mejor manera de que la gente se sienta útil y tenga unos ingresos constantes, pero debe ser empleo útil, es decir, un empleo que sea productivo.

No entiendo por qué se debe crecer al 5 % para reducir la pobreza, creo que un crecimiento sostenido del 2-3 % puede llevar a muy buenos resultados y hacer que la economía y la población se discipline más, es decir, un crecimiento menor puede optimizar los procesos para adaptarse y aprovechar mejor la coyuntura.

Sigo pensando, como tú, que una buena preparación de los representantes públicos es condición necesaria para que el país prospere a largo plazo, pero no suficiente. No debemos pensar que porque haya gente calificada al frente de los organismos el trabajo ya está hecho. Pongo un ejemplo radical, si el precio del cobre se redujera en un 90 % la afectación a la economía peruana sería brutal, independientemente de que el ministro de economía fuera Castilla o Nadine Heredia. Con esto quiero recalcar que la economía se mueve por la voluntad de millones de personas, con sus trabajos, sus deseos y sus egoísmos.


Totalmente de acuerdo que la inversión privada es la que tiene que mover la economía.

Lecciones aprendidas en la optimización de estructuras de hormigón y la sostenibilidad, por Víctor Yepes Piqueras

Víctor Yepes reflexiona sobre el futuro de la ingeniería civil, con una tendencia a la tecnificación y a la gestión de bases de datos que apliquen los conocimientos adquiridos después de miles de obras diseñadas y ejecutadas. Sin perder de vista la sostenibilidad de las estructuras de hormigón.

También nos hemos dado cuenta de una serie de aspectos relacionados con nuestro trabajo, muchos de ellos no tan evidentes, que deberían divulgarse lo más posible para el uso adecuado de los recursos escasos de los que dispone nuestra sociedad: 
Los hormigones no convencionales (alta o muy alta resistencia, con fibras, autocompactante, con elevadas adiciones, etc.) proporcionan ventajas a tener muy en cuenta cuando se optimizan las estructuras. Por ejemplo, hemos visto cómo un material caro por su trabajabilidad como puede ser el hormigón con fibras, resulta competitivo desde el punto de vista económico frente a hormigones convencionales. Además, resulta interesante el comportamiento mecánico de las fibras cuando interactúa con la armadura activa del pretensado. Se necesita profundizar en el conocimiento de estos materiales para incluirlos en la optimización. 
También hemos comprobado que con incrementos mínimos en el coste (del orden del 1-3%) se puede duplicar o triplicar la durabilidad de las estructuras. Este aspecto es muy importante, pues permite una elevada amortización en los consumos, al alargar la vida útil. Creemos que se debe reformular en la EHE la vida útil de proyecto de las estructuras. 
Si bien la fabricación de cementos se ha considerado como un auténtico atentado respecto a la producción de emisiones de CO2, nuestros estudios han comprobado la eficacia de aspectos como la carbonatación y el reciclaje como sumideros de CO2. Debería profundizarse en este tipo de estudios para valorar de forma más precisa y realista los impactos que causa el hormigón cuando se contempla el ciclo de vida completo. 
La inteligencia artificial permite algo que, hasta ahora, era muy lento y poco efectivo: Se puede acelerar la obtención de experiencia y saber hacer en las estructuras. Así por ejemplo, generando bases ingentes de estructuras óptimas (digamos puentes pretensados con diversas luces), podríamos aplicar técnicas de minería de datos “data mining” para extraer de las bases de datos generadas información no trivial. Dicho de otra forma, se podrían avanzar fórmulas de predimensionamiento más efectivo que podrían usarse por parte de los calculistas e ingenieros en el diseño diario de sus estructuras. Esta práctica permitiría ahorros sustanciales, tanto económicos como medioambientales.
Por último, insistir en la optimización a lo largo del ciclo de vida. Resulta especialmente importante en los tiempos que corren, tener muy claros los aspectos relacionados con el mantenimiento de las infraestructuras. Los estudios que estamos realizando indican que, incluso con presupuestos altamente restrictivos, es posible optimizar los indicadores de servicio de las infraestructuras si se actúa de forma inteligente.

Incluyo el texto en mi recopilación sobre estructuras.

Comentarios a: ¿Qué hacemos con la brecha externa?

Continúo con mis comentarios (aquí y aquí) de la asignatura de Análisis del entorno económico, impartida por Carlos Parodi, del MBA de la Universidad del Pacífico, en Lima.

A continuación les dejo mis comentarios sobre el artículo "¿Qué hacemos con la brecha externa?" escrito por Carlos Parodi.

Estimado Carlos,

Según los datos del Banco Mundial del “Saldo en cuenta corriente (balanza de pagos, US$ a precios actuales)” podemos observar que no hay una relación directa entre países más o menos desarrollados y el saldo en cuenta corriente. Estados Unidos es, con mucha diferencia, quién tiene una balanza negativa mayor en valores absolutos, unos $440 000 millones de brecha externa, con Turquía en segunda posición con $77 000 millones, China tiene superávit de unos $193 000 millones. (Aquí se puede ver la balanza de una manera gráfica).

Afirmas en el artículo que: “Lo cierto es que ninguna economía puede importar más que lo que exporta de manera indefinida, pues no es razonable esperar que ingresarán capitales externos de manera indefinida”. ¿Y por qué no se pueden dar de manera indefinida ingresos de capitales externos? Pienso que si un país es capaz de ofrecer buenas condiciones y perspectivas a los inversores, estos siempre traerán dinero a ese país. La clave está en crear un ambiente político y económico que incentive esas inversiones. Por fortuna, los capitales ahora son más móviles y eso hace que los países deban disciplinarse de una manera rigurosa, el ejemplo reciente de Venezuela es claro, si se cometen locuras los capitales huyen y hay escasez. Lo anterior enlaza con nuestro debate del foro 3, las autoridades políticas deben ayudar en esta tarea.

También escribes: “¿Qué hacer entonces? Parece fácil decirlo: exportar más e importar menos”. Respecto al tema de exportar más estoy de acuerdo, siempre es bueno crear productos que sean apetecibles para el mercado mundial, pero ¿importar menos? Si el crecimiento es sano y la gente reclama productos que provienen del exterior es también algo muy bueno, lo malo es que esas importaciones se financien con un boom crediticio, que es lo que parece que está pasando en Perú.

Por último, el juego con el tipo de cambio es muy peligroso. Lo hemos hablado en clase y lo reitero aquí, una cosa es amortiguar las fluctuaciones para que el tipo de cambio no cambie de manera brusca y otra es tratar de hacer ingeniería financiera taponando, en este caso, la subida del tipo de cambio. Justificándose en  “que las personas que ganan en soles y deben en dólares dejen de pagar sus préstamos”.

Totalmente de acuerdo con que hay que acostumbrarse a crecer a tasas menores, o incluso adaptarse a decrecer algún año. Los ciclos económicos abarcan varios años y, si se hacen las cosas bien, el resultado acumulado será un crecimiento sostenido. Por lo tanto, hay que educarse para ahorrar en las épocas de bonanza y apretarse el cinturón en las épocas menos prósperas, de manera indivicual y colectiva (Estado).

Mi conclusión de todo lo anterior es que la Brecha externa es un dato más a tener en cuenta, pero que por sí solo no explica si un país funciona bien o mal. Creo que las economías de los países deberían de funcionar sin grandes distorsiones estatales. Defiendo un Estado que amortigüe los impactos sobre la población, pero no uno que trata de enmendar errores de las personas, como endeudarse en moneda diferente de la que ganan, porque al actuar así están manipulando el mercado y mandando señales erróneas que pueden crear problemas mayores que se darían en el mercado libre.

Saludos.

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Estimados,

Las medidas que se deben tomar para mejorar la economía deben ser más pasivas que activas respecto a la intervención en el mercado, con pasivas me refiero a que deben preparar el terreno para que las compañías nacionales y extranjeras hagan sus inversiones. Son temas de los que ya hemos hablado: impuestos bajos, buen nivel educativo de la población, buen funcionamiento de la justicia, estabilidad política, etcétera.

Se indica que “para cambiar esta situación debemos migrar a ser un país industrializado”, pero si eso se realiza de una manera forzada por parte del estado se podría incurrir en los mismos errores que en la Industrialización por sustitución de importaciones, cuyos efectos negativos conocemos. Ese proceso de industrialización podría ser deseable, pero antes hay que cubrir muchas etapas intermedias: la primera es tener una población preparada para trabajar en la industria (educación y experiencia), segundo tener una inversión privada que desarrolle esa industria (capital), y tercero tener compradores para esos productos (demanda interna o exportaciones).

Veamos la evolución del PBI en los últimos años:

Country
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Perú
2,4
3,6
-0,3
4,8
4
4,5
6,4
8
9
9,8
0,9
8,8
6,9

A pesar de todos los problemas políticos y económicos que se han dado en Perú el país ha sido capaz de crecer a buen ritmo. Aunque, como también ha mencionado Carlos Parodi, esto no es eterno y puede haber cambios a peor.

El tema de la burocracia me parece fundamental, hay que simplificar al máximo la misma. Pero no estoy de acuerdo cuando se afirma que “el PBI se reduce”, el PBI no se ha reducido en los últimos años sino que ha crecido siempre, lo que ha cambiado es la tasa de crecimiento.

Saludos.