Equidistancia entre un secuestrador y un secuestrado

Arcadi Espada.


La equidistancia es el principal animalito de compañía del momento vasco. Se manifiesta de modos insólitos. El pasado domingo el diario El País publicaba un reportaje sobre el encuentro entre el empresario Emiliano Revilla y su secuestrador Urrusolo Sistiaga. El reportaje acababa así:

«Hace unos meses decidió aceptar la invitación de su secuestrador. En esta ocasión, el que está privado de libertad es Urrusolo Sistiaga, por sus múltiples condenas. Finalmente, el secuestrado pudo ver la cara a su captor encapuchado.»

No creo que haya aquí lo que podríamos llamar una equidistancia ética. Simplemente esa irresistible tentación periodística de cuadrar la suerte, de cerrar el círculo. Hay que fijarse en la locución privado de libertad. Se aprecia perfectamente la necesidad del circunloquio eufemístico. Y al apreciarse se revela la inconsistencia de la equidistancia. Para que la equidistancia (también moral) hubiese funcionado nuestra redactora debería haber escrito: «En esta ocasión, el que está secuestrado es Urrusolo Sistiaga.» Al no poder hacer eso, la recurrencia a la privación de libertad tiene aproximadamente el mismo valor que si nuestra redactora hubiese subrayado la coincidencia de que, en el momento de verse, los dos llevaban pantalones. 

El continua aumento de los precios

Osmar Laffita Rojas.

LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -Una muestra de hasta donde se ha  contraído el bolsillo de la mayoría de los cubanos, se aprecia en el hecho de que el gobierno se vio obligado rebajar los altos precios de los insumos agrícolas para aquellos que recibieron tierras en usufructos y no habían podido ponerlas en explotación. Una medida similar tomó el 20 de diciembre, con la rebaja de 122 productos que se venden en los establecimientos de materiales de construcción.
Pero el asunto de los altos precios cobra mayor dramatismo en el sector alimentario.  En el año que terminó, muchos de los mercados agropecuarios estatales permanecieron prácticamente desabastecidos. Estos establecimientos son los frecuentados por los cubanos que devengan un promedio de 22 dólares mensuales. Con tales ingresos tienen que pagar el arroz, a 0.14 centavos de dólar la libra; los frijoles, a 0.32 dólar la libra; la carne de cerdo, a 0.84 dólar la libra; la malanga, a 0.10 dólar la libra; y la yuca, a 0.06 dólar.
Sin embargo, esos mismos productos se pueden comprar, con más variedad y calidad, a los 14 454 carretilleros, vendedores ambulantes de productos del agro, y en los mercados agropecuarios de oferta y demanda, con la excepción del arroz, que el Estado vende liberado, a 0.20 centavos de dólar la libra.
El que quiera hacer un potaje de frijoles colorados, tiene que pagarlos a 0.60 dólar la libra. Si quiere deleitarse con un  potaje de frijoles negros, o una fabada de judías, tiene que pagar la libra a 0.72 dólar.
Comer vegetales en La Habana es hoy un lujo. Una libra de tomates de ensalada cuesta 0.20 dólar,  la de remolacha o zanahoria, cuesta 0.40 dólar.
La situación se torna grave para aquellos que quieran comer carne de cerdo. La no procesada y los recortes, están a dólar la libra. El lomo y la costilla, está a 1.20 dólar la libra. El filete hay que pagarlo a 1.60 dólar la libra. Como se comprenderá, no muchos pueden darse esos lujos con salarios que, por lo general, no sobrepasan los 15 o 20 dólares mensuales.
El estado no logra detener la subida de los precios de los productos agropecuarios porque la agricultura continúa atrapada en los incumplimientos, la ineficiencia y la desorganización. Además, es afectada por la corrupción general que incluye a los propios funcionarios de las empresas del gobierno.
Por otro lado, las Tiendas de Recuperación de Divisas, desde su surgimiento, suben continuamente los precios de todos los alimentos, haciéndolos cada vez más inasequibles. A esto hay que sumarle los 5,10 o 15 centavos de dólar, que le agregan a los precios los empleados de las tiendas, para provecho propio.
Ante todo esto la indefensión del cliente es total. Nadie sabe adónde dirigirse para protestar, o para reclamar que se le ponga coto a esta loca política de constante aumento de precios, mientras los salarios no crecen.

El impacto de los salarios chinos

Andrés Oppenheimer.



Buenas noticias para América Latina: los salarios en China, Vietnam otros países asiáticos están aumentando más rápidamente de lo esperado, haciendo que un creciente número de empresas multinacionales muden sus plantas de manufacturas a México y otros países más cercanos al mercado de Estados Unidos.
El anuncio realizado el 19 de febrero por Foxconn Technology Group —que ensambla iPads y otros productos para Apple, Dell, Nokia, Motorola y otras empresas en China— de que ha aumentado el salario de sus trabajadores entre un 16 y un 25 por ciento fue el último ejemplo de la rapidez con que están aumentando los salarios chinos. Fue el tercer aumento de salario concedido por Foxconn desde el 2010.
“Más y más empresas nos dicen que los salarios en China están aumentando más de lo que esperaban”, dice Harold Sirkin, socio gerente del Boston Consulting Group, que recientemente publicó un estudio sobre los salarios en China. “Hay mucha competencia en el mercado laboral de China. La gente tiene la opción de irse a trabajar a otras fábricas, y se va, y por eso las empresas se ven obligadas a incrementar sus salarios”.
Según las proyecciones de BCG, los salarios del cinturón tecnológico del delta del río Yangtse, en China, han aumentado desde 72 centavos por hora en el 2000 hasta $2.79 la hora en el 2010, y alcanzarán $6.31 la hora en el 2015.
Y es posible que esa tendencia persista después del 2015. La creciente apreciación de la moneda china, los mejores estándares educativos y la disminución de la fuerza laboral harán subir los salarios chinos durante varias décadas, dicen los economistas.
Un nuevo informe conjunto del Banco Mundial y del Centro de Investigación del Desarrollo, una institución estatal de China, titulado China 2030, dice que la fuerza laboral china “empezará a reducirse a partir más o menos del 2015, inicialmente de manera lenta, pero con mayor rapidez a partir de la década del 2020, y se calcula que en el 2050 será un 15 por ciento menor de lo que era en su punto más alto”.
Eso se produce, entre otras razones, porque la población china está envejeciendo, los trabajadores chinos tienden a trabajar menos años que sus contrapartes de otros países, y porque se está reduciendo el suministro de trabajadores rurales que se mudan a las ciudades, según dice el informe.
Aún si China relajara más su política del hijo único, las cosas no cambiarían demasiado, porque no es probable que las mujeres chinas tengan más bebés, asegura el documento. Los índices de fertilidad en países tales como Japón, Corea del Sur y Vietnam no son significativamente más elevados que en China, y sugieren que el promedio de hijos por pareja de China —actualmente de 1.5— permanecerá estable, afirma el informe.
Muchas multinacionales no se mudarán de China a otros paises asiáticos, porque en Vietnam y la India, por ejemplo, los salarios están aumentando aun más rápidamente que en China. Esto ofrecerá a los países latinoamericanos una fantástica oportunidad de atraer empresas tecnológicas e industrias de servicios, dicen muchos economistas.
Mientras en el 2002 el salario promedio chino era 237 por ciento más bajo que en México, en el 2010 era tan sólo 14 por ciento más bajo, según un estudio reciente realizado por el banco de inversión J. P. Morgan. Muchas empresas automotrices con plantas en China ya han trasladado a México varias de sus fabricas de partes destinadas al mercado de Estados Unidos, dicen los economistas de J.P. Morgan.
Augusto de la Torre, el principal economista para Latinoamérica del Banco Mundial, me advirtió que la fuerza laboral de muchos países latinoamericanos posiblemente ya sea demasiado cara y poco calificadas para atraer las plantas fabriles de China, pero agregó que Latinoamérica puede beneficiarse de otras maneras del aumento de los salarios en China.
A medida que la población china aumente sus ingresos, importará más productos de consumo, entretenimiento, y servicios. “Los países latinoamericanos deben encontrar un nicho para abastecer esa demanda sobre la base de una mayor productividad, y no sobre la base de mano de obra barata”, dijo.
Mi opinión: De una manera u otra, el aumento de salarios en Asia ofrece una oportunidad fabulosa a Latinoamérica.
Pero para atraer a las inversiones manufactureras de China y para aumentar sus exportaciones de productos de consumo a China, México y Centroamérica tendrán que reducir sus índices de violencia, y todos los países latinoamericanos tendrán que mejorar drásticamente sus sistemas educativos, que actualmente están muy por debajo de los asiáticos.
Es cierto que todo esto no será nada fácil. Pero a los países latinoamericanos que adviertan a tiempo las oportunidades que tendrán gracias a los aumentos de salarios en Asia - y que tomen medidas para aprovechar esta tendencia - les irá muy bien en las próximas décadas.

Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2012/03/03/v-fullstory/1143308/el-impacto-de-los-salarios-chinos.html#storylink=cpy

Esas viejas, obsoletas e inseguras centrales nucleares

Manuel Fernández Ordóñez.



Ayer, a las 11 de la mañana, el reactor número 1 de la central nuclear británica de Oldbury detuvo su reacción en cadena para no volver a iniciarla nunca más. Se ponía de este modo el punto final a un reactor nuclear que comenzó su operación en 1967 y que, durante estos casi 45 años de funcionamiento, ha producido 137 millones de MWh. El equivalente al consumo de un millón de hogares durante 20 años.
Oldbury-1 es el claro ejemplo de cómo, con una operación impecable y periódicas inversiones en seguridad y actualización de equipos y tecnologías, el concepto de “vida de diseño” deja de tener sentido cuando se habla de la operación de una central nuclear. Oldbury tenía una vida de diseño original de 25 años y, ayer, los casi 500 trabajadores de la planta pudieron ver en directo desde el comedor de la central cómo se insertaban definitivamente las barras de control casi 45 años después de que se levantaran por primera vez. La central operó 20 años más de lo estimado inicialmente, cumpliendo siempre con los criterios de seguridad exigidos por el organismo regulador inglés.
Y es que la vida de diseño no tiene por qué coincidir con la vida útil de una central nuclear. La vida útil la define la única autoridad competente para hacerlo en España, el Consejo de Seguridad Nuclear. En concreto, se define como “el periodo de tiempo desde su puesta en funcionamiento hasta su retirada de servicio, siempre que se mantenga su capacidad para realizar las funciones relacionadas con la seguridad o relevantes para la misma, que tenga asignadas” (las negritas son mías). Es decir, la vida útil no tiene una fecha de caducidad a priori, no tiene un límite preestablecido. Mientras una central nuclear demuestre su seguridad, puede seguir operando.
Los detractores de la energía nuclear, en cambio, utilizan el juego semántico de confundir, premeditadamente o por ignorancia, los conceptos de vida de diseño y vida útil, con el indiscutible fin de manipular a la opinión pública. Desgraciadamente, han sido muy frecuentes estos circunloquios y juegos dialécticos con respecto a la continuidad de la central nuclear de Santa María de Garoña. Unas de las últimas manifestaciones en este sentido correspondieron al portavoz de Izquierda Plural en el Parlamento, Chesús Yuste. Este miembro de la Chunta Aragonesista declaró: “instamos al cierre inmediato de la central nuclear de Garoña por razones de seguridad pues se trata de una instalación obsoleta que ya ha superado su vida útil” y no contento, sigue insistiendo con “La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) fue inaugurada en 1971, habiendo expirado en julio de 2009 su permiso de explotación y habiendo cumplido sus cuarenta años de vida útil precisamente en 2011” (las negritas también son mías).
Esta misma mañana, en un acto en Madrid, el Vicepresidente del CSN ha declarado que no existen impedimentos de seguridad nuclear ni de protección radiológica que impidan la renovación de Garoña. Atendiendo a la legislación vigente, por tanto, el señor Yuste (un cargo público, representante de la ciudadanía) miente con un descaro inaudito y sin un mínimo de sonrojo. ¿Dónde está escrito, señor Yuste, que la vida útil de la central nuclear de Garoña sea de 40 años? Como dice mi buen amigo Juan Gómez, gran aragonés: “Cuánto mejor nos iría si este hombre se dedicara a arreglarnos el tema del agua”. Al menos, hace tiempo que no escuchamos aquellos elaborados argumentos esgrimidos en 2009 para el cierre de Garoña, que se limitaban a afirmar que se trataba de una central franquista.

CO2 y temperatura en el Polo Sur

Antón Uriarte.



Concentración de CO2 (en ppm) en el Mauna Loa (Hawai) y en el Polo Sur (1958-2009)


Como se ve en la figura de arriba el incremento del CO2 en el Polo Sur* (en rojo) ha sido semejante al incremento registrado en el Mauna Loa (Hawai), que es la estación que se toma como referencia mundial. La única diferencia es que en el Polo Sur, muy alejado de zonas con vegetación, no se notan las variaciones estacionales y la curva de incremento no presenta los dientes de sierra de la del Mauna Loa.

Y como se ve en la figura de abajo, este incremento de CO2 no se ha visto acompañado de una subida térmica de la temperatura media anual, que sigue siendo de unos -50 ºC.

Temperatura media anual en el Polo Sur (base Amundsen-Scott)


*base Amundsen-Scott, en la Antártida


Angry about inequality? Don’t blame the rich.

James Q. Wilson.



There is no doubt that incomes are unequal in the United States — far more so than in most European nations. This fact is part of the impulse behind the Occupy Wall Street movement, whose members claim to represent the 99 percent of us against the wealthiest 1 percent. It has also sparked a major debate in the Republican presidential race, where former Massachusetts governor Mitt Romney has come under fire for his tax rates and his career as the head of a private-equity firm.
And economic disparity was the recurring theme of President Obama’s State of the Union address on Tuesday. “We can either settle for a country where a shrinking number of people do really well, while a growing number of Americans barely get by,” the president warned, “or we can restore an economy where everyone gets a fair shot and everyone does their fair share.”