Las juntas del accidente del Challenger. Richard Feynman

Vía amazings.


La situación fue de la siguiente manera: Lawrence Mulloy, explicaba con palabras difíciles, a la manera habitual en la NASA, cómo se esperaba que funcionaran los cierres herméticos. Feynman dijo:
- Durante el lanzamiento, se producen vibraciones causantes de que las junturas del cohete se muevan un poquito, ¿es correcto lo que digo?
- Es correcto, señor.
- Y por el interior de esas junturas se encuentran los llamados retenes tóricos, que han de expandirse para mantener la hermeticidad, ¿es así?
- Sí señor. En condiciones estáticas tendrían que mantenerse en contacto directo con la horquilla y la espiga [piezas macho y hembra de la unión].
- ¿Por qué no se eliminan los retenes?
- Porque entonces tendríamos gases calientes expandiéndose a través de la unión.
- Ahora, para que el cierre funcione correctamente es preciso que los retenes sean de goma. Por ejemplo, no serviría el plomo que cuando se deforma por compresión, permanece aplastado.
- Así es, señor.
- Según eso, bastaría que los retenes tóricos perdieran durante uno o dos segundos su capacidad de recuperación para que se creara una situación muy peligrosa.
- Sí señor.