Ficción vs verdad

Arcadi Espada.

Este es, desde luego, la razón por la que he puesto una vez más a tu consideración el enojoso, pero cada vez más vertebral asunto, de los cruces entre realidad y ficción. Que la ficción produzca efectos reales es el único motivo que lleva a tomarla seriamente. Y en este sentido Colosio. El asesinato no es una novedad. La novedad es que esta «ficción basada en hechos reales» contradice la verdad judicial establecida sobre el asesinato de Colosio, y lo hace con la magnífica y vil impunidad a que la ficción se acoge. Si los promotores de la película hubiesen exhibido sus tesis en algún ámbito donde rigiera el pacto de la veracidad se habrían visto obligados a presentar sus pruebas y a documentar sus afirmaciones, so pena de verse llevados a juicio. Pero la ficción les exime. Observa bien el animalito pleonásmico: basado en hechos reales. Ante el público, el tal Bolado remarca los hechos, porque así funciona el comercio; ante el juez remarcaría la ficción, no fuera a costarle caro el negocio. Y es que en nuestra época la moral depende. 
Así pues solo hay una solución, en nombre del Estado de Derecho. Prohibir la exhibición de Colosio. El asesinato y perseguir judicialmente a sus promotores si insisten en divulgar sus manejos ficcionales. Y hacer lo propio con cada asunto donde la veleidad ficcional desafíe la verdad anteriormente establecida en un juicio, siempre y cuando exista, claro está, un perjudicado que levante la mano. Creo que en este caso son los ciudadanos mejicanos los que deberían levantar la mano. La ficción ha conseguido su sucio propósito de entreverarse con la verdad. De acuerdo. Ha llegado el momento de reconocerle su estatus y de tratarla como pide y merece. Una ficción que utiliza nombres propios y hechos identificables para socavar la legitimidad de una sentencia no es una ficción sino una calumnia y como tal debe ser manejada.

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