Sobre Margarita Robles, una jueza.

Otra autoridad del Estado que da mucho miedo.


Por Arcadi Espada.



El periódico publica hoy una escandalosa entrevista con Margarita Robles, la vocal del Consejo General del Poder Judicial, que tantas pruebas de equidad y de competencia ha dado en su carrera judicial. El asunto es Dívar y su suerte. Y estas son algunas de las afirmaciones de la juez, una de las más activas a la hora de exigir que Dívar acabe.
«Es que en este país tenemos una cultura de que la dimisión va unida a la culpabilidad, pero no es así.»
«Yo no dudo de que Dívar haya actuado con arreglo a la norma, pero en política las apariencias son tan importantes como la realidad.»
Esto voy a repetirlo:
«En política las apariencias son tan importantes como la realidad.»
«Aceptando que Dívar actuó con arreglo a la norma, se ha creado una crisis en la institución y un daño al poder judicial, y el único que pude terminar con esto es él.»
Por último la vocal Robles entra en un grave estado de dubitación cuando se le pregunta si esta es la crisis más grave que ha vivido el Consejo. Se acuerda del vocal Pascual Estivill, y rumia, y dice que aquello fue una crisis muy grave, «pero que esta es de calado».
Es decir: la vocal Robles cree que algún calado de comparación hay entre un juez (¡el juez del pueblo!) que metía a la gente en la cárcel si no pagaba y otro que ha aplicado una norma sobre dietas, establecida el 14-M para la cuarta autoridad del Estado, que habrá supuesto para el erario público unos gastos de 20 mil euros repartidos en cuatro años. 

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